«Dalia»: Archivo personal
El grupo regresa del paseo por la senda de la pedriza que asciende hasta la pardina más próxima al Barrio. En la huerta de Presen, en el rincón abrigado donde ubicó ella el jardín en memoria de Talito, su hijo fallecido, se afanan las incansables abejas y los vistosos abejorrillos entre las corolas blancas, rosas, amarillas, rojas, que aún conservan la lozanía veraniega y cuyos tallos mece, suave, la brisa del norte amortiguada por el roquedo. Muchos de los himenópteros tienen su morada en los viejos arnales del señor Anselmo, que recuperó y reconstruyó su sobrino nieto Lorién hace unos años. Se acerca Mihaela, sonriente, con las manos todavía sucias de laborar la tierra, y contemplan, junto a ella, el vuelo de los insectos, a los que no parece incomodar la intrusión humana. Saluda con la mano Presen desde la entrada del invernadero; saben que no se reunirá con ellos para evitar que le vean los ojos llorosos, emocionada, como le sucede siempre al ver a quienes fueron amigos y amigas de su hijo en aquel espacio de la huerta que le dedicó amorosamente. Se despiden de ella y Mihaela; esta y Vasile, su marido, llegaron al Barrio a finales de agosto, sin apenas hablar castellano pero trayendo con ellos el regalo más preciado: cuatro hijos pequeños cuya escolarización en la escuela del pueblo ha evitado la supresión de una de las aulas de Primaria.



Qué bueno, la gente que va llegando, revive, da vida y alegría a los pueblos.
Me ha encantado el post. Hay humanidad en él.
Salud.
Buen finde.
Tú, que has vivido en un pueblo, sabes el significado de perder habitantes, de la ausencia de criaturas correteando por las calles… Así que sí, es regocijante recibir a una familia y mantener la escuela viva.
Salud.
Esos cuatro críos son una bencición para el pueblo. Linda dalia.
Septiembre nos está dejando ambién preciosas flores.
Buen fin de semana.
Un abrazo.
Una bendición, tú lo has dicho; para el pueblo y para la escuela, que necesita, precisamente, esa savia nueva que es el indicador de un pueblo con futuro.
Aún vibran las flores en este septiembre.
Otro abrazo.
Aleluya. Hoy no me ha toreado.
Jajaja, algún día tenías que ser la vencedora.
💚
Multumesc!!!
Siempre me gustan tus entradas, pero la de hoy especialmente. Buenas noches.
Muchísimas gracias, Karen, por tu apreciación.
Que completes estupendamente tu fin de semana.
Así gira el mundo, o al menos debe ser así, no importa de donde vengan lo importante es lo bueno que traen. Mucha humanidad en este relato. Un saludo.
Así debería ser en un mundo construido gracias a las sucesivas migraciones y más en esta Europa nuestra de baja demografía.
Buen domingo.
Las inmigraciones traen riqueza cultural y mucho más, además el mundo no le pertenece a ningún gobierno. Yo digo que no deberían haber fronteras ni pasaportes, seamos libres para andar por donde nos plazca porque nadie escoge donde va nacer y el nacer en un lugar no le da propiedad a nadie. Esa es mi opinión. Un saludo.
Para darle la vuelta a la sociedad, ha de empezarse por lo más sensato —te lo dice un anarquista— y es imposible transformar el mundo si no se destierran la xenofobia, el racismo y las vergonzosas diferencias socioeconómicas entre unos seres humanos y otros.
De acuerdo al ciento por ciento.
Linda historia siempre es bueno ayudar que los demás se eduquen. Te mando un beso.
En este caso se da la doble aportación, porque esos niños suponen que la escuela del pueblo mantenga abiertas tres aulas.
Salud.
El Papa Francisco ha dicho que rechazar a los inmigrantes es pecado mortal, pero es que, además, es de necios.
No creo que al muy católico y más xenófobo Abascal le importe lo que diga Francisco, al que, me da a mí, no debe tenerle mucha simpatía. Y, sí, es, además, una necedad denostar a las personas migrantes y no ser capaces de comprender que en esta España envejecida las personas que vienen de fuera son un valor irrechazable.
Y no solo en el aspecto práctico, sino también en el cultural. Yo he nacido en una tierra donde las culturas se han ido sucediendo desde los tiempos más remotos y siempre he pensado que eso nos aporta riqueza, que la mezcla de razas y culturas es un enriquecimiento.
