«Rastros»: Archivo personal
Me registro los bolsillos desiertos
para saber dónde fueron aquellos sueños.
Invado las estancias vacías
para recoger mis palabras tan lejanamente idas.
Saqueo aparadores antiguos,
viejos zapatos, amarillentas fotografías tiernas,
estilográficas desusadas y textos desgajados del Bachillerato,
pero nadie me dice quién fui yo.Aquellas canciones que tanto amaba
no me explican dónde fueron mis minutos,
y aunque torturo los espejos
con peinados de quince años,
con miradas podridas de cinco años
o quizá de muerto,
nadie, nadie me dice dónde estuvo mi voz
ni de qué sirvió mi fuerte sombra mía
esculpida en presurosos desayunos,
en jolgorios de aulas y pelotas de trapo,
mientras los otoños sedimentaban
de pálidas sangres
las bodegas del Ebro.¿En qué escondidos armarios
guardan los subterráneos ángeles
nuestros restos de nieve nocturna atormentada?
¿Por qué vertientes terribles se despeñan
los corazones de los viejos relojes parados?
¿Dónde encontraremos todo aquello
que éramos en las tardes de los sábados,
cuando el violento secreto de la Vida
era tan sólo
una dulce campana enamorada?
Pues yo registro los bolsillos desiertos
y no encuentro ni un solo minuto mío,
ni una sola mirada en los espejos
que me diga quién fui yo.—Retrospectiva existente, poema de Miguel Labordeta (1921-1969) contenido en su libro Violento idílico, publicado en 1949—.
Parece que no se hubiera ido.
Parece que en cualquier instante podría aparecer con su mochila a la espalda recorriendo y contando… y cantando.
Y empujándonos hacia la libertad:
«Sonarán las campanas
Desde los campanarios,
Y los campos desiertos
Volverán a granar
Unas espigas altas
Dispuestas para el pan»
No conocía este poema que nos traes pero, leyéndolo, me parece descubrir una vena de filósofo en todas sus preguntas llenas sí, de poesía, pero también de búsqueda de la verdad.
Un abrazo!
En realidad, querida Bisílaba, el poema es de Miguel, hermano del cantautor y político José Antonio Labordeta, tambièn fallecido; ambos excelsos representantes de la cultura en la Zaragoza tertuliana de los sesenta. Miguel era el hermano mayor, siempre en el corazón del Labordeta cantautor, que mimó la reedición de la obra de su hermano tempranamente fallecido y recitó muchos de esos poemas con la emoción en la voz y las lágrimas anegándole los ojos. Dos hermanos inolvidables y muy queridos.
Otro abrazo.
Es verdad, que pones Miguel. No reparé en el nombre y me fui al más conocido (al menos por mi) Jose Antonio.
A Miguel (te confieso mi ignorancia) acabo de descubrirlo ahora mismo aquí. Nunca es tarde.
Voy a buscar sobre él.
Gracias!!
La confusión es natural. Cuando se ve o escucha el apellido Labordeta revive el recuerdo del inigualable mochilero recorriendo las trochas españolas, cantando a la libertad, a la vieja, al Aragón que tanto amaba; al político capaz de mandar a sus Señorías a la mierda sin el menor miramiento.
Cuando José Antonio empezaba en esto de la música, se decía de él en Zaragoza: «Es el hermano del poeta«. Años después, Miguel pasó a ser «el hermano del cantautor«.
No conocí a Miguel Labordeta, tampoco el poema, sin embargo si conocí personalmente a su hermano José Antonio, estuvimos charrando una tarde que se concedía el premio a la mejor noticia y hablamos de su mochila, de donde surgió y quien se la prestó, aunque luego se utilizó para todo el tiempo de rodaje.
Qué buenos tiempos aquellos de los bloguellones y la camaradería fuera de internet. No es extraño que conocieras a Labordeta (yo solo de saludarlo al final de alguna actuación) en aquel ambiente en el que eras, un poco, el padre virtual de todos. No tendría desperdicio la charradeta, con un José Antonio en su apogeo. Se os ve muy guapetones en la foto.
En un rato leeré la noticia ganadora, que me ha gustado eso de «El maestro que solo usa un zapato«, que he encontrado en la web de Antón Castro porque el enlace de Zaragózame ya no funciona.
