«Fragmentación»: Archivo personal
Aykut Demir, capitán de un equipo de fútbol de la segunda división turca, hurgó con un simple gesto en la hipocresía de los democráticos gobiernos occidentales al negarse a vestir la camiseta con el lema NO WAR alegando la doble vara de medir los conflictos según su ubicación, como si la raza y la nacionalidad de las víctimas de una guerra, cualquier guerra, determinaran el sufrimiento. “Tiene un careto de yijadista…”, comentaba of the record un periodista deportivo en una tertulia de barra en la que dos o tres clientes, con más vozarrón que cerebro, pedían la expulsión del deslenguado de la liga turca, cuando no colgarlo por sus atributos masculinos del mismo larguero. Ninguno de los lanzadores de espumarajos se planteó hasta qué punto, fuera de cualquier ideología, el futbolista rebelde daba en el centro de ese cristal, unas veces grueso y otras endeble, a cuyo través la sociedad observa los acontecimientos internacionales sobre los que intereses ajenos a la gente de a pie sitúan la lupa, con mayor o menor precisión en función de la respuesta social que se pretende obtener. Otra cosa es que los manipuladores de cupo lo consigan, que no siempre la tergiversación surte el efecto buscado, como lo demuestran las manifestaciones en diferentes puntos de Rusia contra la invasión de Ucrania, que ni las detenciones masivas ni las soflamas belicistas de los medios rusos cercados por la censura han logrado erradicar; o las que tienen lugar en Israel a favor de los palestinos; o aquellas otras que hubo en diversos escenarios europeos contra la guerra de Irak.
Creo que lo has dicho muy bien y estoy muy de acuerdo. Nunca le pedimos la cabeza a Bush por invadir a un país soberano, ni tampoco nos preocuparon, al mismo nivel frenético, los refugiados iraquíes ni los afganos ni los sirios. Seria porque eran árabes? Musulmanes? O seria porque no eran europeos? Le doy toda la razón al futbolista turco, y a ti. Un saludo.
Tenemos la maldita manía de catalogar el sufrimiento. Pasó con las víctimas judías del holocausto mientras se minimizaba el exterminio de gentes gitanas, eslavas y personas etiquetadas como prescindibles. Debemos aprender que el horror no se circunscribe a un punto en el mapa, que cualquier persona somos susceptibles de convertirnos en víctimas y que el sufrimiento ajeno no puede dejarnos indiferentes porque no hay peor actitud que la deshumanización.
Salud.
De acuerdo. Un saludo.
El poder, el poder de los medios que maniulan hasta las amociones. Qué corazón tan grande y que mente y ojos tan atentos deberíamos terner para sospechar, mirar y no quedarnos con lo que nos quieren mostrar.
Un NO grande a todas las guerras y a cualquier atropello de los Derechos Humanos se produzcan don se produzcan.
¡Qué mundo más asqueroso! (me dejo llevar por la indignación, perdona)
Salud.
Es que es eso. Nos manipulan ( o lo intentan), vapulean nuestros sentimientos para que bailemos a un son determinado; nos hacen cómplices de solidaridad selectiva. Y contra toda esa información enmarañada debemos ser capaces de buscar nuestro propio criterio que es, a la postre, el que nos hace reflexionar sobre los sucesos a los que asistimos.
Salud.
P.S.- A ratos, también pienso que este mundo es asqueroso, pero luego veo a tanta gente maravillosa que creo que puede que hasta tenga arreglo.
Esta guerra me está sobrepasando y ya no se ni que decir de ella, pues me parece increíble que, en un mundo tan «avanzado» e informatizado como el que vivimos, estemos viendo de nuevo tanques en las calles y personas huyendo de las bombas.
Es una sensación generalizada. Desazón, rabia, impotencia y una Europa tambaleante ante una situación que, si las negociaciones no llegan a buen puerto, puede alargarse y convertir el viejo continente en campo de batalla. Tantos tratados, tantas organizaciones europeas para que la población civil ucraniana siga estando desprotegida. Y el megalómano ruso amenazando con darle al botoncito si alguien le tose cerca. Un dislate. Una tragedia que se suma a las tantas que hay repartidas por este pobre planeta.
Manipulan, quería decir.
He estado dando una vuelta por tu blog y he visto algo curioso: que ese poema de Celso Castro se parece mucho a esto:
https://el-macasar.blogspot.com/2021/08/manana.html
He querido decírtelo allí, pero no veo los comentarios por ninguna parte.
Efectivamente, despues de publicar mi post «atontacabeza» descubrí la grabación de Silvia perez Cruz y me percaté de la coincidencia, y de que los poemas se parecían mucho. Buscando, buscando di con la autora en este caso Ana María Moix, que por cierto me encantaría conseguir. Es tan antiguo que supongo que estarà descatalogado.
El poema que cuelgo en mi post aparece en una novela de Celso Castro, una trilogia: «El cerco de Beatriz», «Astillas» y «El afinador de habitaciones», en no sé cúal de ellos aparece.
Gracias por la información.
