«La fosa abierta»: Archivo personal
El día 1 de octubre, Toño Moliner, del Círculo Republicano Manolín Abad de Huesca, enviaba un mensaje a los nietos del hombre asesinado ochenta y un años atrás: “El cráneo es el de él al 99’9%”. Y ellos, los nietos de Constantino Campo Arcas, que durante tres días habían asistido y colaborado en la delicada y emotiva tarea de apartar la tierra que ocultaba aquellos cuatro cuerpos que ocupaban la infame fosa, tuvieron, por fin, un momento para llorar —de alegría moteada de tristeza, por la recuperación de los restos de un abuelo al que hurtaron la posibilidad de vivir una vejez colmada de abrazos; de congoja, por el recuerdo de la abuela Emilia, viuda con 36 años y madre de seis hijos (la mayor tenía doce años), a quienes el asesinato truncó dichas y sueños; de rabia, por no tener la oportunidad de enfrentar sus ojos con los de los asesinos y arrojarles, en prolongado reflejo, su desprecio—.
Quedó vacía la oquedad, con un compungido ramillete de flores velando el recuerdo de los infortunados moradores —Isabel, Mariano, Andrés y Constantino— aunados en ese indeseado destino térreo que el empecinamiento de los descendientes de uno de ellos y el arrojo administrativo y excelente disposición de los republicanos del siglo XXI lograron quebrar para sustraer las humanas osamentas de la Sima del Olvido a la que quisieron arrojarlas los homicidas.
IN MEMORIAM
Constantino Campo Arcas, 39 años. Zapatero y funcionario del Ayuntamiento.
Mariano Mascuñana Perales, 52 años. Carpintero.
Isabel Navarro Llena, 44 años; esposa del anterior.
Andrés-Ramón Olivar Pardo, 44 años. Tipógrafo.
ADENDA
El 27 de julio de 2019 los restos de Constantino fueron inhumados, tras una sencilla ceremonia civil, junto a los de su esposa Emilia, poniendo fin a ochenta y dos años, cinco meses y veintisiete días de forzosa separación.
¿Y no sería mejor que, una vez identificados, los devolvieran al lugar donde han estado juntos 81 años? Con una lápida encima con sus nombres, por supuesto. Si yo fuera descendiente de ellos, lo preferiría así.
Al parecer, los nietos de uno de los exhumados desearían cumpllir el sueño de su abuela que, muy viejecita, penaba porque no solo le habían arrebatado a su marido sino la posibilidad de descansar juntos hasta el fin de los tiempos. De las otras tres personas, dos de ellas matrimonio, se está intentando localizar a algún descendiente.
Tuvo que ser conmovedor para los nietos ir apartando la tierra para llegar hasta las personas enterradas sabiendo que uno de ellos podría ser el abuelo al que buscaban y que les confirmaran después que así era. Me figuro que ese «final feliz» hará estado precedido de una larga búsqueda. A ver si los descendientes de los otros exhumados aparecen pronto.
Un abrazo y buen fin de semana.
En realidad, no hubo problemas de búsqueda; se conocía la fecha, 1 de febrero de 1937, y el lugar al que había sido llevado el cadáver -antiguo cementerio de Las Mártires- e incluso la filiación de las otras cinco personas fusiladas ese día, cerca de las que se suponía estaba enterrado. Una vez tomada la decisión de exhumar al abuelo, se contactó con el Círculo Republicano de Huesca, que obtuvieron los permisos pertinentes, y con el experto Javier Ruiz se procedió a desenterrar la zona acotada donde se creía que se hallaba. Y así fue. Se empezó el 29 de septiembre y el día 2 de octubre ya se habían extraído los cuerpos. Conmovedor, como dices.
Otro abrazo para ti.
No olvidar jamás.
Hay que desenterrar las verdades, siempre.
Acá no tuvimos Guerra Civil , pero tenemos por ejemplo a los 30.000 desaparecidos de las última Dictadura Militar que siguen esperando por mayor justicia
Abrazo!
Ante hechos tan violentos que causaron infinito dolor no cabe el olvido. Ni el perdón. Se cercenaron vidas y se destrozaron familias. Esas cuatro personas no eran combatientes que dieran su vida por un ideal sino civiles pacíficos a los que se asesinó en la sinrazón.
A las familias de las personas desaparecidas en Argentina, nadie les devolverá a sus hijas, sus padres, sus hermanos, pero, por lo menos, pudieron ver que se encausaba, juzgaba y condenaba a los inductores y hacedores de tanto horror. Ese es el único consuelo. En España, en cambio, con la llegada de la democracia lo que se hizo fue mantener en la impunidad los crímenes cometidos, de tal manera que, cuando se redactó una Ley de Memoria Histórica, el tiempo había consumido la posibilidad de encausar a nadie porque los responsables de los desmanes ya habían muerto.
La mayoría de las guerras son un sin sentido, una sin razón, un yo te tiro una piedra ya que no comulgo con tus ideas y el otro hace lo mismo con otra más grande, hermanos contra hermanos, tu piensas blanco, yo negro, tu no cedes yo te la guardo para cuando tenga un arma o alguien que me apoye y así con premeditación y alevosía, nos matamos en una guerra incivil, en muchas ocasiones sin saber porqué estábamos en uno u otro bando.
