«Room Of Illusions»: Alan King
A la derecha de la antigua pista —ahora asfaltada— que sube hasta la pardina Furtasantos, a medio camino entre el cementerio y la ermita de la Virgen Negra, se halla el pretencioso Complejo Deportivo; con esa denominación consta en las actas del pleno que decidió en su día, y en asamblea, su construcción. En el Barrio, donde cada campo, casa y recoveco posee un nombre cuyo origen se pierde en el tiempo, a las remodeladas instalaciones se las sigue llamando La Huerta Blanquiador.
El último dueño de Casa O Blanquiador, propietario, también, de la huerta homónima, vendió esta última al Ayuntamiento y la casa a la señorita Valvanera, la vieja maestra, respetando así la voluntad de su tío Pepito, que, ya en vida, legó a su pariente sus posesiones con la única condición de que nunca fueran vendidas a personas ajenas al pueblo.
Pepito de Blanquiador, hombre del que siempre se habla, en el Barrio, con admiración y respeto, nació con el siglo XX, único hijo de la señora Severiana y del señor José, originarios del Valle de Aquilué. El oficio del señor José, que se dedicaba a revocar fachadas y a encalar y pintar paramentos, dio nombre a la casa familiar, Casa O Blanquiador [1].
Pepito, que desde niño dio pruebas de su capacidad creadora, convirtió en arte el oficio de su progenitor y de sus hábiles manos surgieron retratos, esculturas, tallas y artísticas forjas; de estas últimas, el portalón de hierro del cementerio y la propia puerta de acceso al complejo deportivo —que lo fue, también, de la antigua huerta— son una muestra de su talento y originalidad, con complicados arabescos, rosetones y entramados que trabajó, con pulcritud, precisión y mimo, en su taller artesanal —todavía conservado—, donde la fragua y el banco de carpintero fueron testigos de las horas robadas al sueño para compaginar el oficio llevado a medias con su padre y las ideas surgidas de su cerebro y plasmadas sobre papel, lienzo, arcilla, yeso, bronce, madera y hierro.
El 6 de julio de 2007, coincidiendo con el 25º aniversario de la muerte de Pepito, se inauguró en la Asociación de Cultura Popular la sala de exposiciones que lleva su nombre: Sala Pepito de Blanquiador, en cuya antecámara se exponen, de manera permanente, algunos de los dibujos, pinturas, tallas y trabajos artesanales que el creador regaló a sus convecinos a lo largo de su prolífica vida artística.
NOTA
[1] El término aragonés blanquiador alude al oficio de pintor de brocha gorda.
Parece ser que Pepito de Blanquiador tuvo muchas virtudes. Por tener tuvo hasta esa tan rara: ser profeta en su tierra.
Cuánto me gustan esta «estampas» tuyas.
PD: he tenido que buscar eidética:)
Abrazos
Pepito fue un artista que nunca quiso reconocerse a sí mismo como tal, de ahí que sus obras se circunscribieran únicamente al lugar donde vivió. Él no vendía su arte, lo regalaba, y el Barrio quiso corresponder a su artista local, cuya presencia se materializa en todo lo que legó.
Otro abrazo.
Eso q dice trini de buscar una palabra y hasta varias me pasa a mi tb, jajajaja….
Salu2.
Me gusta lo q escribes.
Buen amigo, el diccionario… Yo vivo pegadito a él.
Ya no soy el primero que tiene que buscar en el diccionario, yo desde luego no tengo memoria fotográfica, ya que aunque he estado en dos pardinas, en una de ellas aún sabría volver, en la otra suponiendo que exista no sería capaz de llegar a ella.
Me ha gustado la historia de Pepito de Blanquiador, por cierto yo en el pueblo de mi padre, Bailo, éramos de Casa Chilón, nadie me ha sabido decir de donde provenía ese nombre.
Ah, es que en Aragón la Casa está por encima del apellido. Tú serías Emilio de Chilón, como Pepito -que se apellidaba Bara- siempre fue Pepito de Blanquiador. La Casa, la Casa…
No sé de dónde proviene el nombre Chilón; lo más aproximado que conozco es el verbo «chilar». Quizás esté entroncado con algún lugar de la Jacetania o los valles de Ansó y Hecho.
Es cierto yo era Emilio de Chilón.
Ahora me he entretenido en buscar la palabra Chilón y me aparece esto:
En Ansó existe una loma que se llama Chilón
Chilón es una ciudad y uno de los 119 municipios de Chiapas , en el sur de México .
Chilón significa en lengua tzeltal, «Tierra de Pitas»
Los diez libros de Diógenes Laercio: Tomo I (Chilón)
Quo vadis novela histórica del autor polaco Henryk Sienkiewicz, El personaje más trágico y a la vez cómico de la obra es Chilón Chilonides.
Como verás ni siquiera el «libro de Petete» me aclara nada.
Seguramente la razón del nombre de la Casa tendrá una explicación lógica ajena a cualquier búsqueda que se haga en el filón de internet. Quizás la respuesta se halle en el propio pueblo, en esas personas mayores que conocen al dedillo la historia del vecindario.