«La patria en los zapatos»: Archivo personal
Cimbrea el viento los viejos cipreses y acicala la lluvia las primorosas copas de almendros, litoneros, robles y pinos, encharcando santolinas y bojes y formando un barrillo que se adhiere a las deportivas de las jaraneras pandillas que, embozadas en lenes y coloristas chubasqueros ya calados, recogen, sin prisas pese al aguacero, los restos de los festines en la ladera norte del cerro de San Jorge, la familiar colina en la que, desde hace siglos, se festeja la capitulación de la invicta ciudad sarracena de Wasqa a cuyos ejércitos, unidos a los castellanos, vencieran las tropas aragonesas de Pedro I en 1096, en la batalla que la historia llamaría de los llanos del Alcoraz y donde el mágico caballero Jorge, cabalgando por la atmósfera, decantó la victoria, dicen, hacia el expansivo ejército aragonés, obligando a la ciudad de las cien torres a abrir los preciados portalones de sus inexpugnables murallas a aquellas huestes de cristianos montañeses que durante tantos años venían codiciándola. Y así fue como el antiguo poblado de Bolskan, que los romanos celebraron como Osca para pasar a ser bastión de Al-Ándalus del Norte durante cuatro siglos con el nombre de Wasqa, convirtióse en la Huesca aragonesa sin perder jamás la memoria de los pobladores que la habitaron a lo largo de la historia.
Hoy, 23 de abril —Día de Aragón— como en el canto de La Tronada, llueve.
NOTA
Dondiniar es un vocablo aragonés que significa vagar, merodear, ir de un sitio a otro.
Me ha gustado la manera de explicar la leyenda de la aparición de San Jorge en la batalla de Alcoraz.
Y mientras tanto que suene la Ronda de Boltaña.
…Somos un pueblo de agua en un seco país;
abrazados a un río queremos vivir.
No veremos nunca el mar, como no echemos a andar.
¡Vamos juntos, que se oye tronar!…
Otra leyenda más de cruces y espadas en una conquista -que no reconquista- la de Wasqa, donde la religión no tuvo cabida; de hecho, a los sarracenos oscenses dependientes de la Taifa de Saraqusta les ayudó todo un ejército castellano de raíces cristianas, que puso sus armas al servicio de una misma causa: Evitar que las tropas aragonesas ampliaran sus territorios. Fue una de las batallas más concurridas de la época.
Es curioso como los santos y las vírgenes estaban en las batallas unas veces de un lado y otras de otro.
La incorporación de los habitantes celestiales fue bastante posterior a las batallas en sí y, curiosamente, se dio en lugares donde ya existía cierto fervor por divinidades muy anteriores a la aparición del cristianismo; simplemente, se transformaron los viejos mitos en otros nuevos envueltos en la religión imperante.
Esta entrada se la voy a enlazar a un amigo que le va a interesar. Seguro.
La historia de la conquista de Wasqa y la aparición del santo imposible la desarrollé más completa en este post.
La fotografía me ha sorprendido por ser tan literal el lema, con las botas sobre ella. Muchas gracias por recordar la leyenda e incluir en el «Relacionado» el artículo de «In illo tempore» que tanto me gustó, ha sido un placer releerlo.
Me voy a atrever a recordarte, y perdona si te molesta, que los anarquistas podéis hacer mucho por la sociedad votando este domingo.
Feliz fin de semana y un beso grande, Mirada.
…y tras más días de pasión que los propios de la Semana Santa, un domingo de resurrección… Y a ver qué fichas mueve el de Ferraz.
Un beso también para ti y el deseo de una productiva semana -ya me entiendes…-.
Dicen que el hoy no se entiende sin la historia del ayer.
Ya han pasado muchos «ayeres» de esta batalla, y siempre se agradece recordarla del modo en que tú la has traído hasta aquí.
Conjugando historia, personajes, lugares y tradiciones.
Un beso, Una mirada…
Sin duda el presente no es sino un brote de las muchas ramificaciones del pasado, a veces mal interpretado y hasta tergiversado, del que las leyendas y tradiciones no son sino un recuerdo donde se hallan anudadas realidades y fantasías.
Abrazos.
Una buena manera de aprender un poco de vuestras tierras, que si bien no son exactamente las que dejaron mis abuelos y bisabuelos atrás (Galicia), están tan emparentadas en su historia, invasiones, resistencias y reinados.
Abrazo!
Digamos que Galicia y Aragón están al norte de la península pero separadas por más de ochocientos kilómetros; con una historia medieval diferente y dos viejas lenguas que, como el castellano, proceden del Latín.
Otro abrazo.
Eran tiempos en los que las alianzas entre países, entre reinos, no eran tan simples como hoy nos tratan de hacer creer: «cristianos contra moros». Ni todo fueron periodos de guerras… y había relaciones comerciales entre esos reinos… En ochocientos años dio lugar a muchas cosas.
Saludos.
La historia, generalmente, se narra mal, se utiliza peor y, además, se juzga desde el presente con enorme ligereza, tergiversándola a beneficio de las propias ideas. Y cuando el tema es Al-Ándalus el maniqueismo es arrollador; así ha ocurrido que de tanta manipulación se han creado generaciones de ignorantes de su propio pasado.
Muchas gracias por el comentario.
Salud.
Preciosa entrada para celebrar el día de vuestra Comunidad. La Historia de España es abundante en batallas entre quienes han codiciado estas tierras a lo largo de los siglos, pero pocas hay tan interesantes como la que mencionas.
Es una batalla interesante, por su planificación y los diferentes aliados que aglutinaron los contendientes y fue clave en la expansión aragonesa. Mucha gente ignora ese Aragón musulmán en el que tuvo lugar lo que algunos historiadores considerann la primera gran Cruzada, con la potente taifa de Saraqusta (la actual Zaragoza), con su gran ejército y sus aliados cristianos -el mismo Cid estuvo a sueldo de la taifa- haciendo frente a las arremetidas de quienes, finalmente, la conquistaron.