«Straight to Heaven»: Lynda Lehmann
Jáctanse los apologistas de la Teocracia de los más de doscientos cincuenta y dos millones de euros recibidos por la Iglesia Católica Apostólica y Romana en concepto del 0’7% que se le atribuye en el IRPF al marcar, los contribuyentes que así lo han decidido, la casilla correspondiente. Y lánzanse a proclamar “el fortísimo arraigo de la Iglesia en la sociedad española” que ha llevado «a la mayor parte de la ciudadanía«, con obligación de realizar la Declaración del Impuesto sobre la Renta, “a reforzar su apoyo a la Iglesia, víctima de maniobras partidistas que merecen un rechazo contundente”.
Quédanse con el considerable óbolo de la limosnera que el Estado -constitucionalmente aconfesional- graciosamente les sirve a domicilio, pero desdeñan la segunda lectura, que convierte a la pomposa mayoría católica de tan repetidas aleluyas en menos abundante de lo que la Conferencia Episcopal pregona. Porque la casilla del oprobio ha sido señalada, en el ejercicio referido al año 2008, por el 34’3% de los tributarios; o, lo que es lo mismo, el 65’7% la ha obviado.
Habida cuenta de que la I.Católica, con todos sus defectos, dedicaa muchos de sus esfuerzos a la ayuda a la sociedad, digo comedores sociales, apoyo a presos, apoyo a marginados, pues mira… prefiero poner la «x» en esa casilla a que mi 0,70% se lo den a asociaciones de gays(que a saber si existen) en Africa, a asociaciones o confesioness religiosas que se dedican a lavar el cerebro a sus seguidores que abligan a sus mujeres a llevar velo; porque eso es lo que pasa, que hay que optar por algo y por omisión se lo gastan en este tipo de asociaciones.
Saludos
Leí algo sobre lo que hablas el otro día, pero por falta de tiempo al final olvidé escribir sobre ello. No recuerdo qué monseñor hablaba de lo contentos que estaban porque en el 2009 había subido la suma recibida por la Renta, así que entre eso y la partida de los Presupuestos Generales están pensando ya en a quién ponen bajo palio.
…pero eso no es excusa, Esperanza, para que el Estado recaude impuestos en nombre de una institución privada, sea la Iglesia Católica o la de los Adventistas del Séptimo Día. El Estado carece -o debería carecer- de religión de cabecera.
Las prestaciones sociales que realiza la ICAR, como las de otras asociaciones, tienen su partida correspondiente en los Presupuestos.
Sí que ha subido, sí, Chesana; algo así como once millones respecto del ejercicio anterior. Y, efectivamente, a Martínez Camino -el monseñor al que aludes- sólo le faltaba hacer la ola.
Saludos afectuosos a ambas y gracias por aportar vuestras opiniones.
mmm controvertido el tema teniendo en cuenta que en él (religión y política) amigos y detractores suelen serlo hasta llegar a lo extremo.
Por lo demás, porcentajes o cifras absolutas, está claro que también los números están sujetos al color del cristal con que se miren…
¿no os hace gracia que una misma estadística puede ser genial o nefasta según quien la analiza? y a los que somos incapaces para el análisis numérico nos pierden…
Para ti este abrazo (claro y sin porcentajes)
🙂
Querida Mirada: Sabes que sigo con muchísimo interés tus escritos y tus respuestas ponderadas aunque no te deje ningún comentario pero hoy me ha sorprendido que hayas pasado por alto en el primer comentario al que has respondido la alusión que yo entiendo como despectiva a las asociaciones de gays.
Mi pregunta es para Esperanza: ¿te refieres a la asociación de gays y lesbianas de Zimbabwe? Te explico por si lo desconoces que esa asociación colabora con Médicos Sin fronteras en la prevención del SIDA y que la subvención referida no es por su condición de homosexuales sino por las actividades de prevención y saneamiento que llevan a cabo en un país cuya media de vida no sobrepasa los 34 años. Esta ONG concurrió legalmente junto con otras a una subvención de la Dirección General de Política Exterior para África y su proyecto fue evaluado por una comisión que entendió los objetivos que se planteaban.
Nada más.
