«Estela funeraria. 1936-1945. Huesca»: Archivo personal
Todos los nombres. Quinientos cuarenta y cinco.
Uno a uno sonaron los nombres. Cada uno. Y se prendieron de la lluvia leve y silenciosa para regresar, con ella, a la tierra jubilosa donde, en unos meses, cimbrearán los diminutos árboles plantados.
Hijas, nietos, sobrinos, bisnietas, hermanos compusieron en sus labios los nombres silenciados de las quinientas cuarenta y cinco personas asesinadas en la invicta Huesca de los militares sublevados.
Todos los nombres. Uno a uno.
El anciano tozal —hoy parque Mártires de la Libertad— desprendiéndose del olor a muerte y oprobio, mira a la ciudad bajo el cielo agrisado. Yérguese maquillado de fiesta, con sus imposibles cuestas arenosas y sus cimas alopécicas aseadas, con su ladera norte ocultando los rastros de los vergonzosos osarios bajo compasivas y diseminadas matas de hierba.
Ondean hoy banderas en sus cúspides redondeadas y se agrupa la ciudadanía en la cresta del homenaje con el esfuerzo del ascenso dibujado en el rostro.
Sones de gaitas, tamboriles, guitarras, chelos, violines… Y los nombres. Uno a uno.
Resucitan en el rejuvenecido tozal los prohibidos nombres durante años apenas susurrados.Óyelos, ciudad invicta. Los hijos e hijas despreciados por la historia impuesta han vuelto a casa.
En la Biblia, el nombre es la persona. Por tanto, tener sus nombres ahí es tenerlos a ellos, aunque hay muchos sitios donde no se sabe ni cuantos son ni donde están.
Era una deuda pendiente, no sólo con las personas asesinadas sino con sus familias que, durante decenios, vivieron con el dolor y, en muchos casos, la incertidumbre de no saber qué había sido del hermano, la hija, el padre. En el instante de ser pronunciados sus nombres parecían volver a la vida que les arrebataron.
Y lo más conmovedor era ver a hombres y mujeres muy mayores pronunciar, entre sollozos, el nombre de los padres asesinados.
Todos los nombres, pero desgraciadamente solo los de una parte del territorio español y seguro que no estarán todos ya que en cunetas, tapias de cementerio y en zonas aisladas «descansarán» otros que no se les habrá encontrado o no haya registros de donde los asesinaron.
Me imagino las escenas y seguramente de estar presente, no hubiera sido capaz de aguantar mucho rato.
Sólo se leyeron los nombres de los que se sabe, con certeza, que fueron asesinados; muchos de ellos, pese a que se conoce su fatal destino, no han sido lozalizados; los restos de algunos siguen en las laderas del tozal; otros cuerpos recuperados no han podido identificarse. De otras personas se ignora cuál fue su destino.
El acto fue precioso. Muy, muy emotivo cuando los descendientes de las 545 personas asesinadas leían los nombres y señalaban que se trataba de «mi padre», «mi hermana», «mi abuelo» frente a la pirámide troncocónica que consta de quinientas cuarenta y cinco piedras y cuatro estelas, una en cada lado, con los nombres y las fechas confirmadas o probables de sus muertes.
parece que lograron allí por fin un algo que los hiciera recordar, ya de tanto tiempo solo los recuerda la historia. Quienes vivieron aquellos…, ya muy pocos… en vida, están a punto de formar también parte de la historia…,
Lo que me jode, y a muchos, hijos, nietos… de un bando y otros es el tejemaneje, me explico, es el ahora los sacamos a relucir y tal… pero que no,, mañana otra vez, …y que nada, pero pasando,.. de nuevo..
He oído de boca de más de un perjudicado del bando de «izquierdas»,
– ¿Pero cúal es el problema en hacer otra lista y ponerla al lado?, joder!!
El problema son los mismos políticos que provocaron aquello… bueno los mismos no, sus esquejes…que usan el proverbial, «los políticos no están para solucionar, sino para parecer ellos útiles alargando el problema en el tiempo».
Salvo que, en este caso, los políticos solamente han inaugurado el parque como zona verde y de esparcimiento. El convertirlo en un lugar de memoria se ha debido a la tozudez del Circulo Republicano y la CNT, que han estado más de nueve años luchando para que se dignificara un lugar histórico. Allí están enterrados los republicanos que se levantaronn contra Isabel II y, en sus inmediaciones, fueron fusilados Galán y García Hernández. Allí se mató ciudadanía oscense considerada desafecta en la retaguardia de la incivil guerra y siguen existiendo fosas… Y, cierto, van desapareciendo quienes vivieron el horror de cerca, pero también la memoria se hereda. Mira si se hereda que, previo al acto en el parque, hubo una exposición con fotografías, cartas, dibujos de los asesinados que sus familias guardaron durante décadas.
Donde quiera que estés y desde este post con el que no me avergüenza decir que he llorado te mando un abrazo y buenos deseos para cada día de los que quedan y los que vendrán.
Se va regresando, ya ves…
Todo lo mejor, también, para ti, Pili.
Nunca pensé que se llevaría a cabo el proyecto. Bravo porque nos equivocamos y la pepera y sus mariachis cumplieron.
Llegué el 23 y lo primero que hice fue subir hasta el monumento con el estómago encogido. Había visto las fotos en repúblicahuesca y no es que la pirámide me pareciera una maravilla… sigue sin parecérmelo pero es lo que hay y me quedo, como habrás hecho tú con la desesperación y el pedazo de justicia poética que simboliza. Es un principio, no el finiquito como les gustaría a la panda que mangonea.
Te vi en las fotos… 😀
Salud
Lástima que te perdieras la ceremonia,ésa que siempre pensamos que jamás verian nuestros ojos.