«Ártica»: Archivo personal
Desde la debacle, ninguno de los gatos que moran en el huerto de Marís y la veterinaria ha vuelto a arrimarse a la valla de madera que separa sus dominios del terreno colindante, propiedad de una pareja de maestros jubilados que residen en la Urbanización. Los mininos, que habían horadado bajo la cerca un pequeño pasadizo para ir de rondón a incordiar a las gallinas, hurtarles comida y obligar a Manolito, el gallo, a perseguirlos inútilmente, permanecen alejados del que, hasta anteayer, era uno de sus lugares favoritos de recreo. Dice Lucía, la dueña de las aves, que la actitud recelosa de los jóvenes felinos se debe a haber sido testigos de la tragedia que tuvo lugar al otro lado. De lo sucedido cabe suponer que el zorro que venía rondando los últimos meses los corrales del pueblo, logró acceder a la propiedad de Lucía y Pepe por la zona del talud de la acequia, la única parte del recinto donde quedaba un resquicio sin vallar. La certeza es que tres gallinas, de las cinco que vivían allí, fueron encontradas semidevoradas, y Manolito y las otras dos habían desaparecido. Queda constancia, por la cantidad de plumas desperdigadas y los restos orgánicos hallados en la parcela, que tanto el gallo como las titinas —así las llama Lucía— plantaron estéril batalla a su atacante y aunque Pepe, siempre optimista, no descarta que el gallo y las dos gallinas que faltan huyeran por el mismo lugar que usó el depredador para entrar, la posibilidad de que sobrevivieran es remota, más todavía tras asegurar Ezequiel, el viñador, que había visto no un raboso sino dos, macho y hembra, en las cercanías del hayedo, a escasos cincuenta metros de donde se emplaza el gallinero asaltado.
Siempre tiene que meterse un zorro en el gallinero… Y estupenda foto de la gata, animales que me encantan. Pobre Manolito… Un saludo y feliz domingo.
En las zonas habitadas es difícil que los zorros se hagan con presas, pero ese gallinero está a casi 3 km del pueblo…
Y sí, los gatos despiertan tanta curiosidad como admiración, aunque hay quienes no los soportan.
Salud.
Si, muchos más…especialmente en mi barrio…prefieren perros, pero yo se que los gatos son animales superiores. Un saludo y feliz día, comenzamos una semana supuestamente de lluvia en València, veremos porque aquí usualmente caen cuatro gotas…
A ver pues si esa lluvia que tanto se resiste nos alegra la semana. Por aquí, muchas nubes pero nada de agua.
Igual aquí…
No me extraña que el gato no sé acerque al corral. Además un gato, tan guapo como el de la foto, sería una lástima que cayase en las zarpas del raposo.
A ver si dan con Manolito y las gallinas 😂😂
Buena tarde.
El pobre Manolito apareció muerto fuera del vallado; de las dos gallinas no se sabe nada. Afortunadamente, no parece que a los zorros les interese hincarles los dientes a los gatos ni, de intentarlo, les sería sencillo.
Salud.
Las pobres gallinas, quel dommage!
Me gusta el gato Ártica, tiene mirada misteriosa.
💗 💗
Da pena pero… así funciona la Naturaleza.
Dos corazones más para ti.
Quizás Manolito haya emprendido una nueva vida junto con las dos titinas. A ver que yo lo digo por animar, pero me da la sensación de que el optimismo no tiene mucha cabida aquí, máxime si como parece fueron dos, zorro y zorra. En fin, no me extraña que los gatos no quieran arrimarse a la valla. Por cierto una gran foto. Un abrazo.
No vas desencaminado; Manolito, que apareció en el arbolado, murió de una dentellada en el cuello y de las gallinas no se ha sabido nada. Al hallarse el gallinero alejado del pueblo, nadie escuchó el jaleo y las aves no tuvieron ninguna oportunidad. Y los gatos, tan poco amigos de los ruidos, se llevarían el susto de su vida.
Otro abrazo.
💜
Merci, Christine!!
En cierta ocasión yendo a Madrid a un curso, una zorra, o zorro enorme me sirvió de desayuno. Con el coche a las 6 horas aproximadamente me la tropecé en medio de la autovía, de momento solamente noté un fuerte golpe, al rato la temperatura del agua del coche se puso al rojo, me había roto los dos radiadores el del agua y el del aire acondicionado. Supimos que había sido un zorro ya que un hermano del taller donde lo tuve que dejar fue al sitio que le indiqué, esto me pasó en Ariza.
Tuviste suerte y solo hubo que arreglar la avería del coche; podías haber sufrido un accidente y salir malherido. Los animales, en carretera, suponen un peligro porque, ante las máquinas, pierden reflejos y se paralizan. Esquivarlos es tan arriesgado como darles de lleno con el coche.
Me da penita, pero así es la ley de la Naturaleza, ¿verdad?.
Pobres gallinas, yo cuando pequeña iba a recoger los huevos del gallinero de mi abuela, al principio me daban miedo no fueran a picotearme, luego se me pasó y lo disfrutaba mucho. ¡Qué recuerdos tan entrañables!
Aquí en Canarias no hay zorros, así que ese temor de que suceda lo que le pasó a esas gallinas (y gallo), no existe.
Aún así, me da pena la escena y la situación….
Menudo susto se tuvieron que llevar los gatos cuando vieron (intuyeron) la escena. Normal que no hayan vuelto a aparecer por allí.
Un abrazo, Una mirada.
