«Cementerio de Jaca»: Archivo personal
Por la carretera de la Guarguera, entre caminos de tierra que baña, culebreando, el Alcanadre —el río que labró impresionantes cañones en la sierra de Guara— se llega a Matidero, una localidad semidespoblada donde, hasta 1987, se erguía un impresionante olmo de 27 metros de altura catalogado como el más grande de Aragón. Pero, además, Matidero fue el lugar de nacimiento, a principios del siglo XX, de María Cadena, una enfermera republicana que, al finalizar la guerra (in)civil huyó a Francia, país en el que se casó con un compatriota y donde trabajó y residió hasta 1968, cuando su marido y ella, ya jubilados y con pocas probabilidades de ser represaliados tardíos del franquismo, regresaron a España instalándose en Jaca, ciudad pirenaica en la que María falleció en 1980. Y es, precisamente, en el cementerio de Jaca, en la pared de nichos en la que reposa —tras la lápida que lleva su nombre, María Cadena de Camazón— esta superviviente de dos guerras, donde termina una historia singular, un thriller de espías protagonizado por un hombre —el marido de María— que, desde 1982, comparte lecho mortuorio con ella pero cuya identidad no figura en el cubículo funerario que resguarda sus restos, como si la reserva que el matemático y extraordinario criptoanalista Antonio Camazón hizo de toda su vida hubiera querido preservarla hasta el final de los tiempos.
Faustino Antonio Camazón Valentín (1901-1982), vallisoletano, antiguo comisario y analista de la Policía Criminal Republicana, matemático, ensayista, criptógrafo y políglota, figura en la historia oculta de los Servicios Secretos como uno de los avezados analistas que, durante la II Guerra Mundial y como integrante del llamado Equipo D, desencriptó y descifró el funcionamiento de la famosa máquina Enigma, la joya de las comunicaciones secretas de la Alemania nazi, cuya inviolabilidad quedaría en entredicho al ser descifrados sus códigos por el grupo de criptógrafos de diferentes países (los había ingleses, polacos, franceses y otros seis republicanos españoles, además de Camazón) de los que únicamente trascendió a la opinión pública el nombre de Alan Turing (1912-1954) —al que primero honraron y luego arrastraron por el fango por su homosexualidad— con el que Camazón y sus compañeros trabajaron, codo con codo, día y noche, desde distintas ubicaciones secretas de Francia, Norte de África e Inglaterra, hasta desentrañar los secretos de la codificación alemana.
Los buenos resultados del trabajo del Equipo D fueron claves para la derrota nazi y posibilitaron que, terminada la contienda mundial, los Servicios Secretos norteamericanos tentaran a Antonio Camazón para trasladarse a Estados Unidos, propuesta que no aceptó el vallisoletano señalando que tenía una deuda con los franceses —que lo habían sacado del campo de concentración donde fue recluido tras salir de España— por haberle dado la oportunidad de desarrollar sus aptitudes en la causa de la liberación de Europa del fascismo. Fiel a su palabra, trabajó para el Deuxième Bureau de Charles de Gaulle hasta 1968, año en el que él y su esposa se trasladaron a Jaca con el estatus de pensionistas de la República Francesa, llevando la misma vida discreta que en el país vecino.
Coleccionista de libros diversos en diferentes idiomas, Antonio Camazón atesoró más de ochocientos (el más antiguo, de 1817), escritos en ciento cincuenta lenguas distintas —algunas en peligro de desaparición— que, en 1984, se vendieron a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza, usándose el dinero recibido para pagar la boda de un familiar del matrimonio Camazón-Cadena. La colección, que actualmente forma parte del fondo de la Biblioteca María Moliner, es conocida como «La biblioteca del espía».
En 2019, el director andaluz Jorge Laplace realizó el documental Equipo D: los códigos olvidados, resaltando el papel de los criptógrafos españoles en la guerra que los Servicios Secretos Aliados libraron contra los de Alemania.
Una historia interesante. El poder del cine nos hace ver sólo la parte anglosajona de las guerras pero detrás a menudo hay historias insospechadas. Desde tanta distancia parecen románticas y tristes, ocultas bajo la losa de secreto y mediocridad del franquismo.
Las hazañas de los republicanos que se dejaron la piel (y tantos la vida) en la contienda mundial fueron silenciados en España. Ya sabes, eran rojos, malhechores, incendiaiglesias, y, además, ya sabemos con quién estaba a partir un piñón el neutral Franco… Lo peor fue que, en muchos casos, también fueron ocultados por los Aliados. Tanto que se habla de la Resistencia Francesa y jamás han reconocido que el grueso de esa resistencia estaba compuesta por anarquistas y comunistas españoles que plantaron batalla a la Francia colaboracionista de Vichy con un ímpetu que no tuvieron muchos franceses de cuna.
Muy interesante esta historia y también muy importante que se sepa pues internacionalmente destacan solo a los norteamericanos o a los ingleses.
Solo tienes que ver cómo se narra la entrada de los combatientes en la París liberada y cómo se oculta que los primeros en asomar el morro subidos en un tanque fueron los republicanos españoles de la división conocida como La 43. Hay fotografías en las que incluso se han borrado las banderas tricolores de la España republicana y hasta los nombres de los tanques Santander, Brunete, Don Quijote… que, como puedes comprobar, nombres muy anglosajones no tenían.
Asi es, sin duda alguna. La historia tiene que reescribirse con las verdades que han ocultado. Un saludo
Exactamente.
Salud.
Feliz finde y un saludo!
