«Garganta del Todra (Marruecos)»: Archivo personal
“Si me estozo por estos andurriales, nada de dejarme tirada en este secarral. Me lleváis a casa”, les decía María Petra mientras iban ascendiendo, bajo un sol inmisericorde, por un sendero térreo del valle del Dadés [FOTO] guiados por Sandi, un joven dom de la familia Sumarj de Tinghir, emparentado con los primos de la veterinaria residentes en Chauen. Era el cuarto y último día del grupo por las estribaciones de la cordillera del Atlas, en la considerada como puerta del desierto, que presenta un paisaje entre rojizo y color café en el que destacan los espectaculares desfiladeros que los ríos Dadés y Todra fueron excavando en las rocas calcáreas durante miles de años hasta completar un efectista diseño de paredones de más de 30 metros que se abren y empequeñecen a los grupos de turistas que se adentran en estas maravillas naturales, antesalas del Sahara, donde, entre angosturas y para perplejidad de los avezados visitantes, no faltan ni los puestos de alfombras coloridas bajo las rocas laminadas [FOTO]. “¿Preguntamos si son voladoras y así no cogemos el avión en Tetuán?”, bromeaba Étienne.
Dejaron atrás el tórrido sur para regresar al no menos agostador norte marroquí —donde reinan las elevaciones del Rif—, acogidos, una vez más, en Chauen, la pintoresca localidad de origen andalusí en la que los judíos sefardíes dejaron su impronta pintando de azul los muros exteriores de las casas, tradición que se ha mantenido, pese a ser el verde el color simbólico del Islam, y ha dado a la bella ciudad —tenida como santa por los creyentes— su entrañable singularidad [FOTO]. Chauen fue, durante siglos, inaccesible para los occidentales, hasta la llegada, en 1920, de las tropas españolas, que impusieron un régimen militar y administrativo que finalizó en 1956, con la independencia del hasta entonces llamado Protectorado de Marruecos.
Nunca he estado, y a decir verdad, no me provoca, pero al leer lo que has escrito me ha llamado la atención…
Es un Marruecos diferente del de las ciudades más conocidas.
Salud.
Es una bella ciudad llena misterios e historia. Te mando un beso
Es una ciudad de azules claritos que le dan su encanto.
Otro beso para ti.
Estupendo post. Completísimo documento. La fotografía preciosa. En la diversidad, muchas veces, está la belleza.
Salud.
Ciertamente, se aprende mucho abriendo los ojos y la mente a otros paisajes y culturas.
Me alegra tu regreso.
Salud.
Estoy intentado comentar en el blog de nuestra común amiga Bisílaba y no hay forma. Lo he intentado de mil maneras.
No sé desde dónde lo haces tú. Si me dices cómo, porfa.
Comento con el Chrome, porque con Firefox no me deja, utilizando la cuenta que tengo en Blogger. De todas maneras, creo que tiene habilitada la moderación de comentarios y quizás por eso no ves tu escrito.
Sí, creo que sí. Después lo he visto. Antes lo veía nada más hacerlo, por eso me ha extrañado. A ver.
Gracias-
Sí, me pasó lo mismo hasta que caí en la cuenta.
ayyy guapa amiga azurea, no sé que pasa con blogger, que había enviado todos tus comentarios a «spam» y los he recuperado todos de allí, para que tú elijas cuál quieres mantener y cuales borrar. Ha sido ahora, al leerte aquí, cuando me ha extrañado y he ido a mirar en el spam.
Muchísimas gracias por intentarlo de todas las maneras posibles.
Un abrazo a
(tengo activada la moderación de comentarios pero únicamente para entradas antiguas)
Ay, los «devaneos» de Blogger que convierten en aventura la acción de comentar…
¿Se sabe cierto que fueron los sefardíes los que llevaron el azul a esas calles y casas? Es que pudieron ser también los moriscos, pues recordarás que, en los mosaicos de la Alhambra y en la cerámica nazarí en general, hay tanto azul como verde.
La explicación que se da es que, cuando los sefardíes expulsados se asentaron allí, se agruparon, como siempre, en un mismo barrio y, sobre el encalado andalusí, pintaron de azul por ser ese el color representativo del cielo que los acercaba a Yahvé; parece ser que el resto de la población se percató que en el barrio judío apenas había mosquitos y, creyendo que la tonalidad azul los repelía, la copiaron en las paredes de sus casas.
Yo lo decía porque por la zona de Cádiz era costumbre muy antigua, dicen que de la época nazarí, pintar de azul las maderas de puertas y ventanas. Aquí, sin embargo, se pintaban de verde, aunque la casa de Manuel de Falla se conserva con el azul que el músico trajo de su tierra.
https://flic.kr/s/aHsjqKenSL
Qué bonitas las fotos del enlace. Esos azules tienen la misma tonalidad de los claritos de Chauen, que es una ciudad tan florida como los rincones andaluces.