Sí te fijas en la imagen del post, verás que Ana María Moix pone en cursiva los versos que coinciden con los de Celso Castro y que también están en inglés esos versos con su autora, Christina Georgina Rossetti. Es decir, que ambos partieron de esos versos de Rossetti, solo que Ana María Moix la cita y Celso Castro, al parecer, no. ¿O sí? Sería cuestión de consultar esa trilogía, pero yo no la conozco.
Respecto al libro de Moix, podrías preguntar en la Editorial Lumen, que todavía existe y tiene sus libros en la Red, ya que algunas veces se les quedan tomos olvidados en lo que llamamos «fondo de editorial». Yo te lo mandaría con mucho gusto, si no fuera porque está dedicado y es un recuerdo de las amigas que me lo regalaron y que hace años que murieron las dos.
No recuerdo si Celso Castro los cita o no. Saqué el libro de la biblioteca, pero pienso mirarlo. Yo no tenía ni idea de esos versos ni del poema, salvo cuando lo leí una de las novelas de C. Castro.
Ah, y muchas gracias por le información que me das para conseguir el libro.
Un hermoso recuerdo de tus amigas que yo también gardaría siempre. Gracias . Un abrazo.
Agradezco tu visita y he contestado lo mismo en el blog por si ibas por allí.
Mucha pena, 😢
Ukraine en el corazón.
Así es. Pena y angustia por la situación que está viviendo la población civil. Ucrania en el corazón, en el pensamiento, en el alma.
En esta época con empacho de informaciones y la mayoría manipuladas, muchos creímos que el dictador ruso no llegaría a invadir y que todo quedaría en una rentable, para él, puesta en escena con el fin de negociar bien siituado. Recordando luego el siniestro y largo recorrido de Putin presidiendo un gobierno que asesina periodistas y espías y acaba con tantas libertades debo reconocer que lo que creímos era de una ingenuidad fuera de lugar.
Sólo los rusos pueden echarle si no hay una terrible guerra contra Rusia y ese es un escenario que no quiero considerar. Putin no podrá asfixiar internet durante mucho tiempo y poco a poco sus enemigos interiores irán ganando posiciones con ayuda del resto del mundo.
Como ya escribí en tu blog, Putin es un tipo peligroso. Se ha fabricado una república con leyes a la medida de su ambición, con una especie de batiburrillo entre estalinista y hitleriano. No es solo megalómano sino cruel. Un tipo que viste imitando a un dandy pero se seinta despatarrado; no pretende agradar sino ser temido y su trayectoria no aventuraba que le nacieran unos escrúpulos éticos que jamás ha tenido a la hora de tratar a quienes no le aplauden sus actuaciones.
No sé si entre los que le rodean, habrá algunos dispuestos a pararle los pies; su ministro de Exteriores no parece candidato a ello, porque en un par de comparecencias se ha referido, amenazante, a una posible Tercera Guerra Mundial.
Ojalá esos enemigos interiores a que te refieres (los que no están muertos o encarcelados) sean capaces de plantarle cara porque el individuo ese dudo que recule; se ha crecido demasiado.
Que razón tienes.
Saludos
Saludos, también para ti, y muchas gracias por pasarte.
Es una manipulación más de las que vemos a diario en los medios de desinformación. Guerras hay varias abiertas en el Globo, pero las hay más «importantes» que otras, supongo que por los contendientes, consecuencias o intereses. Parto de la premisa que la invasión de Ucrania es una barbaridad intolerable en estos tiempos. Me toca de cerca, pues acogimos a niños ucranianos varios veranos y solo pensar que esos niños y niñas, hoy jóvenes veinteañeros, están sufriendo, cuando no directamente en el campo de batalla, me crispa. Pero Etiopía, Afganistán, Yemen, Myanmar, Siria y un largo etcétera incluido el permanente conflicto palestino-israelí, o la cuestión yihadista en zonas de África, hay otras guerras que no dan tantos titulares. Por eso el gesto de ese futbolista tiene mucha lógica, aunque no se si fue oportuno, tampoco lo cuestiono. Cuestión de sensibilidades o de «ofendiditos» como dice un amigo mío. Europa es el ombligo de nuestro mundo, pero hay mucho otro mundo donde suceden muchas cosas. Un abrazo.
La guerra de Ucrania nos ha sacudido; está ahí, a la vuelta de la esquina, como lo estuvieron las guerras yugoslavas de los noventa y hay que tener unos sentimientos petrificados para no aturdirse con las imágenes de esa población civil asediada, escondida, angustiada, entre los que se hallan tus niños de acogida y las familias de un par de ucranianos que conozco de Huesca.
La guerra, cualquier guerra, es una aberración que no parece tener fecha de caducidad, unida a la especie humana como la uña a la carne y siempre con las mismas víctimas. En fin, muchos tratados, mucha Declaración de Derechos, mucha cháchara sobre la protección de los no contendientes pero los padecimientos son para la población civil, la que detesta la guerra y se la hacen padecer mientras quienes la provocan y dirigen lo hacen desde la comodidad de un despacho, de un búnker.
