Se envalentona el invierno aun sobre las brasas guarecidas tras el majano artesanalmente convertido en murete burlador del cierzo. Chisporrotean los muñones de leña achicharrados en la noche lardera y lanzan ayes de humo que el viento embiste y acorrala contra las piedras pulidas de la Abadía, donde se parapetan los devoradores de longaniza que preludian el tiempo de Cuaresma.
Las manos desnudas del villanaje jaranero aprisionan las humildes tajadas del pan de moños donde reposan, resignados, los sabrosos palmos de longaniza y chorizo lacerados por las ascuas.
Gélido y ventoso día lardero.
Asomóse la Luna al vaivén continuo del río, acechada, desde la mágica masa boscosa que se yergue sobre la corriente, por las pupilas trasnochadoras de mochuelos, lechuzas, autillos y bobones.
¡Fuera, invierno, fuera!,
¡borina y fartera!
Carnaval trae cartas
de la Primavera.
Glub! Qué bueno debe estar todo eso…
¡Qué agradable resulta la descripción que haces del momento, del ambiente, del paisaje… Consigues que la estampa de todo ello llegue a ser casi real mientras se te lee.
Besos y ¡Feliz Carnaval!
La noche, que arroba con sus sonidos, aromas y sombras, Luz.
Descansado domingo y fuerza para empezar la semana. Un abrazo.
Hoooolaaaa.
Entro en tu casa y ya aprendo algo, las palabras majano y villanaje. Existen!!!!!!!! Te leo y me da hambre, Una mirada.
Salu2.
Mmmm, hambre…. Sospecho que todos los festejos no son sino pretextos para dar buena cuenta de exquisitas viandas.
Saludos, Sands.
Esta vez me uno al pasacalle y con ellos canto:
¡Fuera, invierno, fuera!…
Y es que cada invierno que transito me cuesta más traspasarlo. Ya mis huesos protestan del frío y mi alma, continuamente se queja de la falta de sol.
Tengo claro que todos los festejos son pretextos para compartir manjares y licores y el que diga lo contrario va contra las leyes de la fiesta:)
Abrazos
Ya se vislumbra -y hasta se huele- a lo lejos tu añorada Primavera, Trini, con su ungüento cálido para revitalizar espiritus y osamentas y sus festividades lúdico-gastronómicas…
Otro abrazo.
Don CArnal y Doña Cuaresma batallando según contaba el Arcipreste. En esas estamos ahora.
Pocos días nos quedarían de ponernos morados a vicios, gulas y lujurias de vivir en otros siglos, por suerte las cosas han cambiado ¡ menos mal !, sobre todo para los que nos va la gula.
Pero algo que siempre me ha gustado, y que va relacionado con la Cuaresma, es el poder saborear, según tradiciones de algunos lugares, platos y sobre todo postres típicos de la época.
Saludos.
Ah, pues entre los platos típicos, no te pierdas los crespillos, que son hojas de borraja rebozadas con una masilla de harina, huevos, leche y azúcar.
No sé si en Burgos y provincia se consumen borrajas; en Aragón es una verdura muy típica que se toma sola o acompañando a otros guisos.
Saludos cordiales, Esperanza.
le toca ya el turno a la sardina…
el turno de su entierro, digo
(pobre)
un abrazo!
Yo no he probado la borraja, pero la he visto comer en casa de mi madre, por lo que, aunque sean cuatro los consumidores, por aquí la venden.
Voy a buscar la receta de los crespillos
Habrá que ponerse a tono para el evento funerario, Almena.
Ya me contarás, pues, si los has hecho y si te han gustado, Esperanza.
Mis cordialidades a ambas.