«En las alturas»: Archivo personal
Unos minutos antes de las ocho de la mañana, con el desayuno en la mesa y las huellas del gaudeamus de la noche delineadas en los rostros, se filtran desde la calle las voces de los Auroros de Zizur, que entonan laudes a la virgen del Pilar enardeciendo a Cirilo, el canario de la señora Auxiliadora, que desde la galería contigua une sus gorjeos al concierto callejero despejando definitivamente al amodorrado cuarteto del tercero derecha. La gente de las viviendas que dan a la plaza, asomada a ventanas y voladizos, aplaude a los esforzados cantores que, tras un par de bises, saludan y se trasladan a otra parte de la urbanización, a recordar con sus tonadas mañaneras la festividad religiosa del calendario. Cirilo, espoleado ahora por los gorriones del arbolado, eleva todavía más la intensidad de sus trinos y ladra Yaiza, imcontenible, no se sabe si para mandar callar a la avecilla enjaulada del tercero izquierda o para unirse, con sus toscos gañidos, al improvisado coro alado que han dejado atrás los Auroros en su actuación itinerante.
Una hora después, sobre los campos y las colinas que se atisban entre las dos torres de viviendas de enfrente, un globo aerostático se desliza con lentitud señorial por un mar invertido, descampado, sosegado y seco.
Ese final le da mayor sentido a todas las descripciones sensoriales de todo lo anterior.
Justo en la semana escuché en mi programa de radio preferido, extrañas historias sobre globos
Abrazos!
Me he quedado con la historia de la Silla Celestial de los Bienaventurados llevada en procesión; es sublime.
Otro abrazo para ti.
Y después de hacerle la foto al globo, te fuiste a la cama tú también…
Habrá quien lo haga; seguro. Pero no es mi caso.
La algarabía que se debió de formar entre Cirilo, Yaiza y los gorriones unido a loa cánticos de los Auroros tuvo que ser similar al vocerío que ayer mañana se organizó en Broto persiguiendo a unos jabalíes, los perros por un lado, la trompeta para asustarlos, los chillidos de los cazadores y a todo esto, los paseantes por la ribera del Ara asustados, encontrándose con carteles de PELIGRO -BATIDA DE JABALÍES-.
Así que batida contra jabalíes… Y como además no hay cupo límite de capturas los cazadores se sentirán tocados por el ala de la Administración -salvo que alguno de los ejemplares esté infectado con triquina o cualquir epizootia y se acabe la manga ancha oficial-.
Supongo que los avisos estarán bien visteros…
Entre la sequía y la falta de comida, los jabalíes no saben ya ni donde se meten.
https://www.ideal.es/granada/bosque-alhambra-jabalies-destrozan-sendero-20191014192320-nt.html
Tiene su lógica; entre morirse de hambre o rebuscar en los asentamientos humanos, no les queda otra opción.
Me gustan esos despertares.
Me encanta que no se pierdan las tradiciones (encima los Auroros se definen como un grupo abierto a cualquier sugerencia, lo que es de aplaudir y elogiar).
Nunca llueve a gustos de todos y siempre habrá quienes se quejen por oírlos, y si fuera el caso, por no oírlos.
……Y lo bien que se queda uno después de un despertar tan armonioso, observando la vida pasar, y uno con ella también?!!
Reconozco que hasta ese día ignoraba la existencia de los Auroros; tampoco es que me extrañe… En Navarra hay una asombrosa religiosidad; ignoro si es por influencia del Opus Dei, que por estos lares tiene mucha acogida, aun cuando nada es comparable a los mitos y personajes ancestrales de los valles.
Suerte tienen los Auroros de no vivir en Suiza, donde en verano te amanece a las cinco de la mañana.Por otra parte, no me extraña que los animales quieran unirse a la fiesta.
Estoy seguro que, incluso a esa hora, saldrían a cantar; me han contado que no se arredran ni aun con las inclemencias del tiempo.
Las aves canoras se entusiasman enseguida con la música; algunas, hasta cuando escuchan la conversación de un grupo de personas.