Sisley siempre será el gato de la Nena; un gato gordo, paciente y tuerto, de la camada de felinos obtenidos por inseminación artificial que la veterinaria que se ocupa de la salud de los gatos del Barrio fue dando en adopción a las personas que consideró idóneas. Los criterios de idoneidad que antepuso la veterinaria tuvieron su coste: El ojo izquierdo de Sisley, una denuncia por maltrato animal contra el hijo de la entonces alcaldesa y la enemistad perdurable entre la veterinaria y el grupo político mayoritario en la alcaldía.
La Nena, ajena a la polémica suscitada, encontró en Sisley el compañero más adecuado para sus sencillos planteamientos cotidianos.
La Nena sobrepasa la cincuentena. Es cándida, afable, bella y silenciosa. Un derrame cerebral en plena adolescencia le arrebató los sueños de futuro dejándole, a cambio, sus hermosas facciones aparentemente inmunes a los años transcurridos y una juvenil sonrisa que ni siquiera desapareció de su rostro durante los días de convalecencia del gato, tras habérsele extraído el globo ocular.
Seguía sonriendo esta mañana, acunando a Sisley entre sus brazos, mientras su hermana le explicaba a la veterinaria que se llevaba a vivir a la Nena con ella a la ciudad, en un apartamento “donde no nos es posible tener un gato”.
Dicebamus hesterna die…
“donde no nos es posible tener un gato” y al leer Digresión, en «Decíamos ayer…» he recordado un gato llamado Bolo que se mueve en un tercer piso en Jaca, en ventanas de aluminio. Ver imagen.
Como el ágil Bolo de la fotografía, los gatos son excelentes saltimbanquis, capaces de acceder a lugares que los ojos humanos consideran imposibles.
La mirada de los gatos me da respeto por la reacción que puedan tener. No son animales que me desagraden pero prefiero un perro.
La historia que narras es tierna con un final que queda en el aire y comprendo que no es sencillo tener un animal en un piso pequeño, aunque si pienso en esa Nena, ojalá al final pudiera quedarse con él.
Feliz semana, amig@.
Cuando alguien quiere deshacerse de un animal, se aferra a cualquier argumento, Pili, como en el caso que nos ocupa.
Buena y provechosa semana, también, para ti.