«Haunted House. Huesca 2008»: BTOY
Según recoge el Atlas de las Lenguas del Mundo de la UNESCO, la lengua aragonesa se halla en inminente peligro de desaparición; no obstante, los trece concejales de la Triderecha oscense, con la connivencia del PSOE, la han dado ya por muerta y olvidada en las gavias de la historia de la capital altoaragonesa, haciendo valer sus votos mayoritarios para desterrar al vertedero correspondiente los carteles que, desde hace un año, proclamaban, en las entradas a la ciudad, el orgullo por esa desahuciada lengua todavía sobreviviente en la urbe, con más de mil hablantes bilingües, más de dos millares que la comprenden aunque no la usen habitualmente y una gran mayoría que se expresa en castellano entremezclando palabras del vocabulario de la fabla —Huesca está reconocida como localidad con influencia del aragonés somontanés—.
Afirman, con vergonzante ligereza, los ediles de la Triderecha de Huesca, que el castellano —español, dicen ellos— es la única lengua vehicular de la muy española población oscense, como si el uso de una lengua distinta a la castellana —en este caso la fabla aragonesa— fuera marchamo de sedición y estandarte triunfal del separatismo.
Miente la Triderecha y mienten y desbarran los amplificadores mediáticos que retransmiten sus falsedades y se mofan de “esa jerigonza del español mal hablado que utilizan los incultos y la aviesa izquierda nacionalista”. Les molesta y abochorna que, pese a los esfuerzos que han hecho por erradicarla, la lengua de nuestros mayores sea reivindicada por quienes nos resistimos a dejarla fenecer, por quienes la conservamos y utilizamos con pundonor y la transmitimos a nuestros descendientes en magno intento de contribuir a su perduración. Porque el aragonés —la lengua que algunas personas oscenses aprendimos aun antes de conocer el castellano— forma parte de nuestro Patrimonio Cultural.
NOTAS
- Manifiesto de la Plataforma Charramos Aragonés, en aragonés y castellano.
- Consello d’a Fabla Aragonesa, asociación para la defensa, el estudio y la promoción del aragonés, con sede en Huesca/Uesca.
- Puñaladas a la lengua aragonesa, artículo de Javier Lafuente.
Es tremenda la correspondencia argentina …españa
Desgraciadamente, ningún rincón de este planeta se libra de las decisiones políticas estúpidas.
Ya me había enterado que nos quedamos sin fabla, y eso que ahora parece ser que se estaba promocionando, al menos en Zaragoza y veo que también en Huesca ya que hay varias organizaciones que están dando clases dedicadas a la recuperación y divulgación de la lengua aragonesa.
El caciquismo de unos pocos contra todos.
Caciques, dices bien; son los herederos de aquellos que reprendían y se pitorreaban de nuestros mayores por utilizar expresiones en fabla. «Habláis mal«, les decían con desprecio; y la gente, confundida, se afanaba por hablar un castellano que, inevitablemente, salpicaban con el vocabulario que habían escuchado toda su vida. Y, así, la fabla quedó discretamente circunscrita al ámbito familiar, donde las siguientes generaciones siguieron aprendiéndola hasta comprender que no era motivo de vergüenza sino de orgullo.
En Aragón se ha tragado y callado mucho. Todos estos de la política que tienen intereses que no son los de esta tierra deberían estar en su casa o en Madrid.
Un saludo cordial.
JBernal
Teniendo en cuenta su actitud, sus intereses son fáciles de precisar: Cambiar el curso del Ebro para que desemboque en Murcia, salir con su banda de ediles en todas las procesiones y esperar con ansia que sus jefes políticos se avengan a darles una palmadita en la espalda como premio a los servicios prestados en contra del territorio al que supuestamente representan. No han demostrado otra cosa.
Muchas gracias, JBernal, por acercarte a comentar.
Estoy de acuerdo con la defensa de su lengua, debe ser triste ver que, no solo dejan que desparezca sino que buscan que desaparezca. Entiendo lo que quiere decir, aunque tal vez desde otro ángulo, más alejado. Porque yo, por ejemplo, lo que hablo es castellano, dialecto chileno, no español (y no pueden obligarme a hablar como si fuese madrileño).
La manera de hablar forma parte de la propia identidad, de las raíces de cada cual y en ningún caso supone rechazo hacia la lengua oficial de un país. El castellano es, en este caso, la lengua que nos une, la que permite que usted y yo nos comuniquemos; es una lengua extraordinaria, muy rica en matices, pero eso no implica que no pueda convivir con esas otras lenguas más modestas que también forman parte de la historia y la cultura de un territorio.