Otro abrazo.
Yo creo que todos sabemos dónde empieza una cosa y termina otra. Darle importancia a lo que haga una persona (aunque sea famosa) u opinen muchos sobre ello, es desviar el tema de lo realmente importante.
No está en manos del futbolista ni de los reporteros este drama que estamos viviendo. Y sí, lo digo en plural y en primera persona porque no me es ajeno el dolor de los Ucranianos, me siento fatal cuando veo lo que este “tipejo” por llamarlo de alguna manera está haciendo con sus tropas. Loco, cruel, despiadado, inhumano…… ha sido capaz de empezar esta guerra donde tanta gente ha muerto ya, otros refugiados y el resto combatiendo con lo que pueden (en clara desventaja).
Está loco y descerebrado, lo peor es que no sé dónde terminará esto. Porque de alguien tan frío e impertérrito no podemos predecir qué piensa o cuál será su siguiente paso.
Siento rabia e impotencia. Siento dolor, qué injusto tanta gente sufriendo, mal viviendo en refugios mientras sus casas son derruidas, necesitan ayuda, comida, medicinas, los hospitales están sobrepasados por ucranianos heridos pero también por rusos heridos.
No me entra en la cabeza que en pleno siglo XXI los Gobiernos (el de Putin, no vamos a generalizar tampoco) comience una guerra con armas y destrucción.
Y siento que por más que diga, me quedo corta.
Un abrazo, Una mirada.
Estoy de acuerdo de principio a fin. Lo que criticaba Demir era la manipulación de las emociones, olvidándose, tal vez, del clamor de la ciudadanía occidental ante el sufrimiento de todas las víctimas de cuantos conflictos armados y tragedias se suceden, aunque su referencia era más hacia los gobiernos y, desde luego, a los medios de información que reiteran o borran los acontecimientos enfatizando las víctimas de unos conflictos y pasando de puntillas por las de otros.
Putin es un canalla y el daño que infringe a la población ucraniana le importa lo mismo que el que perpetra contra la ciudadanía rusa: Nada, cero. Arrogante y deshumanizado, asistimos, impotentes, a una catástrofe que parece imparable porque ese satrapa ha encendido una mecha difícil de apagar salvo que sea él mismo quien termine ardiendo.
Otro abrazo para ti, apreciada.
Me han dicho que un político español, en este momento sin cargos, opina que Ucrania debe rendirse, pero no he querido confirmarlo, porque no se si es un disparate o algo acertado. Así estoy de confusa en esta guerra…
Delante del televisor, apoltronados en el sofá, se pueden establecer argumentos diversos, pero quienes se hallan inmersos en esa vorágine, viendo cómo se destruye lo cotidiano, son las únicas personas que pueden determinar si les merece la pena el derrotismo o la resistencia. Esta tragedia tiene lugar en Ucrania pero la destinataria de semejante desafuero cruento es la OTAN.
En la actualidad con todos los medios de comunicación existentes hay demasiadas noticias manipuladas, por ello las grandes agencias suelen suspender la cobertura periodística para evitar la adulteración de las noticias.
A veces, solo hay que leer una misma noticia en diferentes medios y enseguida se ve ve el tratamiento a beneficio de inventario. Cada vez es más difícil encontrar información objetiva.
La.doble vara para medir está en todos lados. Los medios hegemónicos argentinos aprovechan para pegarle a nuestro gobierno popular por «no oponerse con el suficiente enfasis» al ataque Rusia y solo pedir la paz. Tal como le pasa a ese jugador.
El colmo es EEUU, sancionando la invasión de un país poderoso a otro ni tanto jajaja cosa increíble!
En fin, diste en la tecla, el que tiene el poder, puede medir con doble cara y exigir que el resto también lo haga.
Espero haya paz y todo se resuelva de manera democrática. Lo que seguro no sucederá, es que dejen de mentir.
Me gusta su Mirada, no es una mirada tan común entre las que nos llegan desde
Vuestras tierras (tal vez también por el poder de los medios).
Abrazotes
La invasión a Ucrania ha sido un mazazo para Europa, pese a que la megalomanía de Putin y su agresividad conquistadora no son novedosas. Está claro el pulso a Occidente a costa de la devastación del pueblo ucraniano, y, teniendo en cuenta cómo funciona Putin, hay quien piensa que esto es solamente el principio, que Putin no va a detenerse y que Ucrania puede devenir en el Afganistán europeo o incluso a que la OTAn acabe interviniendo si Putin amenaza a países cercanos a Rusia que pertenecen a la organización. Un sinvivir.
Y es cierto, también, que la actitud ante las guerras no es la misma cuando son lejanas a cuando se tienen al lado mismo, aunque a favor de la poblacion europea de a pìe he de decir que todos los conflictos han movilizado a la gente de la calle a lo largo de muchos años, a veces, en contra de los propios gobiernos. Otra cosa es la manipulación que se da a la hora de informar de esta o de otras guerras; algunas, simplemente silenciadas.
Cordialidades.