P.D. El otro día desde Bélgica traté de mandarte un comentario a la entrada «Otoño salífero» pero no hubo manera, no me reconocía y no podía comentar como anónimo, así que tuve de desistir, después de haberme peleado con las teclas del móvil.
Sí. La maldad explosiona en las guerras destrozando, con sus acometidas, a todas las personas que se hallan en su trayectoria. Es pavoroso saber que quienes cometen semejantes atrocidades pertenecen a la especie humana, donde los buenos sentimientos y la falta de escrúpulos transitan, anónimos, hasta que estalla una parte del engranaje y asoma la verdadera faz de cada cual.
He consultado el libro de nuestro común amigo y llevas razón en que fueron seis los fusilados en la última saca del 37. Faltan entonces los restos de David Castillo y Ángel Lanao que estarán en alguna de las fosas señaladas por el CRMAHU, a ver si la suerte acompaña y todos los fusilados pueden, poco a poco, recibir la más digna de las sepulturas.
Echando un vistazo a las fotos de Neofato he visto a Martín Arnal. Me descubro y hasta me arrodillo si es preciso, qué fortaleza y qué ejemplazo para todos ese hombre de 96 años que jamás ha reblao y se mantiene firme de cabeza, con las ideas más frescas que nunca.
Salud, gater, y traslada mi enhorabuena a la familia por la decisión tomada.
Hoy, precisamente, se acomete la exhumación de uno de los hermanos -me parece que Román, de 24 años- de Martín Arnal, cuyos restos están localizados también en Las Mártires, de ahí que el viejo y querido anarquista haya estado al pie del cañón, pese a su edad, en el antiguo cementerio apoyando a los nietos de Constantino Campo.
Salud, Fer.
In Memoriam.
Nombres y apellidos.
Personas con una vida propia que les truncaron, no son números, ni lo eran ni lo son. No.
Emotivo post el que has escrito, Una mirada…..
Da congoja ponerse en el lugar de esa familia.
Y pensar en aquella época, en la injusticia de entonces y en la de todo este tiempo. En esa rabia de no ver los ojos del asesino, como dicen, para arrojarle todo el desprecio del mundo y más.
Son muchos sentimientos encontrados, y un buen resumen es éste:
«…tuvieron, por fin, un momento para llorar —de alegría moteada de tristeza, por la recuperación de los restos de un abuelo al que hurtaron la posibilidad de vivir una vejez colmada de abrazos; de congoja, por el recuerdo de la abuela Emilia, viuda con 36 años y madre de seis hijos (la mayor tenía doce años), a quienes el asesinato truncó dichas y sueños; de rabia, por no tener la oportunidad de enfrentar sus ojos con los de los asesinos y arrojarles, en prolongado reflejo, su desprecio—.
Gracias por hacerlos presente tú también.Y rescatarlos del olvido de muchos.
Un beso.
Sí, porque no sólo mataron a estas personas sino que sus familias vivieron, a raíz de ello, unas circunstancias terribles que únicamente quienes pasaron por lo mismo pueden comprender en toda su magnitud. La tragedia de la familia del tipógrafo Olivar fue todavía peor; al fusilamiento del marido se unió que, a dos de sus hijas pequeñas, les explotó una bomba mientras jugaban; una de ellas murió y la otra sufrió graves secuelas… Todo un álbum del horror de la guerra.
Otro beso para ti.
El rescate de quienes fueron asesinados llena de alegría por el encuentro en si pero también de pena por la ruptura . La descripción del rescate conmueve .
Como argentino , desde siempre me resulto terrrible el genocidio llevado a cabo contra el pueblo español .
Mas aún cuando atravesamos una situación similar , con 30 mil detenidos desaparecidos
Al menos en Argentina se pudo juzgar a alguno de los inductores y asesinos; en España eso ya no sucederá porque víctimas y verdugos están muertos… Sólo resta, en Argentina y España, devolver los huesos de las personas masacradas a sus familias, e incluso esto último, en España, topa con innumerables trabas que serán definitivas si las derechas y su filial ultra se hacen con el gobierno y derogan la Ley de Memoria Histórica, único asidero que ha servido para desenterrar de infames fosas comunes a tantas personas.
Podría decir casi lo mismo de argentina desde el siguiente ángulo: recientemente hubo un juicio por el asesinato y desaparición de varias personas que tomaron un cuartel llamado » la tablada » . Condenaron a prisión perpetua a un responsable (militar) de la masacre ( las personas capturadas vivas aparecieron destrozadas por un tanque y también por el intenso tiroteo )
Por otro lado los militares involucrados en el genocidio se encuentran con prisión domiciliaria o bien cumpliendo condena de por vida pero en lugares casi sofisticados .
Además de eso aún quedan por ir a juicio los militares encargados de aplicar torturas o desapariciones a los soldados de 18 años , participantes en la guerra por Malvinas, donde la alta » jerarquía militar» no disparó una sola bala pero si se entregó inmediatamente después de la llegada de los ingleses
Las cloacas del Poder siempre cuidando de sus piezas. Penoso.
Exacto