Un beso muy fuerte, Mirada.
confío en que no te incomode… pero tu comentario a «las palabras difíciles» tenía que formar parte del post. Son un lujo siempre, ya te lo dije…
Llevas razón, Almena: Las estadísticas o los porcentajes tienen diferentes lecturas, ejemplo de ello son los resultados electorales donde, sorprendentemente, todos los grupos se sienten ganadores… En el caso concreto que nos ocupa, si bien es cierto que el saldo a favor de la ICAR ha experimentado una subida respetable, el hecho de que, de cada 100 declarantes, treinta y cuatro hayan decidido destinar su 0’7% a la Iglesia también implica que hay un déficit en esa «mayoría» a la que siempre se hace referencia; NO hay una mayoría dispuesta a financiar el catolicismo a través del Estado. O, al menos, no la había entre quienes, el año pasado, realizaron la declaración correspondiente al 2008.
Y otro abrazo para ti.
P.S.- No, no me incomoda; me honra -y me abruma un pelín…-. Muchas gracias.
Cuánto agradezco, apreciadísima Pili, los datos que aportas sobre esa ONG -y que desconocía- y, con un puntín de maldad, me alegra que una interpretación, que no necesariamente ha de ser la que apuntas (no creo que Esperanza pretendiera menospreciar a nadie), te haya decidido a ejercer de comentarista.
El beso es recíproco.
Pues no, no pretendía menospreciar a nadie. Pero en un país en el cuál, «algunos» comenzamos a barruntar nubes bastante negras en el horizonte que me mande el Estado dinero a Zimbague… digamos que maldita la gracia, prefiero dárselo a la I.Católica que por lo menos su labor humaniaria la hace aquí en el mismo país. Que sí que estará muy bien lo de Zimbague, pero yo me pregunto…. ¿qué hacen por su población los mandatarios de esos países africanos? Yo os lo digo, quedarse en sus bolsillos con el 0,40 o 0,50 o lo que quiera mandar este gobierno y el otro y el otro y seguir manteniendo a su población en la miseria y ellos golfeando.
Por lo tanto, y mientras eso no cambie lo mejor mi dinero para esas familias españolas que van a comedores sociales católicos, necesitados e incluso inmiggrantes que duermen en las casas de acogida de la iglesia, presos que reciben la visita y la ayuda bien en ropa bien en compañía, mujeres gitanas que son «educadas» para que puedan vestir, alimentar y educar correctamente a su prole guíadas por el voluntariado católico, ……….
Por cierto, una familia desea que sus miembros sean felices, no carezcan de lo necesario y cuándo les sobra es cuándo puede repartir con los demás. Los gobiernos deberían actuar de la misma manera y en España eso no ocurre, ya comenzamos a tener gente con necesidad y mientras eso pasa a nuestros compatriotas….. REGALAMOS, sí REGALAMOS dinero a unos y otros, condonamos deudas.. ¿Y A MI QUIEN ME CONDONA NADA, QUE ME HARAN CUANDO SE ME ACABE EL PARO?
En eso deberíamos pensar, mirar un poco dentro del país y luego…… podremos arreglar la casa de otro. Pero es tan fácil tirar con pólvora del rey….
Saludos, a todos que espero estendáis mi resentimiento.
Estoy de acuerdo con el comentario de Almena, cada cual ve las estadísticas según el color de que quiera pintarla.
Abrazos
la mejor actuación fue la del portavoz de los obispos callandose que la casilla de la renta es la pedrea pero el gordo son los SEIS MIL MILLONES que les pagamos a escote.
Salud.
Yo, personalmente, creo que si existe esa casilla para la Iglesia católica, que no debería existir por ser un pais aconfesional, también deberían dar esa misma opción a todas las demás religiones ¿No lo dedicarían -también- a hacer el bien?
Me parece a mí que en un pais democrático, la igualdad debería imperar en todos los ámbitos.
Un abrazo
El sinsentido sigue siendo, Esperanza, que el Estado ejerza de recaudador de impuestos para la Iglesia, no que tú desees destinar dinero para ella, actitud que me parece respetabilísima.
Mis cordialidades.
Ése es el meollo del asunto, Trini. Un mamotreto podría hacerse con las diversas conclusiones sacadas de una misma gráfica.
Otro abrazo, reina.
…pero ya sabes, Fer, que hay asuntillos -o asuntazos- que están ahí, flotando en el ambiente, pero de los que no se habla de puertas para afuera de la C. Episcopal.
Saludos cordiales.
Comparto opinión contigo, Luz, en cuanto a la no existencia de una casilla de orientación pecuniario-religiosa. No es bueno que las religiones y los Estados se mezclen porque acaban por hacerse indistinguibles.
Mis afectos.