«Descenso del río Cinca»: Asc. Nabateros del Sobrarbe
…hubo un tiempo en el que los bosques del valle soñaban ser modestos bajeles nabateros firmemente asidos por los brotes de sarga los cuerpos descortezados, deslizándose —ya mecidos por la exasperante suavidad del meandro, ya en doliente balanceo sobre el bravo líquido hídrico y lamidos abetos y pinos, hasta el corazón, por las acometidas insolentes del agua— mientras la pericia de los hombres, majestuosos guardianes del preciado tesoro maderero —manos sobre el largo remo, piernas indiferentes a las lanzadas acuosas—, sorteaba piedras y sedimentos. Por el camino del río.
Este mes de diciembre, el Comité Intergubernamental de la UNESCO para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, reunido en Rabat, reconocia el histórico transporte fluvial de la madera de los nabateros del Sobrarbe, la Val d’Echo y la Galliguera, en Aragón; de los gancheros de Castilla La Mancha, los almadieros de Navarra y Valencia, los raiers de Cataluña y el timber rafting de Alemania, Austria, Chequia, Letonia y Polonia, pasando a ingresar en la Lista Representativa como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Escucho atenta y leo los subtítulos de la canción de los nabateros; disfruto un montón con la música tradicional de todas nuestras regiones.
No conocía la figura del nabatero y tu post me ha recordado la novela de José Luis Sampedro “El río que nos lleva”, donde no es el Cinca sino el Tajo y no son nabateros sino gancheros.
Le tengo especial cariño al Cinca. Pasé unos días geniales por la zona: Bielsa, Aínsa…
Un abrazo!
Precisamente, mientras enviabas el comentario, estaba escribiendo la denominación que se les daba, en cada territorio, a los transportistas fluviales. Durísimo oficio, por cierto, que merece ese homenaje desde nuestro presente tecnológico que parece estar de vuelta de todo. El libro de Sampedro, una delicia, casi tanto como la descriptiva película basada en él.
El Cinca… Menudo río pirenaico bravo sin desperdicio en todo su recorrido, que baña, con el mismo ímpetu, montaña y llano.
Otro abrazo.
Como la Fabla no la entendemos muchos, me he atrevido a traer la canción o Himno Nabatero en castellano.
Cinca traidor, Cinca traidor
que las piedras enseñas y los hombres ahogas.
Por el barranco de Biembro sube Felipón d’a Flor con el hacha bien afilada del herrero Lorenzon.
Se oían las hachas golpeando en la madera y caían grandes troncos rodando por la ladera.
Encima de dos registros se van preparando los troncos, se hacen muescas y rebajes y los verdugos atan los trampos.
Ya está colocado el ropero, ya está colgado el tocino salado y los odres llenos de vino que agua ya tenemos bastante.
En la rasa de Plantapera una nabata de cuatro tramos ha chocado: tronco de sesenta palmos escorado o mástil demasiado largo.
Y el remero de delante chilla a los de detrás, pero salta el del final: «a mí déjame en paz».
Para salir del apuro hay que abrir los maderos exteriores, empujar desde la nabata y mojarse los calzones.
Se ha perdido algo de material pero aún queda vino, volveremos a navegar que el río es el camino.
Al llegar al Entremón ¡atina, Pallaruelo, para pasar el agujero sin rascarnos la cabeza!
Poco a poco orillando, se acerca la nabata a tierra y arreglando el atraque el dia va oscureciendo.
Los pantanos nos ahogan, ya no bajan grandes troncos, pero Cinca siempre serás el gran río nabatero.
Ya no golpean las hachas, sólo se oye el silencio, pero Cinca siempre serás el gran río nabatero.
De Nabateros del Sobrarbe (Río Cinca)
Muchísimas gracias, Emilio. No sabes el trabajo que me has quitado de encima; no sabía si subir la traducción como documento de Word con un enlace debajo del vídeo.
Muchas gracias por la traducción.
Estupendo, Jubi!
Gracias por la traducción.
A mi estilo y en unas diapositivas, publiqué un poquejo sobre las nabatas estando de «guardia en el castillo de Aínsa«, imaginación al poder.
