«Claroscuros»: Archivo personal
En 1992 se estrenó, en la Filmoteca de Zaragoza, la película Carne de fieras, un ingenuo folletín cuyo metraje fue reconstruido y montado cincuenta y seis años después de su filmación, tras haber sido comprados los cuarenta y dos rollos originales en el Rastro madrileño por el coleccionista zaragozano Raúl Tartaj [*]. La película, filmada en Madrid entre el 16 de julio y el 26 de septiembre de 1936, estaba firmada por Armand Guerra, un cineasta anarquista de nombre real José María Estivalis Calvo, cuya obra y trayectoria vital fueron descubriéndose conforme los esforzados montadores, Ferrán Alberich y Ana Marquesán, avanzaban en la tarea.
José Estivalis falleció en una calle de París, el 10 de marzo de 1939, cuando, al parecer, se dirigía a una embajada a solicitar nuevos documentos de identidad —los suyos habían quedado atrás, entre España y los sucesivos campos de concentración franceses de los que escapó—. La obra de este tipógrafo, traductor, escritor, conferenciante y cineasta que, por diversas fuentes, se cree fue prolífica, se perdió entre bombardeos, intolerancia, oscurantismo y miedo —su compañera, Isabel Anglada Sovelino, hizo desaparecer los escritos de Estivalis cuando los nazis ocuparon Francia—, quedando como única muestra de su quehacer cinematográfico la celulosa salvada de entre los estrambóticos objetos de un mercadillo.
Pero si la historia del rodaje —con la sublevación del 18 de julio de por medio— y la aparición, tantos años después, de la película conforman una sucesión de situaciones rocambolescas —Armand continuó, pese a la guerra, con la película porque de ella dependía el sustento de varias personas— no lo son menos las vicisitudes posteriores de las dos protagonistas femeninas del film que algunos tildan de maldito.
Tina de Jarque, bellezón moreno de la época y una de las vedettes más internacionales de la década de los años veinte, políglota, cantatriz, musa erótica y con distinguidas relaciones vía tálamo, desapareció misteriosamente en 1937. Cuéntase que, detenida por un grupo de anarquistas, convenció a uno de sus guardianes para huir juntos —y con un respetabilísimo botín en dinero y joyas— siendo interceptados en Alicante, donde se les pierde la pista. Parece ser que, terminada la contienda, algún familiar presentó denuncia por su desaparición y posible asesinato a manos de milicianos anarquistas, pero, dada la personalidad poco convencional de la actriz para la instaurada moralidad posbélica, la Causa General archivó el caso y Tina de Jarque quedó en el olvido. Se cree que, acusada de robo y espionaje, fue fusilada junto a las personas que la acompañaban y enterrada anónimamente en el camposanto valenciano.
De otra de las protagonistas, la artista circense y actriz de varietés Marlène Grey, que encandiló y escandalizó al Madrid de preguerra con sus actuaciones desnuda, entre leones, en el Teatro Maravillas, se dice que murió en 1939 en Marsella a causa de las heridas que le produjo uno de los leones del show, circunstancia que contradice otra versión que la sitúa, con su espectáculo, en el Magreb, en las postrimerías de los años cuarenta.
Del resto del reparto y el equipo técnico se sabe que algunos, como Alfredo Corcuera, se exiliaron y otros tuvieron que rendir cuentas de su ideología al terminar la guerra, como el actor y cantante zaragozano Antonio Galán, el albaceteño Tomás Duch —director de fotografía que se vio obligado a trabajar en la década de los cuarenta, por caridad, sin figurar en los títulos de crédito— y el compositor Andrés Rojas, autor de la música original que, pese a no ser nunca grabada, fue reconstruida por el músico Pedro Navarrete a partir de las anotaciones y partituras del propio Rojas cedidas por sus herederos a la Filmoteca de Zaragoza. Pablo Álvarez Rubio, protagonista masculino de Carne de fieras e indiscutible galán en las proyecciones cinematográficas de la República, continuó trabajando tras la guerra, aunque en papeles muy reducidos. Falleció en 1983.
Del pequeño actor que interpretaba a Perragorda, el niño colillero de la película, jamás se supo.
ANEXO
- Carne de fieras, película (recuperada) de Armand Guerra.
- El enigma de Tina, novela de Alfonso Domingo.
NOTA
[*] Raúl Tartaj, que fue representante del cantante argentino Carlos Acuña y actor ocasional, llegó a atesorar 1.950 películas en su colección. Esos fondos cinematográficos, entre los que se encontraba Carne de fieras, los vendió, en 1991, a la Filmoteca de Zaragoza. Raúl Tartaj falleció en 2007.
Magnífico artículo. De lo que cuentas en él, lo desconocía prácticamente todo: la existencia de la película, sus vicisitudes, el triste destino de muchos de los implicados y, en especial, la figura de Tina de Jarque. Si a eso le añadimos el enlace a la película completa, te diré que me has dado un buen entretenimiento y un interensantísimo tema en el que profundizar. Un saludo!
Confieso que los entresijos de esta película me atrajeron tras visionarla, hace algunos años, y conocer todo lo que, real o exagerado, se contaba sobre el equipo y los intèrpretes de la misma, tanto es así que, cuando hice el borrador para la bitácora, hube de resumir y suprimir datos porque me había extendido con desmesura. Dicen que las historias que rodean las filmaciones son aún más interesantes que las películas en sí, pero Carne de fieras y quienes se relacionaron con ella, se llevan la palma.
