«Una tronera abierta a la historia»: Archivo personal
Aprovechando el Día de Aragón y de camino al Observatorio de Aves Mas de Bunyol, recalan los viajeros en un emplazamiento bajoaragonés de belleza sublime. Arriba, coronando el cerro donde se asienta la localidad, el castillo palacio [FOTO], rescatado del abandono y espléndidamente rehabilitado en los años ochenta del siglo XX; abajo, el río Matarranya/Matarraña, lamiendo con su caudal irregular los tajamares del excepcional puente de piedra [FOTO] que, por una puerta de sillería con torreón almenado y una hornacina con la imagen del santo Roque —protector contra las epidemias— conduce a los visitantes a Valderrobres, villa de extraordinarias arquitecturas que combinan y aúnan el arte gótico, el renacentista y el manierismo en un conjunto monumental bellísimo que jalona, de uno y otro lado, las pendientes empedradas de sus medievales callejas hasta la cima, donde, allá por el siglo XIV, un humilde torreón, quizás musulmán, terminó convertido en un señorial palacio —intercomunicado con la iglesia de Santa María la Mayor— que fue residencia de sucesivos arzobispos de Zaragoza —señores feudales y amos de estas tierras— merced a la donación que, en el siglo XII, había hecho de ellas Alfonso II de Aragón al cabildo zaragozano, tras conquistar este territorio para la Corona.
Tres siglos después de la concesión, el arzobispo García Fernández de Heredia —quien más empeño puso en engalanar el que, en principio, solo iba a ser un castillo defensivo, además de ordenar el amurallamiento de la villa y la construcción del puente— fue asesinado en ruta a su feudo valderrobrense, cuando regresaba de las Cortes de Calatayud, tras dirimirse qué candidato al trono aragonés era el más idóneo para sustituir al monarca Martín I, muerto sin descendencia. Las luchas e intrigas entre las distintas facciones por hacerse con la titularidad de la Corona de Aragón, llevaron a Jaime II de Urgel, que se postulaba como futuro rey, a encargar el asesinato del arzobispo, valedor, en última instancia, del infante castellano Fernando de Antequera, que terminaría ocupando el trono como Fernando I de Aragón.
El señorío arzobispal de Valderrobres se mantuvo ligado a la nobleza eclesiástica hasta la desamortización de Mendizábal, pasando después a manos del Estado y quedando el castillo palacio y su portentosa iglesia en semiabandono durante muchos —demasiados— años.
Feliz día de Aragón y muy bonita la foto.
Hoy toca la resaca del fiestón de ayer.
Bueno pues a descansar entonces… salud.
Gracias.
De nada.
Empiezo diciendo que la foto que ilustra tu post es una maravilla. El soporte que haces al texto con enlaces y fotos es fundamental para ver la magnitud de la que hablas. La foto del puente me parece igualmente sublime. En todos los tiempos de la historia, siempre han existido truculentas historias sobre las luchas del poder. Curiosa y desconocida para mí, la historia del arzobispo y sus derivaciones hasta llegar a la figura de Fernando I de Aragón. Gracias por compartir. Un abrazo.
El arzobispo se limitó a defender los Fueros, a los que estaba supeditado el poder de los monarcas, que solo lo eran tras jurarlos. Los Fueros eran claros: Cuando no había descendencia directa, se convertía en heredero aquel cuyo grado de consanguinidad era el más cercano, condición que cumplía el infante de Castilla por mucho que no gustara a los reunidos en las Cortes.
Cordialidades.
Pero bueno, qué maravilla conocer la Historia de tu mano.
Se me ha hecho muy ameno, recreándome en las fotos y lugares, además de los datos históricos que nos has compartido.
Sin duda Aragón tiene muchos rincones preciosos, llenos de belleza e historia. Lugares para perderse y luego encontrarse.
Gracias, Una mirada.
Un abrazo, cargado de sol y luz (la que ahora mismo entra por mi ventana).
