«Icarus shoes»: Suki Isakson
La masa laboral española está compuesta por ciudadanos y energúmenos. Los primeros son aquellos que muestran indiferencia o repulsa hacia las huelgas; los segundos -vagos en activo y con tendencia al matonismo- camuflan sus vitandos instintos bajo esa aberración democrática y demagógica acción comunistoide que es la huelga general.- Sinopsis notablemente suavizada de las soflamas e improperios del piqueterismo mediático neocon en su cruzada contra el sindicalismo.
Es que ellos, se engloban también en ese grupo, o sea, los energúmenos. Es que los hay de muchos tipos y clases.
Creo que la huelga va a dar para mucho, menos para lo verdaderamente importante. Creo…
Abrazos
El problema, me parece a mí, es de solidaridad, de respeto, todo ello mezclado con el incombustible borreguismo, y cuando se tenga ocasión de de decidir en las urnas, pues A o B, de nuevo lo mismo, y al final, el balance es que tenemos lo que nos merecemos porque no somos capaces de levantar la voz y dirigirla donde se debe, que es hacia arriba y no hacia los lados, y mucho menos de contemplar opciones diferentes a las que el sistema (A y B) nos quiere hacer tragar, así que…
Un abrazo
Lo cierto es que, con menor o mayor rebozo -un personajillo cuya principal misión es lamerle el traserillo al difunto general ha llegado a sugerir la prohibición de las huelgas generales-, las huestes mediáticas del conservadurismo, con la excusa de denunciar los traspiés de los dos sindicatos considerados “mayoritarios”, han llevado a cabo una agresiva campaña contra el sindicalismo y, por extensión, contra la clase trabajadora. Defensores del capital, el empresariado y la banca, no tienen escrúpulos en hacer apología del “buen y patriótico trabajador”, que es aquel que aguanta, calla y se sacrifica para que los auténticos culpables de la crisis mantengan sus prerrogativas y continúen sus andanzas.
Un abrazo, Trini y Luz.
Jolio con esta tropa…
y los derechos laborales será que se han conseguido no por la lucha de los explotados sino por la filantropía de los explotadores. Hála, a cascala.
Quien quiera ser esclavo lo tiene tan fácil que no necesita que se le den instrucciones.
Divide et impera…
Lamento mucho tener que ver cómo, después de la lucha que mantuvieron nuestros padres para conseguir sueldos, horarios y condiciones dignas en el trabajo, ahora está todo perdiéndose. Es lamentable ver como estamos los trabajadores volviendo a la situación de los años 40 y todo por no tener unos sindicatos que nos defiendan a capa y espada frente a las tropelías del BOE.
El abaratamiento de los sueldos y la precariedad en el empleo, hace que la masa obrera esté paralizada por aquello de que, si me muevo, corro el riesgo , que mi contrato de dos meses prorrogable al infinito, se extinga definitivamente si la empresa ve que se me mueve el pelo; porque luego ¿adónde voy?.
La lucha obrera, en este momento social, es una utopía, pero encomiable desde la perspectiva que da la seguridad en el puesto y más si áun se conservan los sueldos a que se contrataba no hace tantos años.
Saludos
Si algo se pierde, Esperanza, es por egoísmo, por insolidaridad, por acomodo, por la ausencia de empatía y el fortalecimiento de la apatía…
Una sociedad donde la mayoría somos trabajadores y trabajadoras por cuenta ajena no puede mirar hacia el lado contrario. Sólo marchando colectivamente, arropándonos las unas a los otros -y viceversa-, seremos lo suficientemente fuertes para plantar batalla.
Más saludos.