¡Ah! El vídeo me ha gustado mucho.
Y espléndidamente documentaste la historia de las nabatas en esas vistosas diapositivas, quedándote un artículo ameno y completo, con la magnífica Aínsa como protagonista principal.
Bellisimo el himno y digna tradición. Encantado con esta entrada y con el vídeo. Un saludo.
Es, además, una tradición que también está entroncada con tu terreta, donde también se llevaba la madera por el agua.
Salud.
Así es. Feliz finde.
Celebro la decisión del Comité Intergubernamental de la UNESCO. Me ha encantado el video, no solo por la música sino por la composición de fotos tan expresiva y bella. En cuanto a la letra he agradecido a «Un jubilado» su traducción para no perder detalle. Hermoso post. Un abrazo.
Teniendo en cuenta la importancia que tuvo antaño el transporte fluvial de la madera, en zonas de España y otros países europeos, el reconocimiento es merecidísimo. Estoy de acuerdo contigo, no solo el himno (tan gentilmente pasada la traducción por Jubi) sino las imágenes dan como resultado un vídeo vistoso donde pasado y presente se funden.
Cordialidades.
A Una mirada…, a sabiusblog y a bisílaba, muchísimas gracias, si hubiera estado presente, seguro que me hubierais ruborizado, en realidad, no hice nada, simplemente fue pedir en la red la traducción y los mismos nabateros me la sirvieron en bandeja.
Gracias de nuevo.
Pero te molestaste en hacerlo y eso es de agradecer, así que despeja el rubor y reconoce ante ti mismo que fuiste muy diligente.
No se si se me escapa algo, pero me choca que habléis de río traidor y en fable sea femenino: traidora. ¿O no?
Se trata de una circunstancia curiosa. Aunque lo mismo en fabla aragonesa que en castellano la palabra río tiene género masculino, el nombre de este río concreto es de género femenino: «A Zinca», de tal manera, que, si se antepone río, se dice en aragonés: «O (el) río Zinca ye (es) traidor», pero si solo se pone su nombre queda: «A Zinca ye (es) traidora«.
¡Vaya! desconocía las nabatas.
El himno parece una canción de estadio de fútbol.
Y pensé que las aguas sobre las que se deslizaran las nabatas serían aguas un tanto calmas, pero en algunas fotos parecen rápidos. Debe ser un poco peligroso.
Buen viaje he pegado por estas páginas.
Abrazotes, hasta la próxima.
¿Te parece un himno futbolero…? Jajajaja, m’has matao.
Los tramos medios del río eran demenciales. Piensa que bajaban los troncos desde las zonas más montañosas y eran ríos pedregosos de curso muy rápido y con mucho caudal por el deshielo, así que no era inusual que alguno de los nabateros sufriera algun accidente y hasta se ahogase.
Pues sí, digamos que hoy has sido el esforzado nabatero de esta bitácora, peleando con largas parrafadas lectoras. Ah, pero… has salido indemne, ¿no?
Hasta más ver y muchas gracias por el interés que muestras cada vez que viajas por aquí.
A estas alturas, ya sabes que me encantan las costumbres que forman parte de la Historia de un lugar.
He ido a buscar el himno en español porque me picaba la curiosidad, aunque se podía entender bastante bien. Luego he visto que Jubi lo había subido también.
Me ha emocionado ver el vídeo de los nabateros, esa gente arraigada a la tradición, incluso gente mayor, rudos y valientes. «….que las piedras enseñas y a los hombres ahogas…..»
Me alegra conocer la gran noticia de que lo han nombrado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Un abrazo musical.
Era un oficio durísimo que se desarrolló desde la Edad Media hasta los años cuarenta del siglo XX, cuando las carreteras potenciaron el desarrollo del transporte y los ríos dejaron de ser rutas madereras. En la actualidad, se siguen construyendo nabatas y haciendo descensos por los ríos de las antiguas rutas de trasnporte, pero se hace de manera lúdica, recordando a los antiguos nabateros. Que el ofico tenga el reconocimiento de la UNESCO es un orgullo para los países que llevaban años solicitándolo.
Otro abrazo.