«Bar»: Archivo personal
La sobrecogedora voz de Dolores O’Riordan ameniza un desayuno/almuerzo tardío en el atestado bar arrebujado, como todo el Barrio, en la niebla. Por las puertas acristaladas que dan al patio exterior, donde se halla la carpa semicubierta que reúne a fumadoras y fumadores, se cuelan hilillos húmedos de frío que alivian, momentáneamente, a la clientela acalorada próxima al hogar colmado de gruesos troncos incandescentes. En uno de los laterales empedrados de la campana de la chimenea, un enorme y novísimo calendario de pared ilustrado con una brillante fotografía del Ciervo de Chimiachas ocupa el espacio que durante un año acomodó a otro de tamaño parejo con la imagen del Monte de Sevil como reclamo visual; ambas imágenes pertenecen al archivo fotográfico sobre la Sierra de Guara que el inolvidable monsieur Lussot —fallecido en enero de 2016— cedió generosamente a la Asociación de Mujeres del Barrio; algunas de las fotografías del archivo, convenientemente digitalizadas y organizadas por temas, son proyectadas al final de la visita al Museo de la Escueleta Vieja donde, además, se exhibe, en exposición permanente, la colección Rostros en el Tiempo, que recoge diferentes imágenes realizadas por el fotógrafo galo a las gentes del Barrio a lo largo de cuarenta y cinco años.
NOTA
Fly Through es el título de una canción de No Baggage, el último álbum como solista de la cantante irlandesa Dolores O’Riordan.
Qué horror de niebla tenéis por Huesca y qué angustioso coger el coche sin llegar a ver ni las líneas de la carretera. Por esas curvas que llevan cerca de Chimiachas será todavía más terrible. Por suerte puedo felicitarte el año sin trasladarme a ciegas.
Feliz 2019 y en tu caso que la vida nueva que has emprendido te haga también muy feliz.
Un gran abrazo.
Digamos que la niebla, densa niebla, forma parte del atrezzo navideño, como las heladas nocturnas o los cinco grados bajo cero de esta madrugada. Son las muescas del invierno.
Otro abrazo para ti y el deseo de que todos tus empeños surquen positivamente la ruta del año recién comenzado.
Qué alegría verte nuevamente por estos lares que gritaban tu nombre y reclamaban tu mirada una y otra vez…
Aquí estás. El 2019 te trajo de vuelta.
Y como la ocasión lo requiere y a mi me apetece, me quedaré un ratito en ese Bar arrebujado por donde se cuelan hilillos de frío y niebla. Mientras en el interior uno permanece calentito sobre todo si está cerca de esos troncos de leña incandescentes.
Así puedo disfrutar del lugar, de la compañía, de esas croquetas servidas de una manera tan original, y volver la vista hacia ese calendario de pared. Y charlar sobre la foto, y la del año anterior, y del Museo de la Escuela Vieja, y de la colección de Rostros y Monsieur Lussot que me quedé con ganas de saber más.
Gracias por tanto, Una Mirada.
Un fuerte abrazo.
Cajita de croquetas, reza el menú. Y así es de literal. Y están buenísimas para sobrellevar el tramo que resta hasta la comida «de verdad».
Más abrazos y muchas gracias por esa ternura que imprimes en tus comentarios.
Me imagino que tendría una buena colección de fotos hechas a lo largo de esos 45 años.
Creo que te habrás enterado, del documental, «El Viaje» producido por Aragón TV, en el que con una sola cámara al frente del «canfranero» hace un recorrido real desde la estación de Delicias de Zaragoza, hasta su llegada a Canfranc que dura 3 horas y 45 minutos. No hay voces ni edición de las tomas, solamente se escucha el ruido del tren y algún que otro rótulo.
Vi el documental en la première y me gustó porque me hizo regresar unas etapas atrás, cuando durante mucho tiempo hacía diariamente el trayecto Huesca-Alto Gállego y viceversa y todo el cúmulo de anécdotas y vicisitudes vividas al compás del traquetreo de ese Canfranero inolvidable.
He visto en algún pueblo fotos antiguas expuestas de vecinos que ya murieron y es una buena aportación a la historia de esos pueblos.
Así es; un recorrido por la historia visual del entorno que aviva los recuerdos y recrea momentos personales.
Sabía que yo tenía una foto de esas exposiciones de fotos antiguas en los pueblos
Vaya. Lo siento. Olvidaba que aquí aparece la foto del enlace.
Queda muy bien que las fotos cuelguen directamente del techo.
Me gustan los bares y restaurantes que presentan fotos de la ciudad, pueblo o de sus habitantes.
Interesante cruza de sentidos en el relato, más allá de lo visual, nos enteramos del clima ¡niebla! (cuando por acá nos estamos prendiendo fuego), y de lo que se escuchaba, tan intenso que fue al título.
Pasala bien
Abrazo!
Dos hemisferios, dos extremos: Invierno y verano. No te envidio la meteorología asfixiante que apabulla pero bien es verdad que cada estación del año tiene su atractivo.
Un ciervo espectacular. Qué lástima no haberlo conocido antes, cuando iba a Guara a hacer barranquismo, porque seguro que me habría gustado disfrutarlo en directo. Confío en que el 2019 te traiga muchas cosas buenas.
El ciervo tarda en apreciarse porque parece difuminarse en la pared del covacho y hay que observarlo desde la reja que lo protege. Es el legado de quienes nos precedieron y poblaron estos recovecos llenos de vida.
Mis mejores deseos, también, para ti.