«Del colorido tartar»: Archivo personal
Faltaban todavía tres cuartos de hora para la apertura del bufé y ya se habían congregado a la puerta del establecimiento dos decenas de personas. “Venga, venga, que se nos impacientan fuera los convidados”, apremiaba Carmen. La larga mesa de caballetes —ataviada con mantel de tela blanca y una franja de papel rojo atravesando la parte central— iba cubriéndose con bandejas de nigiris [1], gyozas [2], brochetas de yakitori [3] y platitos con tataki [4] de pescado marinado en vinagre, aceite de sésamo y jengibre colocados junto a pequeños cuencos con la sopa ramen [5] de fideos con huevo duro y verduras, las salseras con tentsuyu y soja y las jarritas de sake caliente y yogur líquido. En la barra de la zona de bar, reposaban unas originales botellas de cristal tallado —de la colección privada de Carmen— conteniendo reishu [6], sochu [7] de boniato, vino blanco y té verde. En la cocina, Mª Ríos, Emil e Iliane daban los últimos toques al plato estrella: tartar de salmón con aguacate, arroz y huevo de codorniz.
En un rincón, sentado en una banqueta, con el rostro apacible, el itamae [8] Nasu —un treintañero de ascendencia nipona pero nacido y criado en Reus— contemplaba el ir y venir de los esforzados e inquietos cursillistas gastronómicos de ambos sexos preparando el escenario para agasajar y ganarse la aprobación de sus convecinos. “Estoy nerviosísima, itamae”, le confesaba Carmen, recién elegida presidenta de Las Tejedoras [9], organizadoras, en colaboración con el gastrobar Mia-te tú, del Taller de Cocina Japonesa.
A las doce y media fueron pasando los invitados, a los que recibieron, todo sonrisas, la responsable de Las Tejedoras y el chef Nasu. “Sean ustedes bienvenidas y bienvenidos. En España, antes de comer se dice ‘Buen provecho’. En Japón decimos ‘Itadakimasu’, que es una forma de dar las gracias a todas las personas que han intervenido para que la comida pueda llegar a nuestra mesa”, explicaba el itamae. Fue en ese momento cuando la señora Visitación, una nonagenaria asaz pinturera, se dirigió a Carmen: “¿Me falla a mí el audífono o este cocinero japonés tiene acento catalán?”. Y las carcajadas que campanillearon en el ambiente fueron el prolegómeno de cerca de tres horas excelsas de sabores, texturas, colores, aromas y pláticas en las que, si no fuera porque no existe tal reconocimiento formal en la localidad, la mayoría de los comensales de más edad hubieran nombrado a Nasu Hijo Adoptivo Preferente del Barrio.
NOTAS
[1] Sushi de bola de arroz que lleva por encima pescado fileteado, tortilla etc… pero que no va envuelto en alga nori.
[2] Pequeñas empanadillas rellenas de verduras y carne de cerdo que se cocinan al vapor.
[3] Brochetas con pollo y verduras.
[4] Pieza de pescado (o carne) muy hecha por fuera y cruda por dentro.
[5] Nombre que se da a la sopa de fideos con caldo de carne, de pescado…
[6] Sake frío.
[7] Bebida destilada que se consume diluida en agua fría o caliente.
[8] Palabra japonesa para referirse al chef o cocinero.
[9] Nombre que reciben en el Barrio las miembros de la Asociación de Mujeres.
Me encanta la comida japonesa. Se me hace la boca agua. Buenas noches.
Son bocaditos que ya deleitan por la vista.
Salud y buena semana.
Me ha dado hambre con ese desfile de platillos…
Linda y bendecida noche, feliz inicio de semana.
Es que son caprichitos gastronómicos que entran bien.
Buena semana, Elvira.
Itadakimasu Una mirada. Nasu seguro que recibió muchas felicitaciones de los que con gusto y sin prisas dieron rienda suelta a desgustar tan ricas viandas. Buena foto de ese tartar
Buena semana. Un abrazo.
Una buena palabra esa de itadakimasu en la que se tienen en cuenta no solo a quienes han cocinado o servido sino a todas las personas relacionadas con cada ingrediente utilizado y hasta a los ingredientes mismos.
Otro abrazo y a disfrutar de esta semana primaveral.
Mal lo tengo yo en esa comida con los sosa que soy para sacarme de lo de toda la vida…
El paladar está hecho a los sabores que conoce y siempre es una aventura catar alimentos que no son desconocidos pero saben distinto porque se han cocinado de diferente manera y con añadidos que no solemos usar.
A ver… Yo he ido a un restaurante italiano y he podido comer pizza o lasaña, en uno chino he comido un pollo con almendras parecido al que hacía mi madre y hago yo, y hasta en uno indio he encontrado algo (aunque todo me sabía a curry) Pero donde se ponga una fritura de pescado bien hecha o un filete de aguja (pez espada) a la plancha… que se quite todo lo anterior.
