«Prisoner»: Douglas Ross
“[…]Al hombre lo habían dejado tirado allí para que todos lo viéramos. Sufría… sufría mucho, pero no le quedaba voz para quejarse. […]Estuve mucho tiempo observando mientras rezaba para que el hombre muriera y terminara su sufrimiento. Pero seguía moviéndose y supe que debía hacer algo[…]. Cuando vi que los guardias se habían desentendido de él, me acerqué arrastrándome, le puse una mano en la mejilla y le dije que estaba a salvo. Recuerdo sus ojos… Me miraban… Era un hombre guapo… Un gadyè (=no gitano) de ojos castaños, de unos cuarenta años. Le sonreí y le puse mi pañuelo en la boca y la nariz. Ni siquiera se movió cuando apreté. […]Sus ojos seguían mirándome pero me di cuenta que había muerto. […]Entonces, aquel guardia me vio… Tiró de mi brazo como si quisiera arrancármelo. […]Otros guardias se acercaron. […]Aquella noche recibí más golpes que en todo el tiempo que llevaba allí. Con cada golpe pensaba: Este es el último. Ahora moriré y acabará todo. Pero me seguía doliendo. Me dolía cada hueso, cada trocito de mi cuerpo. Seguían, seguían, seguían… Yo pensaba que ojalá alguien me ayudara como yo había ayudado al gadyè moribundo.[…].- Traducción ajustada al original en francés.
Tres viejas cintas de casete recogen el testimonio de Florica Slavu, gitana, superviviente del campo de concentración de Lety, en el sur de Bohemia. Su voz, a veces entrecortada, va desgranando las atrocidades cometidas allí donde, como ella repite, “Devel (=Dios) miraba para otro lado”.
“Yo no esperaba que vinieran de fuera para ayudarnos a nosotros, los romá, pero también había veinte o treinta judíos, que luego se llevaron a otros lugares, y ellos tenían poder y amigos. Eso se decía en el campo, que vendrían de fuera a ayudar a los judíos y nos sacarían a todos. Pero a ellos tampoco los quería nadie[…].”
Florica Slavu, convertida en activista gitana para el Reconocimiento del Genocidio practicado contra el Pueblo Gitano, nació en Praha, en el otoño de 1925. Falleció en París, en enero de 2007, un día antes de la conmemoración del Día Internacional del Holocausto. Nunca recibió compensación alguna por el daño que se le infligió.
¡Oh pena de los gitanos!
Pena limpia y siempre sola.
¡Oh pena de cauce oculto
y madrugada remota!
–Federico García Lorca–
NOTA
Este artículo se publicó por primera vez en esta bitácora el día 5 de abril de 2012.
Es importante dar a conocer testimonios así. Para que se sepa y para que se sepa lo que es la compasión. Hermoso
Hoy se celebra el Día Internacional del Pueblo Gitano, y ya que el confinamiento impide que los claveles y rosas remonten los ríos, como es tradición, en recuerdo de las víctimas del nazismo, he querido volver a darle voz a quien sufrió en su propia carne la pertenencia a la etnia romaní y que dedicó el resto de su vida en libertad a luchar contra el silencio y el olvido.
Y triste.
Mucho. Muy, muy triste, Tanto como la persecución, de la que nunca se habla, emprendida y llevada a cabo por Fernando VI contra los romanís españoles, que fueron encarcelados durante años, maltratados y asesinados (palizas, hambre, enfermedades…), hasta tal punto que Carlos III, hermano y sucesor, hizo denodados esfuerzos para borrar de la historia semejantes hechos.
No tenía ni idea, pero como siempre, eres capaz de hacerme estudiar, espero que al final de curso (léase pandemia), consiga al menos un aprobado.
8 de abril, Día Internacional del Pueblo Gitano 2020
Esta bitácora, aunque no se aluda explícitamente a ello sino en determinadas ocasiones, tiene raíces romaníes. De etnia gitana son la veterinaria que se ocupa de la salud de los gatos del Barrio y varias de las personas que se nombran. Gente corriente.
(Y tú eres alumno de Doctorado, Jubi, y un excelente profesor en tantas cuestiones. Siempre).
Aquí tienen costumbre los gitanos de echar flores en el Genil desde el embarcadero tal día como hoy, pero no se si este año podrán. Ellos hacen siempre lo que se proponen, pero a ver si lo consiguen…
Qué lugar más bonito, elegante y sugerente para homenajear a las personas ausentes.
No he leído que este año hayan podido hacerlo. Lo habrán aplazado como tantas otras cosas venimos aplazando todos.
Bueno, tampoco los recuerdos han de circunscribirse obligatoriamente a una fecha. Y los ríos aún seguirán haciendo su recorrido cuando las calles vuelvan a ser transitadas.
No existe el racismo, los nazis son una ficción. Simplemente es el reflejo de una sociedad que desprecia al pobre y abusa del distinto en un mundo de pensamiento único.
La supremacía racial sigue galopando; otra cosa es el clasismo, que se transforma en etnofobia en función de las escasas posibidades económicas del o los sujetos a quienes se desprecia.
Adela Cortina le llama a eso aporofobia.
Sí, salvo que en esta sociedad de estereotipos las suspicacias hacia la gente romaní en demasiadas ocasiones van más allá de su posición social; como si ser gitano/gitana fuera un estigma.
Es esta una entrada con mucho dolor.
Son ecos de un pasado que nadie (de bien) quisiera se repitiera nunca, ni nada que se le parezca.
Y que pellizca un poco el corazón cuando se lee, y uno se pone en la piel de esas personas que sufrieron, sintieron y vivieron esa sinrazón nazi en carnes propias.
No sabía que hubiera un «Día Internación del Pueblo Gitano».
Un abrazo, Una mirada….
Ojalá la historia del sufrimiento infligido por unos humanos contra otros, a fuerza de conmover, fuera capaz de desterrar la ancestral infravaloración que sufren históricamente determinados grupos étnicos. Esa era la intención de Florica cuando accedió a narrar su espeluznante experiencia y la mía al hacerme eco de sus palabras.
Otro abrazo.
Desgarrador.
Muchísimo.
Duele mucho leer entradas como esta. Pero son más necesarias que nunca, porque la historia no es que se pueda repetir en el futuro, sino que ya lo hace en el presente. Cómo somos los hombres y qué miedo nos dan los que parecen ser diferentes.
Reflexionar sobre el pasado siempre es positivo, aunque, en tantas ocasiones, comprobemos, con desesperanza, cómo la crueldad sigue campando. De los horrores del pretérito cercano deberíamos tomar cumplida lección, para no reproducirlos, pero parece que, como especie, no somos capaces de aprender de la historia.
Bello!!!
❤
Beautiful
Thanks!!