«Canfranc»: Archivo personal
El 18 de julio de 1928 el rey Alfonso XIII de España y el presidente de la República Francesa, Gaston Doumergue, inauguraban la Estación Internacional de Canfranc, en el paraje de los Pirineos oscenses conocido como Los Arañones, entre las fortificaciones de Coll de Ladrones y Torreta de Fusileros.
La extraordinaria estación era el culmen del viejo proyecto de 1853 para unir, mediante trazado ferroviario, Zaragoza (España) y Pau (Francia). Las obras de la línea comenzaron en 1882 y, con grandes dificultades económicas y topográficas, se consiguió que, en 1898, se realizara el primer trayecto desde Zaragoza a Jaca, tardándose todavía treinta años en completar los veintiún agrestes y últimos kilómetros del tendido ferroviario entre Jaca y la frontera francesa, donde la fastuosa estación en tierras aragonesas habría de dar la bienvenida a viajeros de uno y otro lado de los Pirineos, en una medición de fuerzas hispanofrancesas algo descompensadas, pues las locomotoras de la parte española funcionaban con carbón y las de la parte francesa eran eléctricas.
El complejo ferroviario, con su impresionante edificio principal a tres alturas, de 246 metros de largo y estilo modernista, con un fabuloso vestíbulo y profusión de elementos arquitectónicos y decorativos en madera, hierro, cemento, acero, piedra y cristal, con pilastras clasicistas a modo de sujeción ornamental, constaba de 300 ventanas y 156 puertas, bajo una espectacular cubierta curva de pizarra con cimborrio achatado y cuatro pináculos que destacaban su aspecto imponente y, en cierta manera, surrealista, en medio de un paisaje de alta montaña. Dos pasos subterráneos, varios muelles, un hotel y un depósito de máquinas completaban el conjunto de la que se consideraba una de las estaciones ferroviarias más grandes y hermosas de Europa.
El tránsito de pasajeros y mercancías entre España y Francia alcanzó tintes novelescos durante la II Guerra Mundial, convirtiéndose la estación en centro de fugas, contrabando, espionaje e intersección genuina para la ayuda mutua entre los golpistas vencedores de la Guerra (In)civil Española y los jerarcas del III Reich, a quienes los primeros proveyeron de volframio a cambio del oro pagado por los segundos, oro que, al parecer, procedía del expolio a los judíos detenidos en los ignominiosos campos de la muerte diseminados por la Europa dominada por el nacional-socialismo.
Terminada la contienda, la línea francoespañola se mantuvo (excepto en el período 1945-1949, de mayores desavenencias políticas entre los dos gobiernos) hasta que, en 1970, el derrumbe del puente de L’Estanguet, cerca de Bedous (Francia), al paso de un tren de mercancías, decidió a las autoridades francesas a cancelar las vías que se unían a las españolas.
La estación transpirenaica de Canfranc, declarada Monumento histórico-artístico, quedó relegada al olvido y su esplendor de antaño sucumbió, durante décadas, ante la desidia de los gobernantes, el expolio y las duras condiciones meteorológicas de la zona.
En el año 2005, el Gobierno de Aragón y el Ministerio de Fomento alcanzaron un acuerdo económico para iniciar las tareas de remodelación, que convertirían el inmueble ferroviario en… hotel de lujo, con unas características diferentes a aquellas que le dieron la categoría de Bien de Interés Cultural de Aragón. Posteriormente, el organismo aragonés renunciaría a adecuar la antaño hermosa estación en hospedería de alto copete, no sin antes haber despilfarrado grandes cantidades de dinero público en la propuesta inicial, como denunció en su momento la Asociación Pública para la defensa del Patrimonio Aragonés.
En enero de 2013, la compra definitiva de la Estación Internacional de Canfranc por parte del Gobierno de Aragón, abrió, por fin, nuevas vías a la rehabilitación, por fases, de todos los edificios que componen el conjunto ferroviario, así como de los diferentes elementos, locomotoras y antiguos vagones que formaron parte de tan singular e histórico enclave vergonzosamente abandonado.
EPÍLOGO
«…y en Canfranc para un rato / junto a la vía, / que se rompe a pedazos / en su agonía«, cantaba, mientras crecíamos en edad y consciencia, el admirado y vindicativo cantautor y literato aragonés Joaquín Carbonell, que la Covid, ¡maldita sea!, nos arrebató ayer mismo.