En realidad, cualquier alimento especiado y cocinado de otra manera varía el sabor al que estamos habituados, pero ya no solo entre países sino en un mismo país., donde un mismo plato tiene múltiples variaciones.
Siempre es bueno conocer otras culturas a través de la comida. Te mando un beso.
Sí, la gastronomía de cada lugar dice mucho de la manera de ser y sentir de sus gentes.
Salud y buena semana, Citu.
Solamente he estado en una ocasión en un restaurante japonés, fue en Venezuela con los compañeros, entonces creo que todavía no había sushi o yo al menos no lo conocía, comimos sopa de aleta de tiburón y algo más, sinceramente a mi me pareció sopa de Avecrem, de segundo algo con almendras y de postre no recuerdo, nunca más he estado en este tipo de restaurantes. Me gusta el pescado pero frito o bien adobado y como nunca nadie me ha propuesto volver a visitarlo, pues no lo he hecho.
No he comido nunca esa sopa de aleta de tiburón; se ve que en China y Japón son platos para grandes ocasiones. Como en tu caso, a mí también me gusta el pescado hecho, bien-bien hecho, lo mismo que la carne. En esta tierra nuestra no tenemos tradición de carnes y pescados crudos o semicrudos… No obstante, siempre hay una ocasión excepcional para experimentar algo diferente.
Me encanta la comida asiática en general y me hubiese apuntado el primero en ese delicioso bufé cuyos platos has descrito perfectamente. A mi, lo crudo no me va mucho, pero cuando he tenido la ocasión, ha primado el deleite de sabores nuevos incluso desconocidos antes que el modo de cocinar. Lo único que no me entra es el afamado sake y eso que combina muy bien con la comida japonesa, pero no es para mí. Por ultimo mencionar que la palabra Itadakimasu tiene un significado muy bello, como has resaltado en un comentario anterior. Bravo por Nasu y Las Tejedoras. Un abrazo.
Es curioso cómo la manera de cocinar deja su impronta en nuestros paladares definiendo nuestros gustos culinarios; por eso, experimentar lo distinto lleva a nuestras papilas gustativas a otro nivel, aunque sigamos siendo leales a los sabores de siempre. El vocablo itadakimasu me entusiasmó en cuanto lo conocí (decidí que, si escribía un post, ese sería su título); su significado forma parte de esa Cultura del Respeto tan arraigada en la sociedad japonesa y que en Occidente nos resulta pintoresca.
Abrazo.
Wow la foto es simpática, es un huevo gigante en su nidito.
😊🥰
Eso mismo, jeje.
Salud.
Un par de cositas: esa fotito de «Del colorido tartar» y la descripción de sus ingredientes, ha conseguido hacerme «la boca agua», tan sugerentes son ambos -foto e ingredientes»
Y otra cosa más: mi simpatía por la señora Visitación que además es «asaz pinturera», palabra preciosa (ambas lo son pero me refiero a asaz) que hacía una eternidad que no leía ni escuchaba y que me encanta.
Un abrazo, amigo. Y un abrazo amigo
Por esta bitácora la palabra asaz va y viene; casi la tengo en nómina, aunque forma parte de esos términos de uso restrictivo que asoman en las grandes ocasiones.
Recibido el abrazo amigo, empaqueto otro a tu nombre, amiga.
Menos mal que vengo cenado porque me apetecería todo. La nipona es una de mis gastronomías favoritas. Es, además, una cultura de la que me gustaría conocer más.
Con lo que tú rondas por el mundo, es buena señal que aprecies la cocina japonesa frente a otros tipos de gastronomía.
Itadakimasu. Qué bonita palabra, y qué bonito significado.
No estoy yo puesta en la cocina nipona, eso sí, desde que descubrí las gyozas no faltan en mi menú semanal (incluso más de una vez).
Menudo banquete el que nos presentas. Con foto ilustrando.
Un fuerte abrazo.
Siempre tenemos esa ventaja: Tomar de la gastronomía ajena aquellos menús que nos resultan más deliciosos y adaptarlos a nuestras rutinas culinarias. A mí el sushi no me va, pero las gyozas, como en tu caso, me encantan.
Un abrazo primaveral con ese punto fresquete del invierno.
❤ ❤ ❤
Thanks!!
Gran comentario el de Visitación, gran puntapié inicial para comenzar la comilona.
Cuando vaya el barrio de Flores donde hay mucho restaurante japonés me la pasaré diciendo Itadakimasu, espero no haya sido una broma y signifique una barbaridad, porque cuando me persigan los comensales para romperme la crisma me acordaré de ti.
Abrazos.
FRodo
La buena señora puso voz a aquello que todos pensaban, porque un japonés hablando castellano con acento catalán rompe los esquemas; pero habiendo nacido en Cataluña resultaría más extraño que lo tuviera francés.
Usa, usa el Itadakimasu sin miedo y quedarás como un entendido. Palabra de honor.
Más abrazos.