«One-Pointed Mind»: Dave Hennessy
«Me llamo Benjamín Serra, tengo dos carreras y un máster y limpio WCs. No, no es broma. Lo hago para pagar el alquiler de mi habitación en Londres.
Trabajo en una famosa cadena de cafeterías en el Reino Unido desde mayo. Y después de cinco meses trabajando allí, hoy, por primera vez, me he visto desde fuera. Me he visto limpiando los aseos. Mi pensamiento ha sido: «Soy Premio Extraordinario de Fin de Carrera en mis dos titulaciones y limpio la MIERDA de otros en un país que no es el mio«. Bueno, también hago cafés, recojo las mesas y friego las tazas.
Y no me avergüenza hacerlo. Limpiar es un trabajo muy digno. Lo que me avergüenza es tener que hacerlo porque nadie me ha dado una oportunidad en España. Como yo hay muchos españoles, sobre todo en Londres. «Sois una plaga«, me dijeron una vez aquí. Y no nos engañemos. No somos jóvenes de aventura para aprender el idioma y vivir nuevas experiencias. Somos INMIGRANTES.
Yo siempre he sido muy orgulloso, no lo voy a negar. Los que me conocéis, lo sabéis. Y me revienta tener que sonreír a algunos clientes que te miran por encima del hombro por el simple hecho de ser barista (aquí lo llaman así). Hay algunos impresentables a los que me entran ganas de sacar mis títulos universitarios y de máster y ponérselos en la cara. Pero realmente no serviría de nada. Parece ser que esos títulos sólo sirven ahora mismo para limpiar la MIERDA que limpio yo en los aseos de la cafetería. Una lástima.
Yo creía que merecía algo mejor después de tanto esfuerzo en mi vida académica. Parece ser que me equivocaba.»
Si ya lo decía en julio del año pasado el exultante ministro Wert, atiborrado de sí mismo: «El hecho de que haya jóvenes con capacidad y voluntad de movilidad, que dominen idiomas extranjeros, que tengan la voluntad de salir fuera, que quieran ensanchar sus horizontes profesionales, nunca puede considerarse un fenómeno negativo«. Titulémonos, pues. Y emigremos. Todavía quedan en Europa suficientes letrinas para audaces.
«Españoles por el mundo» según Wert. Esperaré q haya wcs más cerca.
Salu2.
Me parece que para optar a limpiador de aseos por las Hispanias tienes que documentar, como mínimo, cuatro titulaciones y tres o cuatro idiomas.
Lo había leído en El Comercio.es, pero no había querido publicarlo ya que en ocasiones aunque a mi no me afecta de manera directa, como español siento vergüenza ajena y veo que mi poder adquisitivo va menguando poco a poco, por ello me siento totalmente deprimido me siento totalmente deprimido.
No se si el lunes verá la luz en mi blog.
En cambio, al señor ministro le satisface que la juventud «ensanche horizontes» por Europa. El cómo no importa.
Esa afirmación del ministro es descabellada. ¡Ningún país invierte en formación para que sus jóvenes desarrollen su trabajo fuera de sus fronteras!
Un ministro de Educación que plantea semejante burrada tendría que ser cesado de inmediato.
Feliz semana, amig@.
…pero como España es, también en este caso, diferente, las palabras de Wert fueron defendidas, en su momento, por el gobierno del que forma parte.
Buena semana también para ti, Pili.
Leo una información en la prensa según la cual con una titulación se tiene un 35% más de posibilidades de encontrar trabajo, así que si se tienen dos, se supone que las posibilidades se duplican ¿O no?
Pero la realidad es que, de los titulados universitarios, la gran mayoría realizan un trabajo de menor cualificación y, en muchos casos, precario.
Hay que reconocer que, en estos años pasados, se han licenciado muchas personas que entraron en sus carreras sin ganas y solo porque sus papás podian pagárselo. Y porque ser estudiante sin estudiar mucho es bastante cómodo y divertido. Y así se ha empalmado licenciatura tras licenciatura y máster tras máster, mientras se vivía la feliz vida de estudiante.
Seguramente se dan casos como esos en familias con buen bolsillo que, incluso, en última instancia, se pueden colocar en el negocio familiar o a la sombra de algún conocido, pero también están las personas que, viendo el panorama, han continuado su formación para ampliar las posibilidades de opción al mercado laboral y, en muchos casos, compaginando algún trabajo precario con los estudios.
Justo lo que decía una conocida mía, hace unos cuantos años: «¿Tengo dos carreras para acabar trabajando de limpiadora?» Pues por poco. Ella ha tenido un poco de suerte. Otros, como el del relato, no. Ahora estoy viendo que el ministro Wert era peor de lo que imaginaba. Lo consideraba un incomprendido, pero visto lo visto…..
El problema de Wert es que se le comprende demasiado bien. Muchas de sus declaraciones parecen más propias de un cuadrlátero de boxeo que de un ministro.