Gracias por tanto, querido Joaquín.
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ANEXO
¡Uffff! Acabo de enterarme por ti del fallecimiento de Joaquín Carbonell. Una parte de nosotros y tiempos de esperanza se va con ellos. Labordeta, Carbonell….. Yo creía que ya estaba recuperado, porque sí que me supe de su hospitalización, pero para mí que ya estaba bien. Tristeza. Todo parece mentira. Salud y ánimo para todos los que creímos y para los que aún creen en la Utopía.
Se nos va escurriendo el tiempo y resbalan por él las vidas de quienes constituyeron referentes que reafirmaban las propias convicciones. Inolvidable Joaquín. Irónico, divertido, certero… que musicó nuestras percepciones sociales y acompañó deseos y luchas… Nunca se irá del todo porque lo que sembró se renueva y permanece.
Salud.
Preciosa la estación
Lástima que los gobiernos apuesten por comunicaciones indirectas ….
Nos enseñaron que la recta era la distancia más corta entre dos puntos, y en estas estamos….será que no interesa molestar a los vecinos ….
Grande Joaquín
Salud
A los vecinos… del gobierno catalán la Travesía Central se la trae a la remanguillé. Prima el Corredor Cantábrico-Mediterráneo que, si tiene algo positivo, es que conectará Teruel con Zaragoza. Al parecer, será uno u otro, pero no ambos proyectos, así que…
Salud.
Estuve hace unos años y me pareció algo inmenso, enorme, inaudito en un marco sorprendente, debió ser una maravilla en sus momentos de esplendor. Interesante la historia de la estación, de la que solo conocía pinceladas. He visto en la web de turismo Canfranc que hay visitas guiadas.
Un abrazo
Hay visitas guiadas en las zonas que ya se han rehabilitado, como el vestíbulo, pero todavía queda mucho trabajo por delante si se pretende reanudar la conectividad con Francia a partir de 2025. Siempre será un lugar de fábula… o de novela de espías, y así lo entendieron algunos escritores, que hicieron del lugar escenario de sus tramas.
Otro abrazo.
Esta estación de tren es preciosa, majestuosa, bonita como pocas.
Y pensar que en su día la querían convertir en hotel de lujo 🤬 perdiendo entonces las características de Bien de Interés Cultural. Se rectificó (encauzó) a tiempo.
Tienen las estaciones de tren la magia de perpetuar la Historia que les vio nacer, entre idas y venidas, encuentros y desencuentros, comienzos y puntos suspensivos……..
Igual que la música, que perpetúa lo que un cantautor como Joaquín Carbonell (D.E.P.) con sus letras sembró.
Un abrazote, Una mirada… feliz tarde de domingo!
La estación hace honor a aquellos felices años veinte, y solo observando su arquitectura se aprecia la munuciosidad con que fue diseñada y la elegancia de su decoración. Ya solamente el paraje donde se halla es fantástico. Algún día, cuando hayan terminado de ponerla en forma, volverá a lucir como antaño.
Carbonell es un referente, al igual que Labordeta. Fue un cantautor con fuerte compromiso social y un excelente poeta.. Hace unos meses celebraba sus cincuenta años en la música… Y allá por mayo nos deleitaba cantando a todas las personas que trabajan en estos tiempos de la Covid para hacernos más fácil la vida al resto. Un gran ser humano.
Feliz semana. Un abrazo.
Es una estación grandiosa. Tanto, que las veces que he leído que allí se rodaron escenas de Doctor Zhivago, me ha resultado absurdo, pues en la película se ve una estación de pueblo: la de La Calahorra (Granada)
No, en la estación de Canfranc no se filmaron escenas de esa película. No recuerdo cómo era la estación que se veía en Doctor Zhivago. pero sé que no era la pirenáica.
https://www.heraldo.es/noticias/ocio-cultura/2012/06/30/rodo-doctor-zhivago-la-estacion-canfranc-193821-1361024.html
Desconocía ese artículo, pero también lo deja claro. Sí que recordaba el anuncio de la Lotería
Recordaba a Joaquín Carbonell de un programa de TVE en el que actuaban cantautores del grupo de «La Mandrágora», pero no me acordaba del nombre del programa. Después de una larga búsqueda, por fin he sabido que se trató del programa «Visto y no visto», que dirigía Alfredo Amestoy.
