«En todas las concertaciones sociales, que ya han sido muchas, me he hecho la misma pregunta: ¿qué aportan los empresarios? Las organizaciones sindicales suelen consentir recortes en los derechos de los trabajadores, de manera que estos se han venido reduciendo de forma continuada. Flexibilizar el mercado laboral, lo llaman. El Estado acaba poniendo sobre la mesa dinero, recursos públicos que son de todos los ciudadanos, pero la CEOE con lo único que colabora es con su firma y con salir en la foto.»- Juan Francisco Martín Seco. Economista.
La CEOE ingresó, en el ejercicio del año 2010, quinientos ochenta y siete millones de euros, de los que un 68% corresponde a subvenciones públicas -salidas, bueno es recordarlo, del bolsillo de la vapuleada ciudadanía-. Desde esa acolchada otomana, el presidente de la patronal, Juan Rosell, aconseja el despido de novecientos mil funcionarios, loa la precariedad laboral, vitorea la congelación del salario mínimo interprofesional, defiende la conversión del obrero en siervo de la gleba y propone la implantación de una nueva asignatura en la enseñanza pública, de exaltación de la empresa y el empresariado, que, según su disparatado entendimiento, debería ser obligatoria (sic) “desde las guarderías, pasando por primaria y secundaria y también en la Universidad (…)”.
«Los trabajadores seguimos siendo el pariente pobre de la democracia.»- Marcelino Camacho. Sindicalista de los de antes.
ANEXO
- Artículo: Privilegios de funcionario, de Miguel Lorente.
Nada nuevo bajo el sol liberal… Este tipo sería capaz de privatizar hasta el aire que respiramos con tal de sacar beneficios.
Menudo año hacia atrás nos espera, y lo que nos darán p’al pelo una vez que pasen las elecciones andaluzas. Eso sí, todos quietos y paraos esperando que nos terminen de colocar la cuerda de collarín.
Salud, anarquía y revolución social, compañero.
Quita, quita. Si leyeras a Sostres descubrirías que la crisis a quienes de verdad -de verdad de la buena- afecta es a los de clase media-alta -se me reblandece el esternón de la pena-…. Sí, sí; lo que lees. Que la crisis -y sigo mentando a Sostres- ha surgido por la avidez de derechos laborales de la clase baja y media-baja…
Riámonos, que todavía es gratis.
Despidos de trabajadores, bajadas de sueldos….siempre el mismo cuento. Da igual Zapatero que Rajoy. No puedo evitar acordarme del fallecido Jesús Gil, que tanto decía que en política, la gestión habría de tener preferencia al idealismo.
No hay duda de que Gil fue un buen gestor…. de sus propios intereses; el pufo marbellí -con y sin Gil- todavía colea en los mentideros judiciales. Lo malo es que se han destapado, a nivel nacional, tantos adictos al mangoneo que hasta las trapacerías del fallecido Gil-y-Gil acabarán superadas en el ranking de sinvergonzonerías.
Un saludo, Tío Antonio.