«La implacabilidad del tiempo»: Archivo personal
Aquel verano viajaron juntas hasta Bielsa, Aurora —sobrina bisnieta de Victorián Lanau, soldado de la División 43ª del Ejército Republicano—, Tatyana e Iliane —nietas de Silvestre, niño de la guerra— y la veterinaria que se ocupa de la salud de los gatos del Barrio, nieta de Nené y Lájos, a quienes Victorián ayudó a cruzar a Francia cuando, junto con otros refugiados, emprendieron una penosa caminata alejándose del horror de lo que más tarde se llamaría la Bolsa de Bielsa.
Antonio Beltrán Casaña, llamado L’Esquinazau, jefe y resistente de la infatigable División 43 —»Resistir es vencer«— sitiada en Bielsa por los futuros vencedores de la guerra, escribiría en abril de 1938 una carta al prefecto del departamento de Hautes-Pyrenées para agradecer «la actitud tan llena de humanidad […] para nuestros compatriotas que abandonan sus hogares por millares para buscar refugio y tranquilidad en la República Francesa […] tras vivir días de horror».
Un tipo singular, L’Esquinazau [*]. Trotamundos, guerrillero con Pancho Villa, voluntario en la I Guerra Mundial, amigo y compañero de Fermín Galán en la preparación y desarrollo de la Sublevación de Jaca —que le valió una condena a muerte conmutada por otra de cárcel que se saldó al proclamarse la II República— y comunista convencido hasta descubrir, en 1947, la firme mano del estalinismo en la eliminación de los camaradas mal vistos por Moscú. Convertido él mismo en individuo a eliminar, hubo de huir perseguido por la falsa acusación de ser un infiltrado al servicio de los mismos que pretendían su muerte, siendo finalmente detenido por las autoridades francesas —que dieron crédito al bulo de que se trataba de un peligroso agente comunista— y deportado a Córcega en 1950.
Tras obtener la libertad, los siguientes diez años viajó a Bélgica, Brasil, Bolivia, Argentina, Inglaterra, Perú —donde afirmó haberse convertido al catolicismo, impresionado por la licuación milagrosa de la sangre de una santa— y México, instalándose, con un familiar, en San Luis de Potosí, en un rancho al que llamó Canfranc, en recuerdo de su lugar de nacimiento. Falleció el 6 de agosto de 1960 en el Hospital Español de México, a consecuencia de un cáncer de estómago.
Aquel verano, Aurora, Tatyana, Iliane y la veterinaria que se ocupa de la salud de los gatos del Barrio, recorrieron la historia de la arrasada y reconstruida villa de Bielsa y ascendieron, en paseo aguijoneado por el Sol, un tramo del Puerto Viejo, donde una emotiva placa [FOTO] recuerda a los hombres, mujeres y criaturas que emprendieron el mismo camino entre la primera semana de abril y mediados de junio de 1938, con la mirada al frente y un pedazo de corazón acurrucado entre los recuerdos dejados atrás.
En vez de una flor —clavel rojo en tu honor—
subiré al Puerto Viejo a dejar mi canción.
«BAJO DOS TRICOLORES»: La Ronda de Boltaña
ANEXO
- La Bolsa de Bielsa. El puerto de hielo, documental (en seis vídeos) de Mirella R. Abrisqueta y José Ángel Delgado.
NOTA
[*] Al parecer L’Esquinazau era un apodo de familia; según el propio Antonio Beltrán la gente del pueblo empezó a llamar así a un tío suyo que aseguraba estar «esquinazau» (destrozado, baldado) de tanto trabajar.
Leí varios libros de Almudena Grandes, y todos los ‘episodios de una guerra interminable’ (salvo uno) y me has traído a la memoria ‘Inés y la alegría’, creo que se titula así. Saludos
De esos episodios de Grandes únicamente he leído «La madre de Frankenstein». Habrá que ojear el que dices…
Gracias por acercarte.
Saud.
Impactante y como siempre documentado texto. La foto de la placa es emocionante. El video me ha dejado un poco triste, viendo a toda esa gente por la montaña nevada. Pendiente por ver el documental que has enlazado. Gracias por compartir. Un abrazo.
De todo aquello siempre quedará el recuerdo, renovado cada año en esas fechas y en el que la placa —reemplazada ya tres o cuatro veces porque hay quienes suben exprofeso a destrozarla— es merecido homenaje a quienes protagonizaron ese episodio. El formato del documental no es el mejor, pero lo que en él se cuenta es riguroso, con testimonios de personas que vivieron aquellos días.
