«Embalse de Belesar, en el río Miño (Lugo)»: Archivo personal
El extraordinario paraje que brinda a la vista el pantano de Belesar —donde se embalsan las aguas del Miño— oculta en el fondo de su depresión los once poblados lucenses que, náufragos, muestran, cuando el volumen hídrico decrece, los restos de un pasado detenido que acompaña al histórico puente romano que sufrió, también, la tromba para yacer, sin honores, en las entrañas del húmedo cementerio. Es el mismo puente que, allá por 1112, mandó destruir la resuelta Urraca I de León para poner agua de por medio entre ella y su segundo marido, el rey aragonés Alfonso I el Batallador, de quien huía tras un periplo matrimonial bronco a cuyo fracaso habían contribuido tanto la disparidad de caracteres de la pareja como las camarillas de una y otro. Ocho años tardaría la soberana leonesa —primera mujer europea en reinar de pleno derecho sobre un territorio— en ordenar la reconstrucción del antiguo puente, cuya soberbia arquitectura resistiría hasta el siglo XIX, cuando dos riadas, en 1891 y 1895, se llevaron por delante parte de sus once arcos y menguaron sus 152 metros de longitud originales. En 1962, con la inauguración del embalse de Belesar, el Miño —sobre el que, herido pero orgulloso, se alzaba el puente— lo cubrió definitivamente.
Pero no todo se perdió bajo las aguas. Portomarín, un pueblo medieval en la ruta del Camino de Santiago que tenía la consideración de Conjunto Histórico Artístico, fue reedificado a un kilómetro de donde había sido anegado y algunas de sus construcciones se trasladaron piedra a piedra [FOTO] al nuevo emplazamiento, replicándose, en las nuevas edificaciones, la esencia de las cubiertas por el agua en una disposición que, de no conocerse el destino del pueblo viejo, podría pasar por genuina.
“El Camino de Santiago tenemos que hacerlo alguna vez… Un trecho, al menos. Que no sería nada religioso, mamá; solo una aventura. ¿Cuánto hay de Portomarín a Santiago?¿Cien kilómetros…? El verano que viene podríamos venir hasta aquí con la camper y hacernos el resto andando”. Y de esa manera Jenabou, mientras planificaba a su aire el siguiente verano, corría a tocar la Campana de la Libertad [FOTO], que tañen los peregrinos al llegar a Portomarín, y expresaba en voz alta, frente a la Estrella de los Deseos [FOTO], su aspiración de recorrer —“cuando se pueda”, decía— la última parte del Camino. “No te embales, que ya lo hablaremos a su tiempo. Ahora, sube al coche, que nos esperan en Oporto”.



Me ha encantado leer tu post. Muy interesante porque no tenía ni idea de la historia que narras. Además es una zona que he visitado con frecuencia.
Por cierto, yo hice el Camino de Santiago y no toqué la campana, espero que la indulgencias quedaran intactas.🤣🤣🤣🤣🤣
Salud.
Una muy buena experiencia la tuya, entonces, en el Camino, ¿no? Lo de la campana de Portomarín se ha complicado, parece, porque, tras haber instalado otra en Fuciño do Porco, al norte de Lugo, ya no vale con tocar una sino que han de tañerse las dos, jeje, así que habrás de regresar para que las indulgencias tengan efecto.
Salud.
Un post fenomenal arkadaş!
Gracias!!
La imagen es muy linda. Me gusto aprender sobre el lugar y su historia. Te mando un beso.
Gracias por el interés, Citu, porque sé que todas estas historias y tradiciones te quedan muy lejos.
Otro beso
Siempre que se habla de un embalse que se tragado un pueblo, un puente histórico… o lo que sea, me pregunto si los ingenieros que lo diseñaron no encontraron otro sitio donde hacerlo.
Piensa, Senior Citizen… Años sesenta, Franco (que inauguró el pantano, por supuesto) en el poder, ¿tú te crees que con aquello de la «España del desarrollo» les importaba algo inundar 5000 has. de tierra fértil, once núcleos poblacionales y estructuras con historia… ? Hoy en día el sentido común y la UE hubieran invalidado semejante proyecto cuyo impacto ambiental fue tremendo, no solo en las actividades humanas y la fauna sino que, además, se trata de una zona sísmica de alto riesgo. Pero en aquellos años, chitón. Como que ni siquiera se sabe cuántos accidentes mortales hubo entre los trabajadores, que llevaban a cabo turnos de doce horas…
He dejado el mar atrás hace un par de días y ya lo echo de menos. Y eso que no se puede comparar a un embalse, pero esas fotos de azul intenso debían estar prohibidas a la vuelta de las vacaciones. Lástima que los embalses inunden tantas cosas bellas, pero es algo inevitable, o al menos, por una buena causa. No es tan fácil construirlos en «otro sitio» y la energía hidráulica sigue siendo muy importante. Mira sin ir más lejos lo que pasó al construirse la segunda presa de Asuán en Egipto.