Salud.
P.S.- Tu comentario se había archivado entre el spam; ignoro la razón.
Interesante entrada,Una mirada.
No conocía la película ni lo sucedido a todos esos personajes.
Creo que esos fragmentos de historia merecen ser vistos, interiorizados y entendidos por cuantos más espectadores mejor.
Gracias por traerlo hasta aquí.
Un abrazo!
La película es de una ingenuidad que hace sonreír pero sigue siendo una joyita que podemos visionar merced al azar y al afán coleccionista del señor Tartaj. Y, por supuesto, es un valioso documento de la historia.
Gracias a ti por tus siempre amables palabras.
Besos.
Genial que hayas compartido esto.
¡Salud!
Te agradezco el entusiasmo.
Salud!!
Muy interesante, yo tampoco la conocía, ni la película sin la menor duda, ni lógicamente la historia y los entresijos alrededor de ella y de sus participantes. Así que mañana viernes ya tengo peli para la tarde. Gracias por compartir. Abrazo
Aunque solo sea por la época en la que se rodó y las circunstancias que devinieron, merece la pena. Disfrútala.
Con planos sencillos, con una cierta ingenuidad en las interpretaciones, nos muestra las pasiones del amor y del desamor. A resaltar el niño «perragorda» que está excepcional. También me llaman la atención las escenas de Marlene desnuda, escenas que son delicadas y cuidadas. Y no podía faltar el final feliz. En efecto, la he disfrutado.
Así es y celebro que te agradara. Ingenua, más teatral que cinematográfica, con un chiquillo que atesora todos los mimos e imágenes sorprendentes, como la taxista vestida de miliciana de la FAI, el niño en el cabaré, desnudos pueriles y asexuales de Marlène, ese malo de opereta que interpreta el propio director o las pequeñas proclamas sociales insertadas en los diálogos. Una fábula cuasi infantil hecha entre amigos. Nunca sabremos cuál habría sido el montaje final del director, pero nos queda ese buenísimo trabajo realizado por los expertos de la filmoteca.
Muchas gracias por tu valiosa opinión.
Cordialidades.
Interesante, como siempre. Suelo ir con bastante frecuencia a la filmoteca, no recuerdo haberla visto. Si la reponen iré a verla. Un abrazo
Y si no consigues verla en pantalla grande, siempre puedes recurrir a la copia subida a youtube por la CNT.
Otro abrazo.
En que mal momento fue a empezar Estivalis su película… Peor que a los que la pandemia les ha cogido con un proyecto iniciado de cualquier tipo. Muchos de esos proyectos quizá corran la misma suerte que esta película.
Supongo que el director siguió adelante porque jamás creyó que la asonada deviniera en cruenta guerra que se alargaría tres años y que arrasaría tantos futuros.
Qué historia nos has contado! Completísima!
Cuánta gente confía en sus proyectos y algo inesperado acecha adelante, en la oscuridad.
Y pensar que hay gente que ahora no pude soportar 90 días de confinamiento (con todas las comodidades).
Tengo que ver más de ese cine español, y no tanto el que dan en netflix, maquillado.
Abrazos
Cierto. Este confinamiento no es comparable a las circunstancias desgraciadas y devastadoras que derivan de una guerra o, sin alejarse tanto, de las situaciones precarias por las que atraviesan muchas personas con escasos medios de subsistencia…
Como no consumo Netflix, estoy poco puesto en series y películas de última generación, pero todo va llegando.
Abrazos.
¡Qué interesante historia!
Y qué triste destino el del director y actores. Al menos fueron rescatados del olvido.
(La foto es del estanque del Palacio de Cristal, ¿verdad? Es un sitio que me gusta mucho y me sé todos sus rincones)
Un saludo.
Buena percepción fotográfica la tuya; la fotografía está hecha desde la cueva y me pareció más que oportuna para ilustrar el texto.
Gracias por acercarte.
Salud.
Como cinéfilo, valoro mucho esta obra que nos traes, llena de encanto, con ecos del pasado mudo pero con temas que luego serían censurados durante décadas, como el adulterio y los desnudos. Es una muestra de lo que hemos perdido a cuenta de los odios fratricidas, un recuerdo de lo que puede volver a pasar si no tenemos cuidado. Interesante también la historia de los actores que protagonizaron esta producción maldita. Curiosamente, contradiciendo algún comentario anterior, el niño es lo que menos me gusta de la película.
Ahora que te leo es cierto -no lo había pensado- que esta película bebe en las fuentes del cine mudo, compartiendo la exagerada gestualidad, el dominio de lo exclusivamente visual incluso sobre los diálogos. El niño, que copa muchas escenas, forma parte, en mi opinión, del mensaje social que pretendía transmitir Armand Guerra con emotiva ingenuidad; el representante de ese arroyo, de la clase oprimida que había de igualarse al resto de la sociedad.
gracias
Hola.
Sabes mas que fue de Antonio Galan?
Un saludo
No, lo siento. Intenté seguirle la pista pero no encontré nada sobre él.
Saludos.
gracias 🙂