«Atmósferas»: Archivo personal
En tanto aún apacienta —extenuado— el otoño los meses umbríos, sestea —indolente— el invierno, entre pedrizas, barrancos y encinares.
Descienden —rudos y anhelosos— cinco goterones y medio al instante absorbidos por la arcilla meliflua que engrosa las suelas de las botas y obliga a gemelos y sartorios a probar su fortaleza entre las peñas forradas de verdín que acotan las estrecheces de la vereda silvestre.
Dance de cirros que pardean y viran vestidos con tutús blanquecinos bajo el telón añil que los custodia.
Clarea el lomo encrespado de la sierra y se bate el cierzo tibio contra hierbas, ramas y los cuerpos ágiles que, arrebozados en impermeables rojos, azules y anaranjados, incursionan —jadeantes— entre riscos porosos, vigilados por un ejército desmandado de nubes antojadizas.
Bajo el puente, reflejan las aguas mansas —tiernamente acribilladas por la lluvia— las figuras que recobran el aliento inclinadas sobre el pretil.
Al fondo, achaparradas a los pies del farallón donde resisten los buitres, se entrevén las primeras casas.
Una buena pintura invernal del paisaje.
Ya va a escampar y tendrán su primavera (entre nos: para entonces andaré dando vueltas por allí.. no exactamente por tus lares, pero cerca)
Besos!
No, si del invierno no me quejo; soy uno de sus más fieles enamorados…
Así que vendrás a la tierra de tus abuelos prendido en la primavera… Ya nos irás contando.
Más besotes para ti.
Qué bonito…
Celebro que lo veas de esa manera.
Gracias por acercarte.
Estás describiendo un idílico paisaje, que desgraciadamente cada vez se parece menos a la realidad, gotas frías, ciclogénesis explosivas, DANAs, medicane… Antes no existían estas cosas, había precipitaciones, rachas frías, ventisca, calima y poco más.
Por esta zona nuestra el invierno está siendo incluso apacible; de momento la tal Gloria no ha venido a hacernos partícipes de su borrasca. De momento… Ya sabes que por estos lares la cuesta invernal suele ser más empinada a partir del treinta de enero.
Todo un canto a la Naturaleza… Y yo sin más Naturaleza que una fea mariposa, que aparece y desaparece en un piso de una ciudad de las más contaminadas.
Algún parquecillo o arbolado tendrás cerca para convertirlo en tu espacio salvaje… La calidad del aire en los asentamientos humanos más poblados nunca es la ideal; ahora todo depende de las medidas que se tomen para que no vaya a peor.
Tengo relativamente cerca el Parque García Lorca, del que he fotografiado hasta el último rincón y la última planta, pero haciendo frío y mal tiempo es incompatible con mis años.
Ya llegará el tiempo apacible para volver a gozar de esos rincones del parque.
Describes un paisaje como si fuera un lienzo, mostrando esos matices que a veces no se pueden apreciar y con unas pinceladas de escritura excepcionales.
Me ha gustado mucho, enhorabuena y abrazo.
Gracias por tu amabilidad, Sabius. El paisaje no es sino una obra pictórica viva que la vista abarca entre invisibles bastidores para poder guardarlo en la memoria, deleitarse en él y revivirlo cuando ha quedado a la espalda.
Otro abrazo para ti.
Qué manera más bonita de describir el invierno, la naturaleza, un paisaje….
Leer esto ha sido como un arrullo de sensaciones que entran por los ojos pero anidan en nuestro interior para llenarlo de candor y fascinación.
Me encanta el invierno y sus paisajes, el frío y la naturaleza, pero sobre todo esa cálida sensación a hogar, a familia….
Gracias!
Bienvenida, pues, al Club de Admiradoras y Admiradores de la Atmósfera Invernal, el tiempo que desatora la mente, tonifica el espíritu, potencia cada parte del cuerpo y estimula el acomodo entre presencias gratas.