Dos han sido los móviles que han impulsado a los gobiernos occidentales a criticar, con indisimulada desgana, desde sus púlpitos habituales, los hechos acontecidos en el feudo del hasta ahora rehabilitado Gaddafi: el alza continuada del precio del crudo y la incapacidad para prever hasta qué punto podrá instrumentalizarse la era post-Lider de la Yamahiriya.
El levantamiento de la ciudadanía, hostigada y masacrada con el armamento gentilmente vendido por países del ámbito de la Unión Europea y Rusia -país que tampoco ha tenido inconveniente en bombardear a su paisanaje para cercenar algaradas-, es una circunstancia sólo evaluable, políticamente hablando, si, llegado el momento, los contactos con los nuevos mandatarios del país devienen en provechosos para la política y la economía occidentales.
El amigo Muammar -terrorista anteayer, perdonado y abrazado ayer y reciclado en sátrapa hoy- forma parte de esa colección de sabandijas del orbe que acuna Occidente en su calculador regazo mientras los beneficios asoman por la abertura de la chistera. Las mordazas, las cadenas, las torturas y los cadáveres sólo adquieren visibilidad cuando el retoño consentido pierde el favor de sus valedores, que se apresuran a escenificar su pesadumbre por el pueblo oprimido y a desenterrar las inmundicias de su convenientemente aborrecido amigacho.
Sí, «sabandija» es un buen calificativo.
Y se me ocurren tantos para los gobiernos mudos…
Un abrazo
(con clamor de «basta ya»)
Y los pobres libios a punto de entrar en una guerra civil por culpa del amor al poder de un estrafalario/presidente/déspota.
Pero ¿ quién, por qué y cómose está montando en el norte de África estos movimientos? verdaderamente mosqueante y que no me hablen de las redes sociales que no creo que toda esta gente esté enganchada a internet.
El otro día escuché un comentario curioso de un especialista en Asuntos Exteriores, decía: «¿os habéis fijado que solo hay sublevaciones en los países que no surten de petróleo a EEUU?.
No sé, pero esto es muy raro.
Salaudos
A ver, si de una santa vez y con el menor coste de inocentes posible, se van todos estos caciques de m. al lugar donde les corresponde… Es decir, al infierno de los c……, interese o no a occidente, que ésa es otra…
Un abrazo
…y aun así, suave (el calificativo, quiero decir). Ojalá, Almena, las revueltas de Egipto, Bahrein, Túnez, Libia, Yemen… sirvan de llamada a la huída de todas las sabandijas humana que en el mundo son. Y a quienes les «dan de comer».
Otro abrazo.
No sé, Esperanza, pero no creo que la CIA esté metida, a priori, en estos fregaos; entre otras cosas porque, en Egipto, Mubarak mantenía unas relaciones correctas con Israel, y no creo que a este país le interesase experimentar con algaradas. Y lo que no le interesa a Israel, tampoco a su socio.
Sí es cierto que a río revuelto… Un representante de los USA ya ha dicho que no van a consentir tonterías con el petróleo. Resumiendo: Que si la producción y los precios no son los adecuados, allá que irán los marines a ejercer de Policías del Universo.
Saludos cordiales.
No recuerdo ahora si fue Kissinger[1] el que, en referencia a un dictador latinoamericano, comentaba: «De acuerdo. Es un hijo de puta. Pero es nuestro hijo de puta«. Y la historia, pasada y presente, demuestra lo aficionados que son los gobiernos que presumen de demócratas a «cultivar» la amistad de los «mejores» malnacidos si del compadreo se obtienen dividendos.
Ah, pero nada está perdido.
Otro abrazo, Luz.
[1]Editando: La frase la dijo Roosevelt en referencia al dictador Somoza.
Lo que comenta esperanza es lo mismo que se lee en algunas webs ‘comu’ pero a saber dónde está la verdad. Por una parte, los falsimedia largando noticias que no pasan de ser suposiciones y por otro los gadafistas agarrándose al antiimperialismo, unos por otros la verdad a secas se desconoce. Sea lo uno o lo otro al Gadafi hace muchas décadas que se le fue la olla y la última intervención que tuvo en la televisión era para pensar que muy bien de la sesera no se hallaba. El hijo amenazador, otro tanto.
Y, joder, que lleva el tipo cuarenta años en plan guía del pueblo, y a mí estos gurús que se eternizan como timoneles me dan grima.
Au.
Salud.
Por supuesto, Fer, ha de cuestionarse todo lo que nos llega a través de los conductos habituales; las noticias siempre llevan una intencionalidad determinada y no resulta sencillo entresacar la verdad. Demasiados intereses… Los mismos que convierten en noticiable Libia y silencian otros conflictos que llevan décadas devastando África.
Habrá que seguir, como siempre, ojo avizor.
Saludos cordiales, compañero.
La hipocresía en su apogeo.
Ahora se quitaran todos de enmedio y dirán que ellos no fueron los que lo perdonaron y reciclaron al demonio de Gadafi.
Abrazos
Sí, la hipocresía elevada al cubo, Trini.
Ya anda la OTAN en reuniones… Como si les importara algo la ciudadanía. Pero el petróleo… ah, el petróleo… ese sí es un motivo para meter zarpas y tanques.
este blog esta lleno de buenos posts, directamente a mis favoritosytwk
Muy amable, Sheylaa.
Un saludo.