«El silencio del callizo»: Archivo personal
Recorre el silencio los callizos que la noche hace temibles y el día pintorescos. Tal vez sueñan las piedras de los edificios, dormidas en argamasa, con las manos que las cosquilleaban, impulsivas, hasta lacerarse las yemas de los dedos con el tosco y apreciado roce de su arenilla. Aún corretea la historia por esos adoquines rehechos bajo cuya geometría se compacta la tierra de siglos, que tapona el pretérito escorándose hacia las costanillas adyacentes y sus empinados escalones erosionados, con los recios y herrumbrosos barandales sirviendo de apoyo inveterado a los jadeantes cuerpos de notables y plebe, de turistas contemporáneos y errabundos sin prisas, capaces de entrever los últimos, entre las neblinas de los tiempos, la enjuta figura de Moshé Sefardí, médico, astrónomo y recopilador de cuentos, con el gorro capiello ladeado, avanzando por el callizo, con ágiles zancadas, en dirección al Palacio Real, abrazando contra su pecho media docena de pergaminos, multitud de veces raspados y vueltos a usar, para mostrar a su rey y señor, el reverencialmente llamado Batallador, a quien el estudioso judío, pronto converso, tanto debe y a cuya llamada acude, presto y fiel, tras las reiteradas escaramuzas de la población cristiana de la medieval Huesca contra la Judería de la ciudad. Restan pocos meses para que el sabio hebreo, tocado por tantas deferencias del monarca aragonés, reniegue de la fe judáica y se convierta en el cristianísimo Pedro Alfonso, polemista antijudío, y uno de los más reconocidos astrofísicos y escritores del medioevo nacidos en la capital del Alto Aragón.
Otro personaje antiguo, tan polifacético como Ibn-al-Jatib, al que tú conociste, pero quizá no tus visitantes.
Otro adelantado que echa por tierra esa creencia tan extendida como falsa de considerar la Edad Media como una época oscura.
… Y que bien viene recordar ahora a Ibn-al Jatib y su contribución al concepto contagio.
…y reconocer sus aportaciones, basadas en las teorías expuestas en los hadices del siglo VII, siglos antes de que la medicina europea estableciera las medidas de profilaxis.
La Edad Media fue oscura en ciertos países y ciertas tierras del nuestro, pero no donde alumbraron personajes como estos.
Yo diría que el medioevo es un período que, por incomprendido, se pretendió devaluar en siglos posteriores, oscureciéndolo, pero es la época de los magistrales templos góticos, de la arquitectura árabe, de los vitrales, de los mitos legendarios, de la oralidad, del copismo monacal, de eruditos judíos y musulmanes…
Cuánto aprendo contigo y cómo agitas mi interés por la historia de Aragón. Gracias.
Pues muchas gracias a ti por tus estimulantes palabras.
Esto del judaísmo y catolicismo por aquel entonces del 1100 ¿no sería una pandemia para unos y otros?
Entonces, como ahora, quienes manejaban las riendas lo único que pretendían era el Poder; esa es una máxima que no ha variado a lo largo de la historia. La religión era un medio para alcanzarlo.
Poético trozo de historia. Muy bueno.
Gracias, compañero, por tan generosa opinión.
Primero vi la foto – que me gustó mucho – y sentí ecos de un pasado. Imaginé la de historias que tenían esas paredes, cuántas personas pasaron la yema de sus dedos por ellas (como bien describes lacerados por el roce con la arenilla) y cuánta historia vieron pasar esos adoquines.
Luego leí tus letras, que me llevaron de inmediato a estar allí, y me hicieron recordar las batallas, los personajes, las idas y venidas, la Historia, el devenir de los tiempos….
Gracias por mostrarnos tanto, y por hacerlo de una manera tan agradable.
Un abrazo!
Las piedras hablan desde su silenciosa y privilegiada posición, aunque no siempre seamos receptivos a toda la historia que las impregna. Los rinconces viejos de las ciudades guardan el eco de gentes y acontecimientos que se vivieron en esos mismos lugares que recorremos desde un presente que aún puede abarcar siglos de vivencias.
Gracias a ti por esa lectura tan puntillosa.
Es fácil imaginarse ese roce de las yemas, como si buscáramos un apoyo más psicológico que físico, en nuestro deambular. No conocía a este personaje, y es bien interesante. Por lo que veo en la Wikipedia, se sabe más de su obra que de su vida. Nos han hablado siempre de la Edad Media como un periodo oscuro, pero poco a poco vamos conociendo la verdad.
A mí me gusta recorrer las viejas calles e imaginar a esos personajes del pasado transitando por esos mismos lugares; precisamente me atrae la época medieval por la extraordinaria huella dejada en el entorno que más conozco. Pedro Alfonso, por ejemplo, tuvo una proyección y una influencia en Europa que me parece injusto que, en la actualidad, se le desconozca, tratándose uno de los iluminadores de esa época tan convulsa e interesante.
Interesante, contigo siempre aprendo cosas. Gracias! ❤️
Ah, pero no tanto como aprendo yo leyendo tus poemas.