«Patio»: Archivo personal
Geranios. Alegrías. Begonias. Camelias. Claveles. Rosas. Campanulas. Violetas. Petunias. Siemprevivas. Azaleas.
Aromas vespertinos en el patio abierto a la brisa que esculpe reconocibles siluetas en el lactescente vapor de las nubes.
Un libro descansa sobre la tupida rejilla rosada del velador donde un gorrión picotea miguitas de madalena ligeramente humedecidas. Se interrumpe; revolotea hasta la tinaja donde crece la aucuba y regresa a su ocupación gastronómica consciente de la presencia humana inmóvil en el rincón del rododendro.
(Vuela el gorrión -la gula satisfecha- por el viejo patio de colores nuevos.)
Ese ambiente sí q estará fresquito con tantas plantas.
Llevas un poeta debajo del pelo de gato.
Salu2.
Al atardecer se crea un islote refrescante que deleita la noche…
Saludos cordiales, Sands.
Algo así es la felicidad; al menos es uno de los conceptos que tengo de ella.
Brindo por muchos instantes tal que este que tan hermosamente descibes.
Abrazos
Seguramente, Trini, parte de la felicidad veraniega reside en poder huír de ese omnipotente Sol que apenas da tregua tanto en el norte como en el sur.
Besos.
Bonito rincón el de la foto. Me recuerda los patios andaluces, manchegos…. lugares que tan solo las flores y las plantas, con su sombra, parecen, si si parecen, refrescar el ambiente caluroso de las tardes de verano.
Saludos
Lo siento Mirada, pero no me he acordado de identificarme en la entrada anterior, de anónimo nada, soy yo Esperanza.
Lo siento.
Los patios, sí, paraísos oxigenados y lo suficientemente húmedos para olvidarse, momentáneamente, del Sol.
Un abrazo, Esperanza.
Instantes de calma y sosiego, potenciados por la paz y belleza del entorno.
Me fascinan los gorriones, puedo estar horas contemplando su confiado ir y venir. Recuerdo que en mi anterior casa, anidaban en la junta de dilatación que unía el edificio al contigüo; me despertaban cada mañana reclamando con sus cantos (pensaba yo) las miguitas que les dejaba en un rincón de la terraza.
Besitos
Son curiosos, los gorriones… Conviven con los humanos pero sin renunciar a su libertad.
Feliz retorno, Luz.