«In memoriam»: Archivo personal
…y allí, en la Sierra de Urbasa —donde los familiares quebrantahuesos derrotan al aire— recrea el cerebro, a menos de tres palmos del corazón acongojado, la angustiosa subida de los prisioneros, el aterrador sonido de las armas y el espantoso alarido de los moribundos arrojados al corazón de la sima…
…allí, al sur, en el mirador que dicen balcón de Pilatos, donde un oleaje de fresnos, hayas, olmos, mecen sus copas y graznan los cuervos mientras remontan los alimoches los más de novecientos metros de cortada en anfiteatro…
…y ella, con los pies tanteando el reborde pétreo del abismo y los ojos encharcados y salinos, fingiendo otear el mágico nacedero del río Urederra…
…ella, cerrando, al fin, los ojos para abrirlos de nuevo y sentir sus lágrimas deslizarse, alígeras, hasta el mentón para impulsarse y fenecer entre las manos apretadas contra las rodillas.
En la Nada Infinita recita Pablo Neruda su Canto XII.
Estremecedor relato, y después de leer el poema, tan oportuno, de Neruda… Los pelos de punta. Conmovedor. Salud.
Es tremendo estar en ese lugar y recordar lo que allí sucedió. Tremendo, tremendo.
Salud.
Copio el poema de Neruda y me lo voy a guardar, porque no lo conocía y me ha llegado al alma.
Este Canto XII forma parte de una colección de poemas inmensos que Neruda tituló Alturas de Macchu Picchu.
Hace muchos años, musicó Joan Baez dos fragmentos de ese poema en aquel recordado No nos moverán que, con seguridad, alguna vez habrás entonado.
Ay… que no acabo nunca. Igual algún día lo cuelgo en mi blog, sino te importa.
No solo no me importa sino que me parece genial la idea.
Un texto que eriza la piel, que profundiza en el tremendo dolor acaecido tiempo atrás. Debe ser tremendo estar en ese escenario, como la mujer de la foto, asomada al abismo con el corazón acongojado y reviviendo el dolor que aflora en esa humedad salada de sus ojos.
Aplaudo tu manera de decirlo, de hacerlo, de conseguirlo, de traerlo hasta aquí, de mostrarnos que no prescribe en la conciencia de muchos.
Gracias.
Abrazote.
Es toda una experiencia de sentimientos encontrados; el paisaje es maravillosamente agreste y espectacular; es un paisaje que atrapa… Y, claro, luego está lo que allí sucedió, de lo que es imposible sustraerse porque lo único que les queda a esos desgraciados seres humanos es nuestra memoria.
Gracias a ti. Otro abrazo.
No hay palabras para ni siquiera imaginar, la angustia y la congoja de esos momentos. Y por tanto no hay nada que añadir, más allá de la tristeza de la historia. Un abrazo.
Cierto. Es imposible, conociendo lo que allí sucedió, contemplar el entorno sin estremecerse.
Abrazos.
❤ ❤ ❤
Bisous.
Igualmente, Allegra.
Hablad por mis palabras y mi sangre.
Unas veces hablamos -o escribimos- solo con palabras, pero otras lo hacemos con sangre.
…y cómo burbujea la sangre bombeando palabras…
Solo pueden hablar a través de las palabras de otros. Eso sí, el paisaje es espectacular.
Voz a quienes ya no la tienen…
Es un paisaje extraordiario en cuya inmensidad los sentidos se agudizan.