«Ante el caos del Retiro, que estaba lleno de drogadictos, homosexuales y delincuentes, varios de los cuales habían agredido a unos amigos, estos muchachos cogieron sus objetos y se defendieron. Fue un homicidio no intencionado porque estos jóvenes quisieron preservar el Retiro de las pandillas de delincuentes que venían atacando a los indefensos paseantes. Esta acción noble y altruista de los jóvenes procesados llevaba en sí un grave riesgo, incluso físico, para ellos.».- Alegato de los abogados defensores de los ultraderechistas que asesinaron al joven José Luis Alcazo Alcazo.
A José Luis Alcazo -siempre Josefo– le machacaron sus esperanzadores veinticinco años con unos bates de béisbol con la inscripción “Viva el fascio redentor”. Aulló la bestia del fascismo en el parque del Retiro madrileño aquella noche del 13 de septiembre de 1979, cuando todavía la brisa del verano se pavoneaba, reina, entre los árboles y rozaba, en caricia indolente, los rostros relajados de Josefo y sus cinco amigos[1] que se internaban por la senda del horror en su última charla compartida.
“Éramos diez”, declararía después Eduardo Limiñana San Juan, uno de los asesinos. «Queríamos impedir la presencia y expulsar del Retiro a las personas indeseables«. Diez jovenzuelos de catorce a diecinueve años acechando entre los árboles y cayendo sobre el grupo de paseantes que, respuestos de la sorpresa, iniciaron, aterrados y heridos, la huida. A Josefo, que había intentado arrebatarle el bate a uno de sus atacantes, lo alcanzaron cuando trataba de zafarse, a la carrera, de sus perseguidores. “Cuando yo llegué, el chico ya estaba en el suelo, recibiendo golpes de todos los que estábamos a su alrededor[…]. Ignoro en qué sitio del cuerpo le pegué. Entre la oscuridad, el nerviosismo y el hecho de que él se movía continuamente, no puedo saber en qué sitios le di. Recuerdo que hubo un golpe final, no sé si mío o de otro, que hizo que se convulsionara repentinamente y quedara inmóvil”, diría Limiñana.
José Luis Alcazo Alcazo -siempre Josefo-, de 25 años, natural de Albero Bajo (Huesca), licenciado en Historia y estudiante en Madrid, fue asesinado en el parque del Retiro la noche del 13 de septiembre de 1979. Veintidós años después fue reconocido como Víctima del Terrorismo.
NOTA
[1] Luis Francisco, Jesús, Marisol, Mariela y Luciano.
No sabía nada de este crimen. Me he quedado pasmao leyendo cómo los abogados justificaban a los fachos.
Parece que los dos abogados se especializaron en la defensa de ultraderechistas; uno de ellos defendió a Tejero e Ynestrillas… Pero vamos a pensar, con infinita generosidad, que únicamente pretendían reducir la pena de sus imberbes defendidos al precio que fuera…
(Si te soy sincero, a mí me pasma y me asquea).
el anonimo soy yo, Sands.
Al igual que Sand, no conocía este crimen, ni los dos anteriores, el único que conozco es el de «Matanza de Atocha de 1977».
Con respecto a la canción:
Amigo Luís Llorente, que fuiste preso ayer;
escúchame Felipe; Santiago, entérate:…
la letra solamente la he encontrado en tu blog y en otro, pero existe un CD con varias canciones entre ellas esta, ignoro si estará descatalogado.
Creía que conocerías, al menos, lo ocurrido a Vicente Basanta, por suceder en Zaragoza.
Los asesinatos de Atocha tuvieron gran repercusión mediática, sí, pero, antes y después de ellos, hubo una serie de crímenes ideológicos que, en la mayoría de los casos, han quedado sepultados en el tiempo pese a perpetrarse en los años posteriores a la muerte de Franco.
La canción de Ferlosio la escuché una vez, hace muchos años.
Los años de la «transición» (transición hacia algo que todavía no sabemos qué es -una variante rara de la democracia-) fueron terribles y vistos desde ahora parece una época bárbara, de una tremenda crispación.
