«Archīvum»: Archivo personal
Desde que el tedioso escribidor obsesionado con el rojerío trocó su militancia en los GRAPO por la pluma pseudo-histórica, rellenando de abracadabrantes interpretaciones kilómetros de papel, el gremio de los historieteros —que no historiadores— ha alcanzado un notabilísimo incremento, de manera que cualquier zote o catedrático de la trola toma la palabra para aderezar su inepcia y la del prójimo con un serial que hubieran desechado, por esperpéntico, incluso los creadores del Guerrero del Antifaz.
Los perillanes que se dedican a tan innoble labor cuentan con una ventaja exitosa: el desolador y tradicional desconocimiento de la Historia de España, tan pervertida y mal contada por hordas de cronistas rastreros que han deshecho y rehecho el pasado acomodándolo a los vaivenes de las asentaderas del gerifalte de turno. Así, un engominado representante de la rancidez patria, incapaz de distinguir entre almorávides[1], andalusíes[2] y muladíes[3], pongamos por caso, se ha permitido la licencia de entroncar, en la conmemoración de la Toma de Granada, al Dáesh —y a cualquier inmigrante sospechoso de rezarle al ente mahometano— con el antiguo Reino Nazarí, con un desparpajo que proclama o su pertinaz incultura o su vileza.
Y así, décadas y decalustros, purgando la realidad documentada en distintas fuentes, haciendo de la astracanada pasado glorioso y de la fabulación verdad absoluta.
¡Pobre Historia! ¡Cuántas zarpas se prestan a hacerte jirones!
«La Historia oficial ha sido el instrumento para construir la memoria colectiva, pero los hechos que sostienen esa memoria no son analizados ni explicados de la misma manera en cada época. Así, en el siglo XIX el nacionalismo liberal españolista se inventó el término de “Reconquista”, que jamás aparece en los textos de la Edad Media o de la Edad Moderna, para definir el largo periodo de la Historia Medieval en la península Ibérica y dar así la imagen de que España es un país, o al menos la idea y la voluntad de querer serlo, desde los tiempos del caudillo Pelayo, a quien, además, las crónicas del Reino de León y luego toda la Historia oficial le atribuyó la victoria en una batalla, en Covadonga, que jamás existió». – JOSÉ LUIS CORRAL LAFUENTE, historiador experto en el Medievo.
NOTAS
[1] Tropas musulmanas que ocuparon Al-Ándalus en el siglo XI.
[2] Habitantes árabes de Al-Ándalus, descendientes de los musulmanes que ocuparon parte de la península Ibérica en el siglo VIII.
[3] Habitantes peninsulares de origen cristiano o judáico que adoptaron la religión, en muchos casos, y las costumbres musulmanas. Algunos de ellos ocuparon altos cargos en las taifas de Al-Ándalus.
A ti te ponía yo de patitas en la frontera con Marruecos para que estuvieras con tus amiguitos moros.
¿Acaso tiene usted el título de propiedad exclusiva de España, para arrogarse la fantasiosa atribución de expulsarme de mi país?
Menos lobos, señor/señora, y que el 2020 le sea provechoso.
“Abracadabrantes interpretaciones” y abracadabrante involución de ese antiguo grapo. Le oí una vez en la radio y se me quitaron las ganas de conocer sus libros.
Un saludo cordial y próspero año.
JBernal
Cuando, años ha, no se conocía bien el percal con el que fabricaba los trajes de papel, se podía caer en la trampa de su primer libro; hoy en día, despejada cualquier duda sobre su vestimenta ideológica, no merece la pena molestarse.
Un abrazo para ti y mis mejores deseos para el año recién estrenado.
Llevamos ya dos años con la presencia del engominado en ese día, añadido al también nuevo acompañamiento de la legión, cuyos miembros, al parecer, en el intervalo de la misa del arzobispo estuvieron por los bares «tomando café». Lo que no se por qué me ha traido a la memoria un general con mausoleo en Sevilla, al que le gustaba mucho dispensar «café, mucho café». Y la pena es que ya ni siquiera se puede una tomar a broma esta fiesta…
http://el-macasar.blogspot.com/2012/01/dia-de-la-toma.html
La Legión… en la Toma de Granada… Faltaron los Tercios de Flandes, los requetés, la Guardia Civil en traje de gala, los tanques de la Brunete, el prior del Valle de los Caídos, Manolo Escobar y una figurante arrastrando el cañón de Agustina de Aragón. Si hay que tirar de anacronismos, que sea a lo grande.
