«Preludio de la noche»: Archivo personal
Pinta la tarde adioses encarnados sobre el arcaico camino de servidumbre que atraviesa la antigua granja porcina de Casa Zerigüel, por detrás de la torrontera. A la izquierda de la construción de adobes anaranjados donde vive la cuadrilla de esquiladores polacos, aún se aprecia la hondonada donde, en tiempos, se hallaba la nauseabunda balseta de purines que convertía los aledaños de aquel terreno en los únicos lugares evitados por la chiquillería en sus escaramuzas por la periferia del pueblo. Pese al hormigón que sella en la actualidad el inmundo agujero, arrugan la nariz las caminantes y apresuran el paso descendiendo hasta la vaguada para trepar, asiéndose a los matojos de hierba asentados en los escarpes de la foz, hasta el límite norte del Barrio, donde se levanta la parte de atrás del Salón Social. “Cualquier día os vais a romper la crisma”, las saluda desde el cenador iluminado Olarieta, la cocinera del bar de Salón Social. “Entrad, que acabo de freír unos crespillos”.
Se alejan la tarde y sus granates y se llega la noche vestida de sombras atezadas, con las voces de La Bullonera inundando el interior del bar y el fuego de la chimenea lamiendo, cálido, los rostros fríos de las recién llegadas.
Muy buen relato y me hace pensar en quien serían esas mujeres caminantes…
Pues fíjate que hay una gran tradición andariega entre las mujeres de ese pueblo; algún hombre va también, pero son los menos.
Venga, interesante…
Wow, ese cielo está lindísimo al atardecer.
Los atardeceres y los amaneceres son siempre espectaculares.
La foto preciosa.
Hoy acabo de aprender una nueva palabra, torrontera, al principio he pensado que te habías confundido y querías haber puesto torrentera, pero Ya he visto que tenías razón.
Es una palabra que invita a la confusión, sobre todo porque en castellano es de género masculino y aquí la decimos en femenino. Acabo de añadirle un enlace al DLE, para que se vea que la referencia es a los depósitos de tierra, no al agua.
Los crespillos qué ricos. Hasta hace poco no sabía lo que eran. Los probé por primera vez el último día de un taller de escritura.
Qué cielo más impresionante.
Salud.
Son un manjar. Me chiflan los crespillos y eso que, de crío, si había una verdura que detestaba eran las borrajas, que suponían un suplicio cada vez que me ponían un plato de esa verdura en la mesa.
Salud.
Los crespillos que conozco son de Murcia y son salados, pero estos parecen más apetecibles y se parecen más a otros fritos que se hacen también en Murcia con las hojas del naranjo y el limonero.
En esta zona son una tradición, siempre con hojas de borraja, que es una verdura que se cultiva y se come mucho.
Espectacular la foto. Me encanta.
Y por supuesto, el relato. Siento el calor de la chimenea en mi carita helada ☺️.
Un abrazo ^^ 🍀
La foto está hecha con un móvil en un atardecer frío de estos dias atrás que tanto apetece sentarse junto al hogar, al calor de las llamas.
Otro abrazo para ti.
La foto espectacular como todos coincidimos. Supongo que con ese frío apetece chimenea, tomar unos crespillos y escuchar a La Bullonera (gracias una vez más por los enlaces).Yo también he tenido mis dudas con la palabras torrontera. La de cosas que aprendo leyéndote. Un abrazo.
Lo mejor del frío es sumergirse en él para luego sacudírselo ante un buen fuego, como se ha hecho siempre…
Los enlaces son muy socorridos porque permiten el uso de digresiones sin perder el hilo de lo que se desea transmitir; son la gran ventaja virtual.
También aprendo, y mucho, de cada comentario.
Cordialidades.
Excelente narrativa
Muchas gracias por tu amabilidad.
«…..y el fuego de la chimenea lamiendo, cálido, los rostros fríos de las recién llegadas».
Me encanta la manera en que pintas las sensaciones.
En la cotidianidad de los barrios y lugares que nos vio nacer, crecer, en la que tantos recuerdos uno ha vivido, se refugia la dulzura y el candor de lo añejo y lo crucial.
Gracias, Una mirada.
Un abrazo bien grande.
P.S.1: No sabía lo que era un crespillo, ahora estoy deseando probarlos!!
P.S.2: La hora roja de tu foto, todo un espectáculo!!
Eso es. La maravillosa sencillez de lo cotidiano que, aun repitiéndose, no deja de sorprendernos cuando reparamos en lo que nos rodea. Ah, y los crespillos son un bocado de calidad, cn una simple hoja de borraja, que no sé si es una verdura cultivada en Canarias.
El comienzo y el fin del día lucen siempre espectaculares, con el cielo transformado en un inmenso lienzo de un colorido que extasia y que es imposible reproducir artificialmente.
Otro abrazo para ti, Contadora.
Un cielo así, con esos colores, pero sin esas nubes y con otro territorio debajo estoy pintando. Otro preludio de la noche (lindo título). Buen relato poético y barrial
A mi pintura le quedan unas pinceladas y ya posará para la foto.
Abrazotes
Esperaré, pues, que subas tu atardecer al blog para extasiarme con esa amalgama de colores que anuncian el final del día. Será un placer.
Cordialidades.