Esos carteles de quita y pon son cosa de números. En la anterior legislatura había un gobierno con mayoría de concejales para poder colocarlos y en la que estamos la oposición tiene más votos para influir y quitarlos. Como todos los partidos han quedado retratados se toma nota para las siguientes elecciones y se obra en consecuencia.
En realidad, los carteles no son tan importantes; es la actitud de desprecio hacia la fabla y sus hablantes, el ninguneo continuado, la descalificación y, en tantas ocasiones, el insulto. Y no parece que las elecciones varíen mucho ese proceder porque a estos que tanto faltan al respeto a la ciudadanía es a quienes se ha votado casi mayoritariamente.
Gracias, Jorge, por llegarte hasta aquí.
Será que no saben que es riqueza para una comunidad tener más de una lengua.
Ni lo saben ni lo entenderán nunca. Cualquier lengua española distinta del castellano les supone una afrenta. Creo que hasta los dejes muy pronunciados les molestan.
Creo que hay que considerar también el apego que se tenga a una lengua. Han existido por ahí en este mundo, regímenes tremendamente opresivos que han prohibido el uso de una lengua en particular, pero ha resultado qué, después de desaparecidos, la lengua, aunque fue ferozmente perseguida, se mantuvo viva subterráneamente. Quiero decir que aunque cualquier gobierno se esfuerce por destruir una lengua, si las madres quieren la mantendrán viva (mereciendo el nombre de lengua materna). Si se deja de hablar en el hogar, desaparecerá, sin mediar esfuerzo…
Las prohibiciones son un acicate que ejerce el efecto contrario al que busca el censor. En este caso nunca hubo prohibición; fue todo más disimulado y malévolo. Sencillamente, se instaló en las gentes de la ciudad que la hablaban la idea de que esa manera de expresarse era propia de pueblerinos iletrados, de ahí que mucha gente urbanita se esforzara para hablar bien en castellano y distinguirse de quienes, en los pueblos, mantenían su lengua vernácula.
Bueno, si no le ponen ganas, en menos de 50 años el Aragonés estará´más extinto que el Acadio…
Así es. Y eso es lo que se pretende evitar.
Sería una lástima que desapareciera.
Debemos fortalecer la cultura de nuestras regiones, y eso lleva a a promover el uso de una lengua que la identifica, entre otras muchas cosas.
Es triste que muchos renieguen o se avergüencen de algo así.
Espero que al menos en el ámbito familiar, nunca se pierda.
Las modalidades zonales del aragonés han sobrevivido precisamente gracias a mantenerse en el ámbito familiar. Existe, incluso, la especialidad en Filología Aragonesa… A pesar de ello sigue habiendo muchas personas que consideran al aragonés como un vergonzoso dialecto vulgar.
(Si vas a la cabecera de la bitácora hallarás una pestaña con un Dizionario Aragonés- Castellán, que voy completando, a ratos, con el vocabulario de la fabla que he aprendido en mi entorno).
Con lo observadora que suelo ser, no había visto ese diccionario.
Me recuerda el léxico tan extenso que tenemos en Canarias, incluso diferenciado por islas. No reniego de ello, pero a diferencia de lo que sucede ahí, incluso en el ámbito familiar ha quedado en desuso, aunque siempre salen palabras sueltas y expresiones, cosa que me encanta….
He ido a tu diccionario, al que volveré seguro. Está genial, enhorabuena por el trabajito de hacerlo y compartirlo.
Gracias.
Ese dizionario nació hace diez años como un simple apunte para reforzar las palabras en aragonés que intercalaba en algunas entradas; luego empecé a recibir correos mandándome vocablos que, en muchos casos, rechazaba porque, aunque eran aragoneses y los conocía, jamás los había escuchado en mi zona. Fue esa la razón que me llevó a trabajar en él más en serio y siguiendo un único criterio: que todas y cada una de las palabras expuestas las hubiera escuchado a las personas que me rodean.
Gracias a ti por el interés.
Mienten y son además unos ineptos revanchistas. ¿Qué daño puede hacer que se hable otra lengua cuando no es impuesta? Cosas así hacen que todos nos preguntemos adónde nos dirigimos con estos políticos inútiles. ¡Qué pena! Ojalá que alguna asociación, que el pueblo mismo, haga lo que esté en su mano para que no se pierda.
A estas alturas, y como el ninguneo viene de lejos, el berrinche dura lo justo, sin que los grupos de promoción de la lengua aragonesa abandonen su labor ni los hablantes su uso.