Feliz arranque de semana!! Aquí ha empezado a lloviznar (antes lo digo, y antes sucede😉).
Qué sensación coger los huevos todavía calentitos, casi recién puestos, y qué diferencia una tortilla de huevos de gallina criada en libertad, con alimentación natural, con la que se pueda hacer con los huevos que venden, en packs, en los supermercados. Con ver el color de la yema, se nota la diferencia.
Los zorros (aquí los llamamos «rabosos», con B de rabo), independientemente de sus acciones, son animales guapetones. Y pese a lo sucedido con el gallo y las gallinas de Lucía y Pepe, no es lo habitual; seguramente, de haber estado las aves en un corral convencional, junto a una vivienda habitada, el incidente no hubiera tenido un final cruento. Hay que entender que los zorros se limitan a seguir su instinto actuando como lo que son, depredadores.
Y los gatos, benditos ellos, es posible que ya hayan olvidado lo sucedido a pocos metros de su cobijo.
Un abrazo y que esa llovizna no se detenga y vaya a más.
Menuda cacería que organizaron los zorros… No sabía que fueran agresivos hasta ese extremo. Una gallina, bueno, pero tantas… Eso es matar por matar, no para comer.
Tampoco es que sea cuestión de agresividad sino de instinto. Las gallinas y el gallo, lógicamente, no se quedaron quietos esperando las dentelladas y el zorro se limitó a actuar contra sus presas, para dominarlas, de la única manera que conoce.
Que poco se yo de animales… ¿Como me pongo a opinar sobre los zorros si no he visto ninguno en toda mi vida?
No es necesario haber visto a un animal para opinar, así que es normal que te parezca excesivo el comportamiento del zorro con esas aves. En relación con los humanos, en cambio, no es un animal peligroso (salvo que se sienta acosado) y se mantiene a distancia.
Por algo se les tiene por astutos. Buscan y rebuscan con tal de encontrar ese punto débil que les permita acceder a la comida. Espero que el daño económico no sea muy grande para los dueños.
Más que dolerse del perjuicio económico (las aves no las tenían como negocio), los dueños lo que llevan es un buen disgusto, culpándose más a sí mismos que al zorro, que, por otra parte, actuó como lo que es, un animal salvaje en busca de alimento.
No me extraña que no se arrimen a la valla, si vieron el asalto.
En el huerto nos entró una garduña que pudimos cogerla por que nos traía a maltraer llevándose los huevos,de piedra, y la soltamos lejos.
https://asimegustaelmundo.blogspot.com/2020/03/el-ladron-de-huevos.html
Quizás pecamos de buenos porque pasado no mucho tiempo algo entró de nuevo que las mató. Y pensamos que la que pillamos se sabía bien el camino.
Sí, mejor pensar que el gallo y las dos gallinas huyeron. Artica es una preciosidad. Que los gatos se recuperen dela susto.
Buen lunes.
Un abrazo.
Recuerdo a la garduña de tu post y ese buen truco que utilizasteis para que no cogiera los huevos reales. Los animales salvajes son impredecibles y ponen toda su astucia al servicio de la búsqueda de comida. Suelen ser instintivamente tenaces y buscan la manera de salirse con la suya; forma parte de su naturaleza.
¿Os mataron, pues, a las gallinas? Vaya desastre.
Feliz semana.
Otro abrazo para ti.
ufff qué penilla…
Ya sé que es el instinto, que es propio del zorro procurarse así su sustento y quizá el de sus crías, pero…
Siempre me ha dado muchísima pena y fíjate que no puedo ver documentales de animales donde haya «cacería» entre ellos.
Recuerdo de niña que yo hasta lloraba cuando, estando en el pueblo de mi abuela, veíamos llegar al «milano» oteando desde la altura a la gallina con sus polluelos para robarle alguno. Y alguna vez ví que lo conseguía y se lo llevaba volando entre sus garras…
Bueno, espero que aparezcan los extraviados.
Un abrazo!
Es lógico que, por mucho que entendamos las razones por las que unos animales «cacen» a otros, prevalezca el sentimiento por las víctimas. Es inevitable, pero, en nuestro fuero interno sabemos que esas escenas forman parte de las leyes naturales, que unos y otros animales forman parte de una cadena en la que no intervienen la maldad y la bondad sino el instinto de supervivencia. En el caso de Manolito y sus compañeras lo positivo es que, mientras vivieron, lo hicieron en condiciones óptimas y en un espacio lo suficientemente grande para que gozaran de libertad de movimiento.
Otro abrazo.
Uno no puede más que entristecerse del pobre Manolito y sus compañeras.
Recuerdo una casa que visitaba donde aún tenían gallinero y el perro que cuidaba la misma, tenía el desagradable capricho de no hacerles nada a ninguna de las aves mientras no cruzaran fuera del gallinero pero ¡ay, si salían! le afloraba el instinto lobuno o zorruno.
Y esto se debía tal vez a que el antiguo dueño del gallinero había fallecido y ya nadie se encargaba de enseñarle al perro.
Abrazos
Los animales domésticos, fuera de su ámbito hogareño, mantienen su instinto. En casa, los gatos han convivido siempre con canarios, periquitos… y los han respetado, lo que no era óbice para lanzarse a por los gorriones de los aleros o las perdices y codornices que se ponían en su trayectoria. Sabían perfectamente el estatus de los «de dentro» respecto a los «de fuera». Lo mismo pasaría con ese perro.
Más abrazos.