Conocía esta historia de la máquina de los alemanes, pero no sabía que un español trabajó en el equipo que acabó con su poder.
No uno sino siete españoles; de seis de ellos no se sabe nada o escasamente y fijate, que muchos datos del trabajo de Camazón con Enigma se deben a la investigación de un paisano tuyo, Arturo Quirantes, del departamento de Física Aplicada de la UGR.
Curiosa, desconicida e interesante historia. Cuántos hechos importantes ha silenciado el franquismo y cuántas mentiras ha aireado. Muy interesante.
Salud.
La verdad es que, cuanto más se bucea en la II Guerra Mundial más se descubre que la partcipación republicana en la contienda no tuvo nada de anecdótica sino que fue voluntariosa y sistemática. Lástima que la derrota del fascismo europeo no llevara aparejada la del franquismo.
Salud.
He leído tu entrada un par de veces y me queda por tratar de comprender la famosa máquina Enigma.
Observo que en la actualidad el pueblo Matidero figura en google maps como «pueblo semiabandonado» Guarguera.
Con respecto a la tumba de María Cadena y Antonio Camazón la he encontrado en el cementerio de Jaca, donde Luis Ballarín, ponía unas flores en el nicho de sus tíos.
Como siempre la historia casi no recuerda a los republicanos que de una manera u otra se destacaron en la lucha contra el fascismo.
Esa zona de la Guarguera la conozco muy bien porque he ido mucho a Aineto, un pueblo que quedó despoblado y pasó a comuna hippie y ahora está rehabilitado y es una maravillla; desde allí excursioné andando hasta Matidero, donde también se han rehabilitado algunas construcciones. Son lugares que la nieve convierte en casi intransitables en invierno.
Fue hace unos meses, viendo en La 2 de RTVE el documental de Jorge Laplace, que conocí la historia de Camazón y su trabajo con esa máquina de la que entiendo lo mismo que tú. En el documental también aparece Luis Ballarín en el cementerio de Jaca, en una imagen casi exacta a la que tú nos has traído.
Parece ser, según contó el sobrino, que Camazón había empezado un borrador con sus memorias, pero, a su muerte, no se encontró nada.
Hola, Una mirada….
Fíjate que desconocía el trabajo de Camazón con esa máquina.
Creo que la Historia habría que reescribirse para que fuera más fiel a la realidad, se lo debemos a muchas personas que fueron parte directa y activa. Al menos, si no toda la Historia, gran parte de la historia Española en la II Guerra Mundial.
Gracias por enseñarnos cosas nuevas y por hacernos recordar las que ya sabíamos.
Un beso grande.
La II Guerra Mundial, como todos los hechos históricos, tiene muchos recovecos y varias florituras y dinámicas que, en muchos casos, ni se corresponden con los sucesos. El tema de los Servicios Secretos es peliagudo porque sigue habiendo documentos sin desclasificar o, simplemente, que llevan décadas destruidos. De la actuación de Camazón y otros republicanos que huyeron de una guerra para meterse en otra. se sabe más por la tenacidad de quienes investigan desde el presente que por las facilidades de quienes, conociendo la realidad, la mantuvieron oculta.
Más besos para ti.
Hazañas tan valerosas como rodeadas de romanticismo injustamente olvidadas. Me sorprende que ni muerto se le reconoce el nombre en el nicho junto a su mujer María. Quizás le quede aún trabajo para descifrar el más allá. Un abrazo.
En el tema de la ausencia de su nombre en el nicho, me he permitido en el atrtículo la licencia de atribuirle a él mismo la decisión de no figurar en él, aunque no lo sé, pero, en buena lógica, le corresponde a la familia tomar cartas en el asunto. Me llamó la atención que, en una entrevista, su sobrino solicitara del gobierno de Aragón que «se colocara una placa (sic) a su tío en el cementerio de Jaca«. Teniendo en cuenta que murió en 1982, quizás la familia tendría que haber destinado parte del dinero de los libros del tío, con los que se pagó una boda, en ponerle una lápida en condiciones.
Cordialidades.
En Radiotelevisión española ya no está disponible el documental. Me hubiera gustado verlo porque la historia que nos has traído es muy, muy interesante y la desconocía. Tantas películas de espías como he visto y no imaginaba que tenía uno bien real a dos horas de camino.
Saludos.
JBernal
Es posible que, en algún momento, pueda verse en Aragón Televisión ( si acaso no se programó antes). o que, pasado un tiempo, se pueda ver en Youtube, como sucede con otros documentales que, en principio, tenían restricciones. Si hay novedades, te aviso.
Salud.
De película, con el documental nos quedamos cortos me parece.
La película Código Enigma tuvo su éxito, esta historia complementaria lo tendrá.
Has introducido muy bien el tema, me parece. El primer párrafo, donde nos presentas los hechos, dan impulso y ganas de seguir leyendo hasta el final, más allá de ese punto y aparte.
Gracias por tu pluma impecable.
Cordialidades
La película que citas se tituló en España «Descifrando Enigma» y, lógicamente, la gloria es para Turing, que es el personaje interesante por su vida personal y sus supuestas extravagancias, aunque para ello los guionistas se inventaran hechos que no sucedieron. Ya sabes, en el cine se fantasea aunque se base en hechos reales, cosa que no sucede con los documentales que, incluso en las suposiciones, plasman lo más próximo a la realidad.
No me digas lo de pluma impecable porque como me lo crea escribiré todavía de manera más enrevesada, jeje.
Un abrazo.