«La salamanquesa del jardín»: Archivo personal
“En el muro antiguo del jardín viven nuestros geckos”, le explica la pequeña Jenabou, ocho años, a una risueña Ona, diecinueve años, que se esfuerza por asimilar la lengua de su nuevo hábitat. “Bueno, son esgarrarropas[1]. En invierno había cinco hibernando juntas, pero dice mamá que ahora sólo hay tres. Les hemos puesto cerca una bombilla de luz blanca para atraer insectos y que se los coman. Como si fuera un restaurante para geckos, ¿verdad, mamá?”. “Verdad”, corrobora la veterinaria que se ocupa de la salud de los gatos del Barrio. ”Y ahora que ya le has contado a Ona los secretos del jardín, ve a leer o a jugar hasta que sea la hora de la piscina”. “Pero ayer dijiste que iríamos al río, a bucear en la poza…. Y, además, en el río no hay horario y prometiste que nos llevaríamos apañijo[2] y carne empanada y comeríamos allí… Que quiero que Ona vea cómo me tiro desde la roca sin hacer tripada en el agua…”
NOTAS
[1] En aragonés, salamanquesas.
[2] Id, ensalada.
No conocía el nombre de esgarrarropas.
En Portugal recibe el nombre de osga, en Galicia osga, en Canarias pracan, perenquén o perinquén, en Cataluña, Valencia y Baleares dragó o dragonet, en el sur de Castilla y León aldabón, en Extremadura santorrostro o saltarrostro y en Aragón esgarrarropas.
Tampoco conocía el nombre de apañijo.
Se denomina así en la provincia de Huesca a la ensalada de Tomate Rosa y Cebolla Fuentes de Ebro Denominación de Origen.
El apañijo es muy socorrido, aunque el tomate y la cebolla carezcan de denominación de origen… Unas olivicas por encima, generosos chorretones de aceite y buen pan para mojar… y a disfrutar de un humlde y sabroso plato.
vamos a buscar un charco, que es vienes
feliz regreso.
Y ya apetece, ya. Aunque solamente se refresquen los pies.
Venturoso finde.
Las salamanquesas del portal de mi casa antigua eran más claras, casi blancas. Se ponían en el techo por las noches y había amigas que les daba miedo pasar por debajo para entrar a la casa.
Precisamente el cambio en la tonalidad de la piel es una de las propiedades de la inofensiva y beneficiosa salamanquesa.
Son inofensivas, pero tenían mala prensa. Decía la gente que si te «escupían» (?) se te caía el pelo. Por eso mis amigas no querían pasar por debajo.
Sí, se trata de un animalillo con un historial negativo en la imaginación colectiva. El término esgarrarropas, por ejemplo, hace referencia a los supuestos estropicios que hacía en la ropa tendida o guardada en los armarios.
No se puede decir más con tan pocas palabras. Siento el calor del verano como el agua fresca de las pozas. Los atardeceres tardíos mientras las salamanquesas cenan. Los baños, el agua salpicada por los niños que se tiran de cabeza, la pereza motivada por el calor y la ilusión de la infancia.
…es que el verano invita al reparador chapuzón y al relajamiento contemplativo a la sombra.
Bienvenido! Me alegra ver nuevas entradas en el blog.
Llega el verano y se repiten algunas escenas de siempre. Las salamanquesas tomando el sol, los niños jugando en las pozas, enseñando y contando sus días. Hay cosas atemporales, como muchos sentimientos y recuerdos.
Un abrazo.
…y el calor; el terrible calor que hace el cuerpo añorar los rigores del invierno.
Saludos.