Me temo que hay un comentario que ha pasado a spam por contener dos enlaces. Lo siento
Bah, ya está solucionado. Se había quedado como pendiente de aprobación.
No lo conocia, aunque a José Antonio si y tengo canciones suyas dedicadas a Aragón y me ha gustado mucho tu foto. Saludos.
José Antono Labordeta fue un cantautor entrañable que traspasó las fronteras aragonesas, donde siempre será el Abuelo, con su pléyade de canciones inolvidables.
Salud.
De acuerdo. Saludos!
Llegó hasta este sur y su Canto a la libertad era inseparable de nuestras misas «clandestinas»…
Trascendió lo local para convertirse en emblema de todos los rincones de España en aquel 1975 donde empezaba a renacer la esperanza.
Los Labordeta estuvieron ligados a la enseñanza. El padre fundó el colegio Santo Tomás y allí ejercieron los hijos. Yo conocí al pequeño de los hermanos, Donato Labordeta, director del centro y sé que unos años antes también Miguel fue profesor y director. Fueron una familia muy cultivada.
Saludos.
JBernal
Precisamente, a raíz del libro poético de Miguel, estuve documentándome (curiosidad manda) sobre la familia y ese colegio fundado en 1920 y que, en diferentes ubicaciones de la ciudad, se mantuvo hasta 2006, ya con graves problemas económicos. Tras la guerra, el padre fue depurado y le costó mucho reabrir el Centro, con un cuadro de profesorado también expedientado por los vencedores pero que suponían el no va más de la cultura (Ildefonso Manuel Gil, el poeta, entre ellos).
Salud.
No conocía a este poeta, pero ahora he leído -creo- todo lo que hay en Internet y el poema que más me gusta es uno titulado Momento novembrino
Es ya un poema de madurez, escrito varios años después que el de Retrospectiva existente.
Quizá por eso me ha gustado y porque es más intimista, mientras en otros se muestra más bien como espectador.
Pues seguramente llevarás razón, pero yo aún ando con sus primeras publicaciones.
Gracias por traernos las letras de este gran poeta.
He ido a buscar más sobre él, y como una cosa lleva a a otra, he descubierto a gran parte de su familia también.
De casta le viene al galgo, en esta saga bien instruida.
Una foto muy otoñal, para unas letras Laborderistas que calan hondo con esa sensación de vacío y olvido.
Gracias, Una Mirada.
Abrazote!
Gracias a ti por tu siempre extraordinaria disposición. Sobre el colegio Santo Tomás y la familia Labordeta hay incluso un libro escrito por un antiguo alumno:Grabado en la mente. Historia del colegio Santo Tomás de Aquino de Zaragoza, de Santiago Sancho Vallestín.
En cuanto a la poesía de Miguel, además de exponer la propia sensibilidad y sus pensamientos, el poeta no dudó en experimentar con todas las posibilidades expresivas, dotando a sus letras de agilidad en esa búsqueda permanente en sí mismo donde se advierte una constante nube de tristeza.
Más abrazos.
Perdón, es Labordetiana (no laborderista).
🤗
Se entendía también, eh?
Igual que otros blogueros/as no conocía a Miguel, aunque el apellido es fácilmente identificable con la familia Labordeta. Conozco algunas canciones del cantautor y ahora entiendo que probablemente fuesen letras escritas por su hermano. Bellas como el poema que acompaña tu texto. Dedicaré un tiempo a buscar sobre la familia, muy interesante a juzgar por los comentarios que he leído. Un abrazo.
José Antonio puso música a los poemas de su hermano que se leían en recitales, pero las letras de sus canciones eran, en general, del propio José Antonio que, además, publicó varios libros de poemas. Siempre se consideró escritor por encima de cantautor, aunque fuera esta última faceta la que conocemos todos. Lo cierto es que los Labordeta son sinónimo de cultura y, afortunadamente, la saga continúa.
Otro abrazo para ti.
No conocía ni poema ni autor, muy bueno.
Sigo páginas adelante…
Es un poeta que tampoco es muy conocido en España, salvo en círculos muy concretos.
Nos vemos más arriba.