Viendo ahora esas fotos de la casa de Falla, me fijo en que son de 2010, o sea, que tienen ya 13 años nada menos. Yo acababa de estrenar la cámara y, al final, tuve con ella un percance de novata, por lo que algunas fotos están como con neblina. Sin embargo, recuerdo aquella mañana con mucho agrado, pues estuve sola con las dos guías, dos chicas estudiantes con las que terminé sentándome en el jardín hasta que cerraron y nos bajamos las tres en el autobús. Por cierto, que la que me acompañó en la visita se empeñaba en hacerme fotos a mí en las habitaciones de Falla, pues por lo visto es lo que les gusta a los pocos visitantes que aparecen por allí, pero yo le decía que me tengo muy vista, que no es eso lo que me interesa en un sitio así.
Pues has sabido sacarle partido a la cámara.
Y es una cámara bolsillera, muy pequeña, que me costó poco más de cien euros, pero que me ha dado muchas satisfacciones, sobre todo en las macro. Ahora ya está fallando y apenas si la saco, pues el móvil la sustituye en la mayoría de los casos.
Hay móviles con buenas cámaras de fotos y eso evita tener que llevar diferentes aparatos, a menos que se deseen fotos más profesionales.
Descubro nuevos y atractivos paisajes con tu relato de viajes, amigo Una mirada. Esa zona es para mí una asignatura pendiente.
Abrazo de domingo!
Es un lugar que parece lejano pero no lo está tanto, ¿verdad? Y, sí, tiene paisajes fascinantes que no siempre se corresponden con aquellos que exponen las guías turísticas.
Más abrazos dominicales.
Para nosotros no está lejano, pues esas montañas del Rif se ven en los días claros desde muchos sitios. Desde La Contraviesa, por supuesto, que es lo que está más cerca, pero también desde la Alpujarra y el Veleta.
La ventaja de estar enfrente y que solo una franja de mar separe un continente de otro.
Solo una franja de mar, pero cuantas vidas se traga…
Una trágica franja.
Me ha gustado tu relato y tus fotos, pero no me trae buenos recuerdos y no es que haya estado nunca en Marruecos, pero me tocó hacer la mili en Ifni y no quiero recordar algún momento vivido por aquellas tierras, pese a que en dos ocasiones mis hijos me dijeron de ir por ahí.
No podía sentar bien que tocara la mili en una de las «posesiones» españolas en África, que para un muchacho de montaña como tú suponía estar en el culo del mundo aunque casi enfrente se hallaran las Canarias.
🧡💛
Merci!!
Paisajes y lugares únicos, muy pintorescos y fácilmente reconocibles.
Es un deleite a la vista y una alegría cuando otros lo visitan.
Feliz arranque de semana.
Totalmente de acuerdo. Son recorridos que los ojos retienen y que colman cualquier expectativa.
Abrazos con cubitos de hielo en este estío agobiante.
No conozco esa preciosa tierra, si mis hijos y por lo que mandaron y comentaron es una pasada. inmensa la foto del valle del Dadés. Habrá que espabilar para poder recrearse en ella y su maravilla de azules de Chauen. Gracias Una mirada.
Buen miércoles.
Un abrazo.
Gracias a ti, Laura. Que este inicio de mes vega cargado de todo lo mejor.
Salud.
También para mi es una zona desconocida, pero por lo que muestras, muy bella y digna de una visita. Las fotos todas especiales pero las de la escalera de Chauen y la de las alfombras bajo las rocas, son sendas maravillas. Un abrazo.
Son lugares donde encontrar el toque original es muy sencillo porque hay multitud de escenarios que llaman la atención.
Otro abrazo.
He ido a Marruecos en varias ocasiones, pero me falta conocer el Atlas, donde sospecho debe haber paisajes y pueblos interesantes. No obstante, a estas alturas de mi vida, prefiero otros destinos.
Con tanto como has recorrido, pocos paisajes te habrán quedado por contemplar. Siempre hay un destino aguardado a quienes desean ponerse en marcha.
Qué lugares tan exóticos para quien te habla.
Justo vengo a ver esta entrada cuando Marruecos es noticia en tofo el mundo.
Espero que andes bien, supongo que hace rato ya dejaste esas tierras.
Abrazos
Tremendo el terremoto que tantas vidas ha arrebatado. Precisamente tuvo su epicentro en la zona del Atlas de la que se habla en el post. Nadie podía augurar, en esos días de agosto, la tragedia que se avecinaba. Terrible.
Cordialidades, Frodo.