«Primavera»: José María Cuéllar
Primavera. Cimbrean, en compacta escultura de verdes oscuros, las refulgentes hojas de la camelia que habita en la humilde tinaja centenaria del jardín renacido de la señorita Valvanera, en el rincón del porche donde se afanan las golondrinas en reforzar los viejos nidos que la maestra cubre delicadamente durante el invierno.
Primavera. Asoman, aun chicuelas, las amapolas que jalonan, en maravilloso caos, el desdibujado límite entre el coquetuelo jardincito y la pendiente asilvestrada que resbala, entre margaritas y tomillo, hasta la curva sombría que describe el río sajando el tozal en dos promontorios de arenisca petrificada donde anidan y se sacian los treparriscos en sus limitadas visitas invernales.
Mayea, lánguido, el Sol y se retiran las nubes alejando de las súplicas terrígenas su codiciada carga.
Me gusta como escribes, yo nunca he sabido, ni nunca sabré hacerlo, pero me gusta investigar y en esta ocasión he encontrado esta foto ademas de donde nos dices (un cachico) en el artículo titulado «Donde reina la Primavera» del blog «vidasencilla.es» ¿tendrá algo que ver?
Seguiré indagando.
Ignoro si hay alguna relación entre el autor de la fotografía y el blog que mencionas. Conocí el trabajo de Cuéllar a través de la licencia Creative Commons de Flickr y me encandiló esa imagen por su inocencia, su frescura y la buena combinación que podía hacer con mi pequeño texto.
¿Que tú no sabes escribir, Jubilado…? Veamos: Eres directo, cercano, comprensible, ameno, variado y buen comunicador, actitudes que prueban que te desenvuelves con soltura y eficacia.
Nunca hubo primavera más hermosa
que la que cantas en esta prosa:)
Me encanta la palabra «mayear».
Que siga mayeando, al menos hasta septiembre:)
Abrazos
Mayeando, sí. Y con la lluvia haciéndole los honores a esta Naturaleza medio desmayada de sed.
Otro abrazo, Trini.