Sé quién es Alfredo Amestoy pero me parece que jamás vi ni tuve noticia de ese programa que dices. A Carbonell lo conocí en directo, que por estas tierras los cantautores aragoneses tenían mucho predicamento.
Es que hace muchos años de eso… Como digo, Amestoy llevaba a los cantautores de la sala «La Mandrágora»: Carbonell, Luis Pastor, Javier Krahe, no se si Sabina y vuestro Labordeta. Y uno que me hacía mucha gracia cuando cantaba boleros al estilo de los cantantes antiguos y que no consigo recordar como se llamaba, pero lo recuerdo perfectamente con su bigotito recortado.
Ahora Amestoy es paisano, pues vive en nuestra costa cultivando frutas tropicales desde hace muchos años. Vino por trabajo, le gustó… y se quedó.
¿No sería Alberto Pérez? Era compañero de Sabina y Krahe en La Mandrágora y le daba a todo lo cantable, incluídos boleros.
De Amestoy hace muchos años que no sabía nada; ni siquiera sabía si seguía vivo, pero recuerdo cómo era su voz.
Eeese… Alberto Pérez. En ese programa solo cantaba boleros a modo de parodia.
Con esa voz suya el sarcasmo parace hasta inocente.
https://www.ideal.es/granada/motril-cumbre-popularidad-20200731181132-nt.html
(No se puede leer la entrevista, pero verás su aspecto de ahora, que no difiere mucho, solo en el color del pelo)
Pues sí, más mayor pero con las mismas pintas de siempre.
En la entrevista dice que le gustó Motril porque alli nadie le hacía caso, no le daban importancia a lo famoso que era en aquel momento. Que es lo mismo que decían los reyes de Bélgica cuando paseaban por Motril, iban a misa o a las tiendas… y ni los miraban. ¿Los «fabiolos»? Ah, sí, esos que están en Villa Astrida…. Y es que los motrileños son muy suyos.
Cuando se es una persona conocida que nadie le haga caso es un plus.
Conocía la mayoría de cosas que nos citas, pero hay detalles que eran desconocimos para mi.
Con respecto a la grabación de escenas de la película del Doctor Zhivago, no se rodaron en Canfranc, «Nieve de Soria para las estepas rusas de ‘Doctor Zhivago’»
He intentado resumir, porque la historia e historias de la estación dan para muho texto plagado de anécdotas. El tema de la película relacionada con Canfranc se desmintió en su momento pero ya se sabe que estas leyendas crecen y crecen.
Muy ilustrativo el artículo.
Debe ser que se rodó en varios sitios según las escenas. Y hay en YouTube un vídeo de una escena en La Calahorra, que no traigo aquí porque se inserta el vídeo.
Al parecer, fue así. Luego buscaré esa escena que resaltas.
Solo he estado una vez en Canfranc, y era un adolescente, pero todavía recuerdo la impresión que me dio ver ese edificio tan hermoso, tan grande, y tan abandonado.
Poco a poco se le ha ido lavando la cara, aunque aún queda tarea. Las partes del interior rehabilitada es un gozo admirarlas. Tendrás que regresar para una segunda impresión…
bellísima!!
…y más que lo estará cuando la rehabiliten por completo.
genial !
Qué viaje me has brindado por esas tierras y por el pasado de ellas.
Impresionante y bonita estación.
Viendo en los mapas descubro que se encontraba en un lugar estratégico, de ahí tantas historias.
Abrazos Una mirada…!
PD: gracias por llevarme de viaje virtual, aprovechando que acabo de cancelar mi viaje real por vuestras tierras. Lamentablemente
La estación de Canfranc ha sido protagonista de varias novelas. El tránsito que hubo por ella durante las dos guerras (la civil y la mundial) dio mucho de sí porque, como bien dices, se halla en un lugar estratégico donde cualquier trama real era posible. Sigue siendo un lugar espectacular con ciertos toques románticos cuando la nieve se impone en el paisaje.
Esperemos que ese viaje programado puedas llevarlo a cabo dentro de poco tiempo. La pandemia no va a durar décadas.
Ánimo.