«Intolerantes enmascarados en una plataforma vecinal promueven el odio y la represión contra Alianza Nacional, chequismo en estado puro. El partido estudia acciones legales«, afirman en su página web los patriotas que tienen entre sus postulados la “imposición del “ius sanguinis” (derecho de sangre) como criterio para adquirir la nacionalidad, así como la revocación de la ciudadanía a aquellos individuos que no sean asimilables por su estirpe o mentalidad dentro de la comunidad nacional.”
A los patriotas nacional-aliancistas les llama la atención la nula condescendencia que su publicitada manifestación del día 1 de mayo en Zaragoza, en un barrio de mayoría inmigrante, ha suscitado entre las organizaciones que defienden los derechos fundamentales de las personas; esperaban, acaso, ser recibidos con toques de corneta y redobles de tambor, lanzamiento de rojos claveles, un arco de banderas triunfales ondeando al viento del racismo y la xenofobia y retratos a tamaño natural de dos de sus otrora invitados -de estirpe probadamente pura-: David Duke (antiguo miembro del Ku-Kux-Klan) y Manfred Roeder (orgulloso ex-integrante de las Juventudes Hitlerianas).
[…]
Mon dieu qu’il ferait bon sur la terre des hommes
si on y rencontrait cette race incongrue,
cette race importune et qui partout foisonne,
la race des gens du terroir des gens du cru.
Que la vie serait belle en toutes circonstances
si vous n’aviez tiré du néant tous ces jobards.
Preuve peut-être bien de votre inexistence.
Les imbéciles heureux qui sont nés quelque part.
Les imbéciles heureux qui sont nés quelque part.–Georges Brassens–