Pues no veas cuando el engominado y sus cuates descubran que la primera acción de Fernando, Rex, cuando la católica Isabel se reunió con sus antepasados, fue buscarse rápidamente una esposa jovencilla y de familia prolífica para intentar tener un heredero a quien legarle sus posesiones aragonesas… Vamos, que muy entusiasta de la España Una y Grande no parecía ser el hombre.
La guardia civil sí habrá estado alguna vez, pero los tanques me da a mí que no caben en esa plaza. Plaza donde, por cierto, otro general bajito y de voz aflautada dijo desde ese mismo balcón: ¡Malagueños todos!… Y se quedó tan pancho.
¿Pero tú te crees que a ese individuo le importaba estar en Granada, Málaga o Alpedrete…? Cualquier lugar formaba parte de su Finca y sus lugareños o eran adeptos, o mansos temerosos o sopechosos; en cualquier caso, ganado al que había de conducirse, con soflamas y gatillos, por la linde correcta.
(Y pensar que hay aún muchos que pretenden blanquear a este ejecutor y sus secuaces…)
(Vídeo enviado, vía whatsapp, por Fer, que tiene problemas de acceso a la bitácora, en respuesta al comentario de Senior citizen).
Fer: Gracias por el vídeo. Hacía mucho tiempo que no le oía esto al casi paisano Sabina.
Me da la impresión de que si hasta ahora se ha manipulado la historia por cuenta de cualquier mandamás, a partir de ahora va a ser la cosa mucho peor, últimamente se están oyendo aberraciones de todo tipo por parte de aquellos a los que los medios de comunicación les hacen un hueco en sus noticias.
…y esas aberraciones históricas llegan a buen puerto porque no hay voluntad de ir a las fuentes primigenias, que son abundantes y de distinto pelaje. Hoy en día, documentarse está, en algún caso, a un clic, y luego ya depende del sentido común que posea cada cual para apartar mitos y majaderías.
No he leído nada suyo porque no me interesan las visiones tan sesgadas. Bastante tengo con sufrir las decepciones de los que creo más ecuánimes, porque es prácticamente imposible encontrar algo objetivo en este mundo de la Historia.
Antes vivíamos en una dictadura, pero la democracia actual sigue pervirtiendo nuestro pasado, y la culpa la tienen los sucesivos Gobiernos. Los de uno y otro color nos prefieren ignorantes, porque así nos manipulan mejor.
Los acontecimientos históricos son, desde luego, opinables; el problema surge cuando se pretende que la opinión sea dogma y se reviste de realidad incuestionable, no el hecho histórico, sino la subjetividad de quien, aviesamente, lo analiza. Esta circunstancia, por ejemplo, se da en la historia de la Corona de Aragón, tergiversada y falseada, desde el siglo XIX, hasta límites que ofenden la inteligencia de cualquiera que la estudie y conozca y que ha derivado en versiones disparatadas y descontextualizadas de la propia época. O con la historia de la colonización española en América, que se analiza partiendo de una concepción ética actual pero inexistente en la Edad Moderna.
Los primeros párrafos me han ilustrado mucho. Desconocía casi todo lo que enlazaste.
En cuanto a la frase de Jose Luis Corral Lafuente, aplaudo.
Por esta época que se vino acá, vamos a recuperar un poco la memoria que durante los últimos años se intentó borrar instalando una mirada (aprovechando tu apodo) de historiador miope.
Abrazos!
Suerte con los personajillos que rondan por allá.
A ver, pues, si la miopía y el astigmatismo histórico se corrigen con unas buenas lentes de raciocinio. Buena falta hacen. De los hechos del pasado no hay responsables a quienes pedir cuentas; de los presentes, lo somos, en cierta medida, todos y todas.
Desafortunadamente, los personajillos que citas forman parte de la fauna de cualquier paisaje,a uno y otro lado del océano.
Coincido contigo en que hoy en día buscar artículos o un libro de Historia es como pisar un terreno de minas. Te pueden llevar a la sólida e invariable fuente primigenia, o encontrarte con una cascada de subjetividad y volubles interpretaciones.
Seguro que acudir a ti para una recomendación de lectura de género histórico, es acierto seguro!
Un abrazo.
En mi caso solo soy un aficionadillo, pero me precio de haber sido alumno y oyente de una pléyade de docentes que vivían la historia y la mostraban con rigor y amenidad, sin prejuicios, corsés partidistas ni descontextualizaciones, abordándola desde distintos puntos de vista a partir de una buena bibliografía.
Abrazos.