Ahora, con todos los problemas sociales que están surgiendo, corremos el peligro de repetir -en Grecia ya empiezan a circular grupos neonazis por la calle. Vamos a ver la eficiencia de los años de educación para la tolerancia…
Llevas razón, Lluís. Casi podríamos llamarla transacción, pues de eso mismo se trató. Y así les fue a tantas personas y al país mismo.
Y sí, regresan. Vuelven los patriotas buscando resquicios entre las apreturas de la crisis impuesta, sembrando y abonando con arengas las semillas de la ira para recoger la cosecha en la estación adecuada.
La tolerancia y la involución corren por la pista; pero me parece que es la apatía la que les lleva ventaja.
En el 77, aunque estaba en Zaragoza, me estaba terminando de afianzar como encargado de equipo de telefónica, con lo que para mi eso conllevaba, con el agravante de que me habían dicho que al año siguiente me mandaban una temporada a Venezuela, ver Canaima (Venezuela), junto a otros compañeros, ya que la telefónica de allí (CANTV), había pedido la ayuda técnica de Telefónica de España, así que entonces mi vida social estaba prácticamente encerrada en la empresa.
Me ha archiencantado, Jubilado, el texto del diploma que recibiste. Tuvo que ser gozoso disfrutar de la inmensidad paisajística venezolana.
Acabo de descubrir tu apartado de música tzigane… conocía algunos de esos compositores pero no todos, claro. Hay una variante mediterránea, los manouches del sur de Francia, que hacen incursiones en el jazz -más o menos herederos de Django Reinhardt. Te dejo un clip:
Adoro a los manouches, Lluís. No te imaginas cuánto, 😉 , y, por supuesto, la música. Gracias por el vídeo.
(te he dejado esta respuesta a tu comentario en el blog de los demonios, pero es que el asunto se las trae: esta es la demostración de que la oligarquía catalana nos llena de confianza, he aquí el curriculum impresionante del presidente: http://www.president.cat/pres_gov/president/ca/president-mas/biografia.html)
Y unas palabras de Durruti que definen al personaje en su lenguaje, tan claro y transparente: http://youtu.be/vaih7UNURfE
En esta lista de mártires de la Transición podríamos añadir a José María Caparrós, muerto en Málaga el 4 de diciembre de 1977 por un disparo de la policía cuando intentaba poner una bandera de Andalucía en el balcón de la Diputación, donde su presidente se había negado a colocarla durante las manifestaciones en pro de la autonomía andaluza.
Me temo que mi comentario se lo ha tragado el spam. A ver este.
Otra víctima de esos años bárbaros donde los viejos y crueles manejos de la extinta dictadura se mantenían firmes.
Gracias por traer a la memoria a Manuel José, Senior Citizen.
P.S.- No sé la razón de considerar tu comentario como spam.
No es la primera vez que WordPress me considera spam y eso que no llevaba enlace ni nada sospechoso.
Menudo lapsus con el nombre de Muñoz Caparrós, motivado por coincidir los apellidos con un antiguo amigo, el magistrado José María. Los años, que no pasan en balde….
No te preocupes, comprendí a quién te referías porque hice un listado de víctimas y tenía la fecha de su asesinato.
Los años, Senior citizen, son un grado: Marcan el paso por la cátedra de la vida.
Este artículo viene muy bien para hacer memoria y recordar que hoy se cumplen 40 años del asesinato de Josefo Alcazo.
JBernal
Una luctuosa conmemoración que es, a la vez, homenaje.
Muchas gracias, JBernal.
Supongo que los asesinos son hoy en día respetables padres de familia, votantes del pp, ciudadanos o vox y muy orgullosos de todo ello (incluido el crimen de hace 40 años); son de la misma clase de canallas desalmados que demasiado tiempo han gobernado este país. Tristeza y asco, mucho asco…
Sé que algunos de ellos son o han sido empresarios o directivos de empresas, pero no he seguido sus trayectorias e ignoro si estos cuarenta años transcurridos les han hecho recapacitar teniendo en cuenta lo barato que les salió segar la vida de un joven.
Sí. Tristeza y asco…
Muchas gracias, Carlos Manuel.
NO OLVIDAMOS.
Nunca, Roser.
Muchas gracias por acercarte.