«Nevazo»: Archivo personal
Apenas recorridos tres o cuatro kilómetros desde el túnel transfronterizo, recomenzó a nevar y los copos, que parecían engrosar conforme el monovolumen avanzaba, se mantuvieron constantes hasta las inmediaciones de Saint-Lary, donde empezaron a espaciarse hasta desaparecer, dejando en el aire una gélida estela que transitó el rostro de los viajeros cuando descendieron, notablemente abrigados, del vehículo.
—¿Cuándo podremos ver a Bingo?,— preguntó la pequeña, que todavía recordaba la visita a la Maison de l’Ours del año anterior y su primer contacto con Bingo, un oso pardo cercano a la treintena, criado en cautividad, e hijo de Charlotte, maltratada osa circense, que fue rescatada en 1991, junto con sus hijos, Bingo, Bouba y Apolo, de las penosas condiciones en las que se hallaban. De la familia úrsida inicialmente acogida, solamene sobrevivió Bingo, cuidado por humanos y, debido a ello, incapacitado para subsistir por sí mismo en libertad.
En la casa, Anne-Laure, la dueña —un bellezón de cabellos castaños y enormes ojos color miel— sirve rebosantes platos de garbure a sus huéspedes y en la espartana estancia, caldeada por una enorme chimenea de ladrillos agrisados, sólo se escucha el chisporroteo de las llamas lamiendo los chamuscados tizones y el cantarín roce de los cubiertos en la porcelana.
¿Osos en el Pirineo? ¡Qué barbaridad es esa! Ni siquiera una buena nevada cae en la actualidad.
El otro día esperaba encontrarme con un amigo mío, pero por la falta de nieve se había ido a tierras lejanas, era un personaje con el que tuve una larga y fresca conversación, pero que no lo he vuelto a ver.
Hace poco te dije que había escrito un artículo titulado “Las andanzas de un estudiante de vacaciones 1“, en realidad han sido 9, todos ellos pensando en la época que estuve de vacaciones/trabajando en el pueblo de mi padre, fue una pequeña saga de la que tu fuiste mi inspirador.
Saludos
Nada es lo que era; ni los osos -tan perjudicados- ni las nevadas -menos cotidianas que antaño-. El tiempo pasa y todo fluye, cambiante. Quedan esos recuerdos que has sabido plasmar del Bailo de tu niñez y juventud y que espero retomes de vez en cuando.
Saludines.
Qué agradable paseo, entre estos copos de nieve que caen de manera gravitatoria, pero que también a mi antojo puedo mover de derecha a izquierda sobre la pantalla. Y entre estos recuerdos que nos compartes en forma de relato.
Siguiendo tus letras uno puede ver cómo avanza ese monovolumen, cómo caen los copos de nieve, cómo se ansía la llegada a un lugar ya conocido, cálido, lleno de recuerdos y de momentos, y hasta me llega el olor de esos platos humeantes de garbure.
Gracias por esta mirada alrededor tuya, pero que la hacemos nuestra, cada uno a su manera.
Me encantó.
Un abrazo grande!
Es el encanto del invierno, que atrapa y hace importantes los detalles nimios.
Otro abrazo para ti.
He entrado en el enllace de la wiki por ver el «garbure», pero la foto le juro que es de «Pot au feu» carne de falda, patata, zanahoria y puerros solo que ahí están todos juntos en el plato.
Buen nevazo lo disfrute, y no se acerque al oso
La fotografía no le hace justicia, desde luego, pero es que en cada zona los ingredientes van a gusto de quien guisa. El pot-au-feu es más denso y en él reina la carne, mientras que la garbure -pese a la foto que la ilustra- es una sopa donde los importantes son los vegetales.
Que nostalgia de la nieve antigua, de irme a la Alhambra, al bosque, a ver el Albaicín desde enfrente, como un nacimiento cubierto de talco… Pero ya no nieva y, aunque lo hiciera, no podría permitirme esos paseos pisándola.
Se están perdiendo esas nevadas que pintaban los inviernos… Claro que tampoco los otoños y primaveras actuales son aquellas estaciones de entretiempo de hace unos años.
Esos son los inviernos que me gustan, los que te hacen vivir experiencias únicas, acordes con el cambio de estación. A veces soñamos con climas más cálidos, pero abrigarse mientras nieva y disfrutar de la gastronomía y de la naturaleza (aunque sea en su versión humanizada) siempre es agradable.
¡Feliz Navidad y un 2018 muy provechoso!
…y cómo despeja la mente el tiempo invernal…
Que pases unos días amables y comiences el año con brío.
Feliz de to Gata
Kisss y Kissss
Igualmente, Friné.