El xenófobo Abascal va camino de ser el nuevo obispo de las monjas de Belorado…
Pues como tenga que ponerse apretada la vestidura episcopal parecerá una dragqueen.
Me troncho de risa de imaginármelo…
Esa debería ser la actitud porque el bagaje histórico demuestra la inmensa aportación de culturas diferentes en el engrandecimiento de un pueblo, pero nos está tocando a asistir a una visión supremacista de las sociedades y luchar contra ellos es difícil.
Dos pequeñas reflexiones: la primera, este verano anduve por pueblos de Soria conociendo de primera mano la España vaciada y sus efectos. Pueblos con tiendas, la panadería, el bar y la escuela cerrados a cal y canto. Bienvenidos quiénes contribuyen a dar vida a esos pueblos, sea cual sea su origen.
La segunda, hablando con un conocido cercano a las tesis «a la derecha de la derecha» me cargaron tanto sus comentarios sobre los moros (dicho despectivamente) que le dije muy serio y circunspecto que los musulmanes estuvieron 8 siglos en Hispania, que se dice pronto y cuestioné si dicho conocido, no sería también medio moro a juzgar por algunos rasgos. La conversación terminó en ese momento. Un abrazo.
A ese conocido le pasa lo que a todos los xenófobos que se hallan a la diestra de la diestra, que se creen descendientes directos de los visigodos pero sus rasgos tiran más hacia el sarraceno Miramolín. Que vayan a los EEUU y cuando les encasqueten la etiqueta de «hispanos» —y no precisamente como halago— sabrán lo que significa el menosprecio por los rasgos.
Un abrazo.
Si ya es duro perder a un progenitor no quiero ni pensar en lo que debe ser ver marchar a un hijo. Tawaki
Nunca se supera. No importan los años transcurridos —en este caso, cerca de treinta—, el dolor se mantiene en el día a día, se convive con esa pena incluso en los momentos aparentemente felices porque, se quiera o no, se arrastra hasta el final.
Qué bonito que hayan evitado clausurar las aulas de Primaria. La vida en esos entornos rurales y nada urbanitas, traerán muchos y grandes recuerdos en esos pequeños (y ojalá sean muchos más), que no olvidarán cuando sean adultos. Estoy segura.
No sé si eres consciente de ello, pero leerte (en algunas ocasiones como ésta, más aún) es bajar revoluciones, es paladear cada palabra que escoges para engalanar un lugar, a una persona, un suceso o algún sentimiento como el de esa madre que extraña a su hijo fallecido, Talito, y que en ese rincón creado en su honor y recuerdo deposita todos sus sentimientos. ¡Cómo no emocionarse y añorar tenerlo cerca cuando ve a quienes formaron parte de su mundo!
Gracias, apreciado.
Un abrazo, que vuela directo desde este rinconcito del Atlántico.
Dado que tú también escribes, sabes que suele transcurrir un tiempo entre el esbozo de un texto y el clic que lo convierte en público, tiempo en el que se lee, relee, se corrige, se amplía o reduce, se cambian palabras… O, al menos, así es en mi caso, porque de lo que se trata es de transmitir sensaciones, emociones reales que puedan captar quienes leen. Sí eso se consigue, como en tu casa, ya me doy por satisfecho.
Besos sonoros.
Te sonrío desde ese hábito que compartimos, «tiempo en que se lee lo que se escribe, se relee, se corrige, se amplía o se reduce se cambian palabras…»
Identificada al 100%
Un besote.
Jajaja, y lo que se disfruta con esas manías. Confieso que, muchas veces, incluso cambio palabras después de horas de haberse publicado
Más besosi.
Me Too jajaja
Muchas veces. Y alguna vez, hasta al día siguiente de publicarlo.
Gracias, apreciado.
Besote.
Pues eso, que somos algo tiquismiquis con los textos propios, jeje
Más besotes
¡Y por aquí ya llegó la primavera!
Percibí que se venía hace unos días con los primeros brotes de mi improvisada huerta en macetas.
Que les sea leve el otoño. Por aquí fue muy crudo este invierno, al menos para estas latitudes y humedales donde no estamos acostumbrados.
Un abrazo, Una mirada
El otoño se ha presentado bravo: Llover y llover, lluvia intensa que ha llenado los embalses, que bien la necesitaban.
El otoño se huele, se ve, se siente. Con el calor insufrible de este verano hacía falta que viniera el otoño para refrescar el ambiente; lo mismo que, en vuestro caso, la primavera supone despedirse del desapacible invierno.
Pues eso, que disfrutes de la primavera.
Un abrazo.