«Luz»: Gorka Zarranz Fanlo
Una vez reabierto el nicho, las familiares manos depositaron la urna funeraria de cerámica con las cenizas de él junto al féretro inalterado de la esposa fallecida años atrás; al lado del ánfora las mismas manos colocaron, ante el asombro de los empleados municipales, una baraja española.
“Cuando muera”, les había dicho hace tiempo, “dejadme cerca una baraja. Ya estaremos juntos los cuatro —mi mujer, mi cuñada, mi cuñado y yo— para jugar al guiñote”.
Silvestre, niño que vivió los horrores de la guerra y las penalidades de la posguerra de los vencidos; que creyó en la libertad del Aragón renacido; que fue obrero y sindicalista, exultante abuelo y apasionado bisabuelo, abandonó el Mundo Conocido el 12 de febrero de 2016, pausadamente, con un último esbozo de sonrisa que la Muerte no logró desvanecer.
Silvestre (1926-2016). In memoriam.
Vivirá en la memoria.
Que la tierra te sea leve, Silvestre.
Salud!!
…y en la memoria reciente mora con el vacío que deja su ausencia.
No pidió mucho, una baraja,
Yo pediré de sacrificio, al menos 10.000 almas vírgenes,
…pues vas a poner en un brete a tus deudos.
Creo que el título significa algo parecido a «Calma antes de la tormenta».
Si supieras que el primer párrafo pero sin baraja es lo que yo pensé al depositar junto a mi padre fallecido años antes las cenizas de mi madre en una pequeña urna de cerámica que me acababan de dar para que ambos estuvieran juntos, mi padre con 92 años, mi madre con 98.
«Polvo somos y en polvo nos convertiremos» y solamente nos quedará el recuerdo.
El título corresponde a una Oda de Horacio que comienza «Non omnis moriar multaque pars mei vitabit Libitinam«, que suele traducirse como «No moriré del todo, una gran parte de mí escapará de la destrucción«.
Al menos, tuvo una vida larga, no vivió solo lo que viven las rosas o las violetas
http://polvocenizanada.blogspot.com.es/2011/09/lo-que-viven-las-violetas.html
Vidas fugaces las de las violetas y la de Violette. Pero incluso quien, como Silvestre, gozó de una vida larga, no dudaría en aceptar, desde su mente despejada, una tregua. «Aún me queda mucho por hacer«, les decía Silvestre, consciente y combativo, a las médicas,cuando intentaban convencerlo para abandonar el duro tratamiento médico y acogerse a los cuidados paliativos.
Fugaces o no, son vidas que permanecen latentes en el recuerdo de muchos. Quizá gane el coto allá en el cementerio, asomando briscas una tras de otra, sonría, miré a las estrellas y se diga aquello de:
– !Allá me habrán de esperar, que con una buena mano, no me mueve de aquí ni Dios!
Que la tierra le sea leve.
…y el recuerdo las mantiene vivas.
Sí, también imagino a Silvestre cantando las veinte y las cuarenta en una mano tras otra de partidas enlazadas, entre anécdotas y risas.
lo de Anarkasis… yo creo que es por joder,… pero mira que ya en esas situaciones lo mismo le va a dar, digo yo
Kisss y kisss
.Sí; que se sepa, nadie regresa para encararse con la parentela por no haber cumplido lo dispuesto por el difunto.
Cuánto tiempo y cuántas cosas vividas. No te sabría definir la muerte pero sí creo que lo que realmente importa es cómo te vas.
Un lujo leerte, siempre. Besos y abrazo, todo junto por la ausencia.
Una muerte apacible, del Sueño a la Nada, es el tránsito apetecido…
Y sí, mucho tiempo desde la última vez. Celebro el reencuentro.
Abrazos.