La historia es una de mis debilidades y no podía sustraerme, al mencionar al arzobispo que embelleció Valderrobres, a comentar su asesinato y los motivos.
Es una localidad en la que, mires donde mires, solo ves belleza.
Gracias a ti, siempre entusiasta.
Cariñosos abrazos.
¡Que poco conozco Aragón! Y eso que hace mucho tiempo compré «La gran enciclopedia Aragonesa» son doce tomos, la completa sacó II Apéndices, que nunca llegué a comprar. La he ojeado en alguna ocasión, pero la tengo completamente olvidada, espero que un día de estos la pueda llevar al Ayuntamiento de Zaragoza para que la sepan aprovechar mejor que yo.
P.D. La foto no es mía, es de IberLibro.com, no quería empezar a hacer fotos para demostrar que la tengo.
Hasta hace un par de años, esa enciclopedia que tienes estaba, también, online, pero, de un día para otro, la quitaron, fastidiándome todos los enlaces de la bitácora (y tenía bastantes) que apuntaban a ella. Al Ayuntamiento zaragozano no la lleves, que son capaces de utilizar los tomos para que no cojeen las mesas y dudo mucho que el alcalde actual tenga muchas ganas de aprender algo de esta tierra cuando, hace unas semanas, tuvo los güevazos de corear con risitas las faltadas de un locutor de radio contra la lengua aragonesa («un invento», decía que era) y sus hablantes.
¿Sugerencias para saber donde las llevo?
Puedes preguntar en alguna Biblioteca Pública o Instituto de tu barrio; al tratarse de una enciclopedia específica que no está en forma de página web, igual les interesa.
No cabe más historia ni más arte en tan pocas líneas. España es de una riqueza incalculable.
Lo cierto es que no hay recoveco español donde no se den la mano historia y arte.
Estupenda lección de historia y arte de Valderrobres, precioso pueblo de la comarca de Matarraña. Merece la pena visitarlo, doy fe.
Salud.
Valderrobres es especial. Cala. En general, toda esa comarca tiene un atractivo desbordante.
Salud.
¡Que fotos más buenas haces! Yo hago muy pocas últimamente y nunca buenas, pues cada vez me desplazo menos y, cuando lo hago, solo llevo el móvil.
Las de este post están realizadas con cámara fotográfica, pero la mayor parte de las que hay en la bitácora se han hecho con el móvil.
De Historia se poco y, menos aun de Despeñaperros para arriba, pero trato de aprender en tu blog y, antes de esto, en el de la amiga Leodegundia, que fue una pena que lo cerrara, pues contaba la Historia de forma muy amena y no como en mi Bachillerato, que nos metíamos en la cabeza Reyes y fechas… para olvidarlos al día siguiente del examen.
Sí que fue una pena que Leodegundia no continuara con el blog porque trabajaba la historia de manera entretenida y comprensible. Es una materia que, desde la escuela, me ha fascinado, sobre todo, la referida a Aragón y a la época medieval.
Fíjate si Leodegundia trabajaba bien la Historia, que hasta tenía cuadros cronológicos para «sincronizar» los diferentes reinos.
Un método infalible para contextualizar los hechos.
Qué bueno tu post, me ha encantado y ha hecho que me apunte Valderrobles como un punto de interés que quiero conocer. Gracias por este post que nos instruye en Historia, en geografía, en turismo…
Un abrazo
Si en algún momento visitas Valderrobres verás que no hay palabras suficientes para describir su singularidad. Es un pueblo precioso.
Otro abrazo.
Como yo no tengo la menor esperanza de visitar Valderrobles, me conformaré con tu descripción y las fotos. Que ya es…
Te lo traigo para que lo veas sin cansarte…
Me gusto el video y la historia que pena que quedó en semi abandono. Te mando un beso.
El abandono duró unos años; actualmente, los edificios medievales están rehabilitados.
Otro beso para ti.