«Entre los dedos»: Archivo personal
Roza la mano la urna. Tamborilean las uñas sobre el metacrilato transparente de la aprisionada voluntad ciudadana. Resbalan los sobres blancos y sepias entre las yemas de los dedos abocadas al fatalismo y sacude un espasmo cerebral la mente abstraída.
«Se acabó lo que se daba. No se acabó el bipartidismo, sino que ganó la delincuencia organizada, los granujas, los maleantes de alma, capitaneados por un tonto malvado. Nada menos que siete millones de granujas, porque tan maleantes y corruptos son quienes han urdido la trama inacabable de la corrupción, los recortes sociales, la ley Mordaza, como todos y cada uno de los que les votan porque les permiten seguir en el poder y porque, cómplices, votan eso: corrupción, mentiras, trampas, abusos policiales y judiciales, leyes retorcidas en beneficio de una clase social, militarización de la vida española, sumisión internacional, clericalización grotesca, pérdida de soberanía, negocios bancarios en detrimento de las economías más débiles, saqueo de las pensiones… ¿Sigo? Para qué. No son mis conciudadanos, sino mis enemigos en lo personal, pueden hacerme daño, a mí y a los míos.»– Miguel Sánchez-Ostiz. Artículo publicado en su bitácora Liquidación por derribo bajo el titulo Ganó la delincuencia organizada.