«Futuro»: Archivo personal
La tromba de agua comenzó a la hora elegida para hacer la pantxineta para la comida de despedida de Iliane. La lluvia golpeó con tal fuerza el Barrio que la tierra arcillosa, en ambas orillas del barranco, se desmoronó sobre el cauce y el agua, encabritada, bajó arrastrando el fango por la costanilla, atoró el alcantarillado e inundó las entradas y bajeras de las casas del bancal. Al día siguiente, con los restos del estropicio aún a la vista, las animadas Tejedoras[*] adecentaron los soportales de la trasera de la abadía, terminaron de levantar el entoldado lateral, todavía húmedo, y colocaron manteles de papel floreado sobre los tableros de contrachapado montados en caballetes.
A las dos de la tarde del domingo —con alguna nube sospechosa recorriendo cansinamente el cielo— ocupó Iliane la presidencia de la mesa y, entre risas, parloteo y conjeturas sobre la meteorología inmediata, se sirvieron champiñones rellenos con jamón, queso y nata, seguidos de ajoarriero con gambas y generosas raciones de la colosal pantxineta elaborada el día anterior y ligeramente recalentada. “Mañana me despido otra vez. Y al día siguiente y al otro….”, decía Iliane, agradecida y gozosa, mientras, entre cafés y licores, abría los regalos de los veinte años que cumplirá camino de Llangollen, en una aventura de prácticas laborales que la alejará del Barrio y de su querida Pamplona durante cuatro meses prorrogables.
[*] Nombre que reciben, en el Barrio, las componentes de la Asociación de Mujeres.
Parece que a Iliane la persigue la lluvia, pero también la buena comida, tanto si son cruasanes rellenos como la pantxineta.
Así parece, aunque de manera fortuita. En cuanto a la buena comida… Posee un paladar bien avenido con casi todo.
Es la hora de la comida y todavía no hay nada preparado en mi casa, así que si desaparecen las panchinetas, no me mires que seguro que aún me estoy relamiendo.
Creo que esta historia en el fondo es totalmente real y la despedida es de una compañera tuya que por los motivos que todos conocemos ha tenido que emigrar de España.
Si es así lo siento.
Me estaba haciendo una indiscreta pregunta, aunque ya la conozco la respuesta, esta era «¿con qué cámara harás las fotos para que te salgan tan pequeñas?
La historia es, efectivamente, real, aunque la emigración se debe a una beca para realizar prácticas de laboratorio en Reino Unido.
(Y la foto, como habrás supuesto, con el móvil y recortada y tratada después).
No he comido nunca pantxinetas hechas en casa, solo las q se venden. El menú q has puesto, de lujooooo!
Suerte a Iliane en país de Gales.
Salu2.
Alguna vez he comprado pantxinetas individuales -en Huesca se llaman almendrados-, pero las exquisitas son las caseras. El menú no sé si era o no de lujo, pero se elaboró con cariño y fue exitoso. ¡No sobró ni siquiera pan!