«Pitote»: Archivo personal
Escala Pitote, con su cuerpecillo gordezuelo todavía con pelusa, los libros extendidos en la alfombra, dejando una hilera de desechos orgánicos encima de Carmen Sarmiento, Salvador Pániker y Javier Tomeo; ronronea Kuro, desmadejado y babeante, entre los cojines que cubren el baúl; se alza Yaiza, la perra, sobre sus patas traseras intentando alcanzar con la lengua los restos del chocolate cocido adheridos al borde del tazón; imita Camila, la cardelina, los gorjeos de Melitón, el canario cuya jaula saca cada mañana María Blanca al alféizar de la ventana de su cocina. Pasan las nubes, albas y mansas. Chapotea Pitote en la pequeña bañera de plástico que Étienne, a instancias de Jenabou, le instaló en el patio. Los gatos que rondan por el tejadillo del anexo observan al patito con escaso aprecio e instintos contenidos, quizás recordando los gruñidos de la perra, siempre acogedora y vigilante, cuando acortaron distancias con Pitote, al otro lado de la barbacana, y se vieron obligados a guardar para mejor ocasión las uñas y las intenciones. A Pitote lo trajo, aun no hace un mes, Slavomir, uno de los esquiladores polacos que viven en la antigua granja de Casa Zerigüel. “Por donde el agua”, dijo que lo había encontrado. Pero no hubo manera de localizar algún grupo de ánades que pudieran haber perdido un polluelo ni tampoco echaron en falta ningún animal en la única casa del pueblo donde crían patos.
¡Ohhhh! Me encantan los patitos. Buena tarde.
Son, además, unas aves normalmente sociables.
Me gustan los patitos.
-Jubi, ¿a la naranja?
Mira que eres catenazo (pelmazo), me gustan los vídeos en los que aparecen la pata con los patitos que van por las calles y paran los coches para dejarlos pasar, y la gente les ayuda para llevarlos al estanque más próximo.
Por cierto recuerda que «Hubo unos patitos que nacieron al lado de una piscina«
He releído el post de tus patitos. Qué ricuras. Solo espero que alguien los acercara a algún lugar más propicio y con acceso al agua, porque es un elemento imprescindible para que salgan adelante.
El patito sabe posar muy bien para la foto.
Sí. Ha resultado ser un modelo disciplinado.
❤️
Un abrazo.
Qué bonito el patito.
Y cuántos soplos de vida hay en este relato!!
Parece que tenemos los sentidos más agudizados, quizás por el confinamiento, o quizás porque somos así; capaces de disfrutar de una escena tan cotidiana como ésta y recrearnos en cada detalle, en cada sentir ajeno, y propio.
Un abrazo, Una mirada….. Y mucho ánimo, ya queda menos!
Contemplar e interiorizar la vida que fluye a nuestro alrededor supone tomar consciencia de la propia; y, a veces, son los animales quienes nos lo recuerdan.
Otro abrazo para ti.
Puede que él, por un error administrativo, haya quedado también confinado al no poder volar. En cualquier caso, no es mal sitio para pasar la cuarentena.
Con lo bien que vive, dudo mucho que quisiera abandonar su nueva localización.
Una cuarentena muy acompañado y con una compañía muy diversa… Así cualquiera… No hay que hablarle a los cuadros.
Quizás, quienes tienen tanta compañía, desearían gozar de unos instantes diarios sin más compañía que unos silenciosos cuadros…
Me lo he imaginado, me ha hecho mucha ilusión. ❤️