«Luz y sombras»: Archivo personal
Sosegada la calle.
Vendados los ojos y amordazadas las bocas,
las casas.
Callan las lechuzas.
Se atemperan las ramas
de las carrascas.
(La muchacha avanza).
Un crujido, un siseo, una tos contenida.
Una silueta en el chaflán
enfundada
en relente y penumbra.
(Las piernas rezagan).
Encañona, un nanosegundo, el miedo
los ojos avizores.
Se acelera el pulso en las sienes pubescentes.
Estaciona la angustia
en la úvula agostada.
Luego… nada
sino la curvatura laxa de los labios
despejando la zozobra acopiada
mientras el contorno humano de la esquina
se torna familiar a la mirada.
De que modo tan brillante y perfecto has descrito esa sensación que todos hemos experimentado en un momento u otro de la vida. Estupenda poesía…
En poesía incursiono escasamente porque me acomodo mejor en la prosa, por eso te agradezco infinito esa apreciación.
Salud.
Un placer, poesía o prosa, la intención de capturar la esencia, comunicarla y sobretodo hacerla algo artística, es la marca de un gran escritor y excelente comunicador. Un saludo.
Bueno, eso son palabras mayores para un bitacorero como yo que se dedica a menesteres nada artísticos fuera de esta página.
Buena tarde.
Bona vesprada.
Me ha encantado. He notado esa sensación de la inquietud y temor en un momento determinado. Eso he sentido yo. No sé si era eso lo que pretendías.
Yo con la poesía nunca estoy segura. Bueno realmente no me siento segura ni en la prosa ni en la poesía. Pero allá que voy. No busco ningún premio.
Salud.
Es exactamente eso. Una muchacha, conocida mía, que, regresando de madrugada a su casa por un zona muy oscura, se angustió ante la presencia de una figura aparentemente agazapada y que resultó ser un inofensivo joven, vecino suyo, que no podía dormir…
Tus textos poéticos me gustan por su originalidad y la habilidad que tienes para combinarlos con las imágenes. Se te dan muy bien.
Salud.
Me ha gustado el poema, dices que no te acomodas muy bien con la poesía.
Yo hice algún que otro intento, pero desistí, casi me encarcelan por audaz, temerario y por intentos de tirarse por la ventana los que se atrevieron a leerme. Uno de ellos lo titulé Canción de un internauta
Oye, pues como declaración de intenciones virtuales está muy bien. «Con dos PeCés por barba…«, jajaja… Eres un baulico de sorpresas. Y lo que disfrutas. Claro que… quién se atreve a asegurar que de haber vivido Espronceda en estos tiempos no le hubiera dedicado unos versos a la Red. Con lo rimbombante que era el hombre.
Tienes más valor que yo, que me resulta casi imposible mostrar mi poesía, quizá porque es más íntima. Un amigo escritor me ofreció hablar con su editor para que me la publicara, pero le dije que ni hablar de eso…
Los retazos poéticos que, alguna vez, dejas en tu bitácora son impecables y, como dices, intimistas. Es un placer leerlos.
En los versos, las palabras se engalanan pero, de la misma manera, desnudan a quien escribe porque ondean sus sentimientos, sus sensaciones, su fragilidad… Pero, también, la poesía puede ser, en toda su expresión, únicamente arte, habilidad arquitectónica que entrelaza las letras para construir un hermoso templo literario.
Siempre he dicho que mi intimidad puedo regalarla, pero no venderla. No soy persona reservada, sino todo lo contrario, pero se me hace muy cuesta arriba pensar que una persona desconocida o que, incluso, me cae mal, pueda entrar en una librería y llevarse mi intimidad por un poco de dinero. Como apuntas, la poesía no es eso solo, no es solo lo que se dice, sino cómo se dice, pero en mi poesía predomina la expresión de un sentimiento y eso es siempre íntimo.
Me parece un argumento convincente y respetable, sin menoscabo de quienes sí venden o incluso viven de ello. Los textos personales, incluso aquellos de pretendida objetividad, siempre dejan rastros de la personalidad de quienes los escriben, y, si se trata de textos poéticos, la exposición es mayor, por mucho seudónimo que se use como barrera y disfrace de anónima a la persona que los crea. Pero ojalá siga disfrutando, de vez en cuando, de esos regalos tuyos versificados.
Me daría miedo caminar sola por la noche por una calle como la de la fotografía con tan poca luz.
Bueno, hay calles encantadoras por el día y lúgubres por la noche.
Eres una caja de sorpresas.
Pues el buen poeta, es quien araña sentimientos con las letras, a un ritmo particular donde en pocos versos se cuenta una eternidad.
Lo has conseguido, amigo mío. Me ha dado un escalofrío con esa tos contenida y la silueta incierta en la penumbra….el resto ha sido deleite y maravilla en su conjunto, por esa foto preciosa de una casa hermosísima con sus claveles y el acompañamiento escrito de lo sucedido.
¡¡Bravo!!, Una mirada…
Aplausos y besos, al son de la lluvia que sigue cayendo.
En realidad solo había que ponerse en el lugar de la muchacha y hacer vibrar en el esternón propio el miedo ajeno potenciado por la noche y esa figura en principio dsconocida. El resto únicamente consistía en transformar en palabras las circunstancias y encontrar ojos que les dieran sentido.
Así que gracias por el recibimiento, la comprensión y los parabienes.
Qué envidia esa lluvia. Qué envidia…
Más besos esperando la eclosión de unas nubes que se resisten a descargar su preciado contenido.
Se pudo sentir esa penumbra, en una calle tan tranquila como inquietante.
Abrazotes
Más que la calle, la oscuridad que domina ese entorno.
Más abrazos.