«Titirinuestros»: Archivo personal
Paco Paricio, el Titiritero, cierra la puerta de La Casa de los Títeres tras el eco bullicioso de los últimos visitantes de cinco palmos y tres cuartos que corren —cuesta arriba, cuesta abajo— hacia la curva de acceso al pueblo donde se orillan los autobuses que devuelven a Abizanda la algarabía de otras épocas.
Asoman —en cualquier esquina donde se regodea el zarzagán— la raposa, Dragoncio, Farruco, Lobo, Esmeralda, el bandido Cucaracha y el gato tejadero de las siete costillas quebradas, en pasacalles solo audible para los viejos títeres que, tras la puerta cerrada del museo, retienen en sus cuerpos de trapo, papel maché y madera el impulso de vida recibido de las infantiles manos que, apenas unos horas antes, jugaron a ser dicharacheras comediantes tras un teatrillo repintado.
Paco camina, acariciado a partes iguales por el sol y el cierzo, sabiéndose observado por los invisibles guardianes medievales que, desde el donjón, protegen de los malos espíritus a piedras recicladas y moradores.
Camina Paco con el zurrón de historias trashumantes henchido de recortes de ilusiones. Camina con los ojos cerrados y el espíritu abierto…
—¡Cántanos/cuéntanos un cuento, Paco, Titiritero!—, le gritan las carcomas golosas instaladas en el artesonado de los abandonados balcones venidos a menos.
Y en meritorio, pero desafinado, coro de crujidos entonan…
Paco Paricio, Titiritero,
eres más grande que un rascacielos,
siempre jugando con los muñecos,
siempre feliz, siempre dispuesto
a alborotar pueblos enteros…
Paco Paricio, Titiritero,
a los mayores vuelves pequeños,
les quitas años, les quitas peso,
y a los más chicos, con tus enredos,
les vuelves pájaros vivaracheros…
Paco Paricio, Titiritero,
eres el rayo, eres el trueno.[*]
NOTA
[*] De la canción «Paco Paricio«, del disco Titirimundi, del grupo Nuevo Mester de Juglaría.
Dos buenas palabras aprendidas: donjón y zarzagán y recordar a los titiriteros de Binéfar que se lo merecen.
Un saludo.
JBernal
Son dos vocablos muy sonoros… Como Paco y Pilar con sus títeres y su música.
Salud(os).
He visto y he escuchado a los titiriteros de Binefar, la última vez creo recordar fue en una de las fiestas del Pilar en la plaza del mismo nombre.
Y por supuesto el año pasado en el pueblo de mi mujer, escuché con mucho agrado al Nuevo Mester de Juglaría aunque creo no haber oído el tema dedicado al titiritero Paco Paricio.
A Nuevo Mester de Juglaría nunca los he escuchado en directo pero tengo algunos vinilos heredados; la música folk me agrada. Hace unos años escuché la canción Paco Paricio subida por una usuaria a la página de Goear -la que cerraron-.
Que bueno que se conserve la tradición de los títeres… Aquí tenemos también la compañía Títeres Etcétera, que dirige Enrique Lanz, nieto de Hermenegildo Lanz, el que montó junto con Falla y Lorca El Retablo de Maese Pedro.
Estos que nombro son infatigables y talentosos; lo mismo los ves en un teatro de tronío que haciendo pasacalles en una aldea diminuta, además de formar en la construcción y manejo de títeres o dirigir las actividades para colegios que organizan en la Casa de los Títeres, donde incluso enseñan a fabricar pan… Son increíbles. Y ya veo que en Granada también tenéis una compañía de títeres señera.
Sí que son grandes, los Titiriteros.
Con sus manos y ese don para inventar y contar/cantar cuentos, abren las puertas a la ilusión y contagian a todo el que los ve.
Suerte de quienes hemos disfrutado con ese mundo de imaginación y que tan bien describes: «–la raposa, Dragoncio, Farruco, Lobo, Esmeralda, el bandido Cucaracha y el gato tejadero de las siete costillas quebradas, en pasacalles solo audible para los viejos títeres que, tras la puerta cerrada del museo, retienen en sus cuerpos de trapo, papel maché y madera el impulso de vida recibido de las infantiles manos que, apenas unos horas antes, jugaron a ser dicharacheras comediantes tras un teatrillo repintado.»
Un abrazo grande.
P.S: Cuando pequeña, recuerdo que me regalaron un teatro de títeres y me encantaba. Estaba todo el día con la mano metida en esos personajes, dándoles vida y contando historias tras el teatro. Sin duda, uno de mis juguetes favoritos de todo los tiempos.
Los títeres y marionetas habitan un mundo mágico y atrayente… Mi madre hacía hablar a los guantes que se ponía para fregar los cacharros. Uno era muy enfadón, siempre echando broncas; el otro, en cambio, protector y comprensivo; y lo mejor de todo es que mi madre, gracias a este segundo guante que le plantaba cara al enfurruñado, conseguía de sus hijos lo que pretendía en ese momento.
Qué bonito recuerdo. Y qué sabia tu madre. Me ha puesto una sonrisa en la cara
Se atrapan más moscas con miel que con hiel.
Las madres son un poco brujillas… Se las saben todas.
Me ha encantado, los títeres me hacen muchísima ilusión.
Siempre es grato dejarse atrapar unos instantes por los tiempos pueriles…
Muchas gracias por la visita, Erotismo…
Serrat tiene una buena canción sobre un titiritero.
Recuerdo también que el padre de Vicentico (de Los Fabulosos Cadillacs) era titiritero, y por eso él en sus canciones y en sus videos a veces agarra por esos senderos.
¡Cómo me gusta la palabra Trashumante, trashumancia!
Bonitas palabras las de toda esta entrada
Abrazos!
No me acordaba del Titiritero de Serrat; una hermosa canción. De Los Fabulosos Cadillacs, no sabía su querencia por el titeriterismo.
Trashumante/trashumancia son palabras con un trasfondo mágico y aventurero.
Más abrazos.
Hay costumbres dignas de ser mantenidas, y la de los títeres, con sus historias, es claramente una de ellas. Pero eso sí, en un sitio donde no moleste, porque en Madrid sufría todos los domingos a uno que lleva 16 años contando la misma historia, una y otra vez, bajo mi ventana. Y precisamente en el día en el que podía descansar. En España no hay respeto por el prójimo, pero claro, mi historia es un tema particular que nada tiene que ver con este espectáculo maravilloso.
En esas circunstancias que narras, poco agradable resultaría el titiritero. Afortunadamente, no es general y los teatros de títeres son una gozada con muchos siglos de historia.
Titiritero. Me encanta esa palabra. Un ¡¡¡Viva!!! a los titiriteros.
Un ¡¡viva!! inmenso para ellos y ellas.