Otro abrazo.
Qué tiempos tristes y duros debieron de ser aquellos y qué largos fueron. Gran documento.
Se hicieron largos, larguísimos, sobre todo porque durante décadas se pretendió enterrarlos en el olvido y acallar a quienes podían dar testimonio de la verdad.
Salud.
Al menos, la «Bolsa de Bielsa» fue una batalla, no como nuestra «Desbandá», que no enlazo porque ya la conoces y los demás probablemente también.
La Desbandá fue una monstruosidad que define como psicópatas asesinos a quienes ordenaron y perpetraron la matanza. La Bolsa de Bielsa fue una gesta heróica en la que los hombres de La 43, mal equipados pero de firmes convicciones republicanas, aguantaron sitiados dos largos meses para dar tiempo a que la población civil, concentrada en aquel lugar, pudiera atravesar el puerto de montaña y ponerse a salvo en Francia
Tenía que haber más gente como tú. Mantener viva la memoria para que jamás se olvide. Me emociona lo que tuvieron que pasar, no solo en Bielsa, durante, antes y después. Largos años de humillación y miedo. Triste.
Con la Transición se pretendió perpetuar oficialmente la desmemoria, pero no se les ocurrió a los hacedores del borrón y cuenta nueva que los nietos y bisnietos de las gentes vilipendiadas transformarían el silencio de décadas en aullido permanente.
Impresionante historia.
Cuántas vidas rotas, las guerras son un espanto y olvidar lo que pasó y por qué pasó, un gran error.
Me ha gustado la canción, también el vídeo aunque sea triste.
Un saludo.
Durante décadas se condenó a una parte de la población a callar y sólo consiguieron que los recuerdos se hicieran más fuertes y se transmitieran a quienes se negaron a mantener el silencio.
La canción es un homenaje a La 43, que dejó un gran recuerdo.
Saludos.
That is attractive and interesting
Thank you!!
thanks
Es muy triste tener que huir a otra tierra porque no puedes sobrevivir en la tuya. Tus orígenes, tu hogar, tu gente….Atrás se queda el horror, pero el dolor se lleva consigo a todas partes.
Pero fíjate que lo peor, me parece a mi, es volver a tu tierra y no sentirla como propia. ¡Cuánto podríamos hablar del exilio! ¿verdad Una mirada…?
No fueron números, sino personas que tenían sentimientos y sueños, una vida que le truncaron, familias sesgadas, sufrimiento….
Gracias por hacernos recordar.
Un beso.
En este caso, si la población civil no hubiera sido evacuada a Francia sus posibilidades de sobrevivir eran pocas, porque el pueblo fue bombardeado por los sublevados hasta arrasarlo. La mayoría de las familias regresaron a Bielsa y a los pueblos de los alrededores un tiempo después y algunas personas fueron represaliadas. Los soldados de La 43, en su mayoría, volvieron a España a seguir luchando y pasaron otra vez a Francia para seguir combatiendo contra los nazis, participando en la liberación de París; muchos se quedaron en Francia y otros marcharon al otro lado del Atlántico. El exilio fue su única salida; los que, al cabo de los años, regresaron a España, pasaron un tiempo en la cárcel. Y, sí, la mayoría tardaron en recuperar el contacto con sus familias y muchos no volvieron a verlas nunca.
Tristes y malditas guerras.
Otro beso para ti.
Huir y huir, de unos y de otros, sin sentir ningún lugar como el propio y diciendo adiós continuamente. En unas épocas nos olvidamos de unos y en la actualidad de otro. Parece nuestro sino que nunca haya paz ni felicidad completas.
Con lo complicados que son los conflictos y parece que la humanidad esté condenada a avanzar con ellos a cuestas, como si los sobresaltos cotidianos no fueran suficientes.
Desconocía esta historia de la Guerra Civil Española.
gracias por dejar los enlaces, se me hubiese complicado un poco sino tener que ir investigando mientras leía. Me ahorraste el esfuerzo.
¡Cuántos detalles uno se pierde si no ve los pormenores! esos números fríos que tienen nombre, rostro, familias…
Se aprende mucho por aquí.
Abrazos Una Mirada…
Detrás de la palabra guerra hay un mundo de horrores individuales que, con el tiempo, se limitan a a un conjunto de fríos datos en los que las víctimas quedan deshumanizadas; pero cada una de ellas tiene una historia, una familia que mantiene vivo recuerdos que han ido transmitiéndose en el tiempo para honrar a quienes perdieron su propia voz.
Más abrazos para ti.