«Patio, III»: Archivo personal
Se llena la tarde de moscas y bostezos.
Cabecea la araña, amodorrada, en la yema más alta de la aucuba y se entierran los caracoles en la húmeda morada del rododendro.
En la raya de sombra que proyecta la vieja pared que separa el patio de la calleja angosta que discurre paralela al barranco, duermen, quietos y estirados, dos gatos gorrones, a pocos centímetros del veteado caparazón gris y ajado de la tímida tortuga sexagenaria incrustada junto al tronco de la hiedra.
Una minúscula abeja vuela, confusa, de la parra a los geranios. En el suelo, junto a la jardinera donde se agrupan las begonias, deambulan las moscas sobre los restos de una baya estampada contra el suelo.
Se llena la tarde ardiente de moscas y sesteos.
Un rincón muy agradable en donde dejar que la somnolencia se apodere de todo el que puede disfrutar de la solana, sólo moscas y abejas revolotean con pereza de un lado al otro.
…y con una temperatura asfixiante en las primeras horas después del mediodía.
Las siestas en este sur son encierrro, las persianas bajas y la casa en penumbra. Dentro, solo el rum-rum del aire acondicionado apaga las voces de esos vecinos que no se callan ni debajo del agua o el sonido del televisor de algún otro que dormita frente a él.
…y esa siesta no-siesta con el cuerpo desmadejado, la mente absorta en su propio bienestar y los sonidos convertidos en nanas atenuadas…
Esta tarde de verano, que a palabras dibujas, es una estampa para enmarcar.
Una gozada en letras.
Lo mejor del verano es la hora de la siesta:)
Abrazos
La siesta y el agua acariciando los poros. Bueno, y, por encima de todo, vacacionar, 😛
Jajaja, pones en esa mesa una parrilla con carne y se asa sin encender fuego. ¡Calorrrrrrrr!
…e incluso sin parrilla.
Lo de llenarse de bostezos te lo acepto, pero de moscas, no estoy de acuerdo. Mi mujer tiene un mata moscas de plástico con forma de mano en uno de los extremos, con el que practica constantemente y las moscas caen como… como moscas, incluso de vez en cuando alguna avispa despistada.
Había pensado incluso comprar uno de esos eléctricos que chisporrotean al acercarse alguna a la luz que tienen y que caen achicharradas, pero me resulta más barato la precisión de mi mujer.
Un método sencillo y barato el de la paleta… Y ecológico. Todavía hay otro que he visto practicar en algunas casas: Uchar las moscas con un trapo hasta la ventana. Hay gente que tiene gran habilidad con ambos.
En mi casa no hay moscas ni mosquitos, supongo que porque los mata la contaminación del tráfico….
Será la primera vez que la contaminación sirve para algo positivo.