Yo, del Camino he hecho los primeros cinco kilómetros y algunos metros más dentro de Santiago de Compostela, pero me han dicho que no es suficiente como para que me lo convaliden. Conozco a gente que lo ha recorrido muchas veces, e independientemente de la motivación, todos coinciden en que es una maravilla.
Soy Tawaki
¿También has tenido problemas para loguearte…? Este WordPress va de mal en peor.
No niego que muchas de las infraestructuras hidráulicas ya existentes tengan importancia, pero es evidente que los criterios para su emplazamiento y volumen no serían los mismos en la actualidad. Pero es cierto que, si obviamos determinadas circunstancias, el entorno del embalse de Belesar es una maravilla. Toda la ruta del Camino es digna de admirarse y trotarse, lo que no implica que haya tramos en los que no vendría mal una buena intervención porque se encuentran en pésimas condiciones.
Hacer el Camino ha de resultar una experiencia extraordinaria, aunque, pretender que con cinco kilómetros ya te van a documentar como peregrino… Jajaja, Tawaki, eso no cuela ni en sueños.
Venga, Tawaki, anímate a hacerlo el año que viene, pero ten en cuenta que a nosotros nos corresponde el camino mozárabe. Yo pienso hacerlo en mi próxima reencarnación y serán 1.020 km. pero el tuyo se inicia en Córdoba y solo son 849 km de nada.
Oye, que incluso podéis hacer el Camino Mozárabe juntos; Tawaki andando y tú con el caballero Landalauts (no sé si he escrito bien el nombre) en el coche escoba, con el avituallamiento, y así le lleváis la mochila para que vaya más ligero.
Por dar ideas que no quede.
Pues no sé, no sé… Me parece que el caballero Landahlauts, que es muy andariego, se bajaría del coche escoba y me dejaría con el avituallamiento y las mochilas.
Jajaja, pues que se turnen; un tramo lo hace uno andando y otro de chófer y en el siguiente al revés.
Un orgullo para ella ser la primera mujer que reinó en Europa. Muchos pueblos anegaron los pantanos. en Extremadura se salvó Granadilla. Los vecinos lo abandonaron al quedarse sin tierras de cultivo. Te dejo el enlace
http://asimegustaelmundo.blogspot.com/2024/02/siempre-gusta-volver-granadilla-caceres.htm
Rico aliño para los tomates 🤭
Buena semaa.
Un abrazo.
Aunque no he podido acceder directamente al enlace a Granadilla, leí el post cuando lo enlazaste en otra entrada sobre pantanos. Qué tristeza. Desgraciadamente, de pueblos inundados algo sé y conozco gente cuyas familias tuvieron que abandonar su lugar de origen porque su pueblo «naufragó».
Cerca de donde vivo se estuvo luchando 30 años contra la construcción de un pantano que arruinaría la economía y el futuro de muchas personas. Treinta años de manifestaciones, denuncias, juicios y apelaciones a la Unión Europea que, finalmente, terminaron dando fruto: El pantano quedó en nada.
Otro abrazo, Laura.
P.D.- Es que los tomaticos son un producto para componer muchos platos, pero a mí me gustan a la manera tradicional. Hoy mismo he abierto uno, sin desgajarlo del todo, le he añadido sal, ajo bien picadico y un chorretón de aceite de oliva virgen y… p’adentro. Sin tenedor, usando trocicos de pan para llevármelo a la boca.
Soy Laura. Tres veces lo he intentado y solo salgo así.
Me siento taaaaan impotente con los problemas que os está dando WordPress…
Pues yo no tengo ningún problema si me acuerdo de hacer clic en el sobrecito. (Cruzaré los dedos por si acaso) Es más, el móvil recuerda mis datos.
Más problemas tengo para comentar en Blogger y hasta en mi propio blog con el móvil, que he tenido que recurrir al navegador chino, que es una m*… pero funciona.
En mi caso, los problemas que tuve para loguearme en Blogger ya son agua pasada. Cruzaré, por si acaso, los dedos también…
Quiero pensar que todos y todas saben que el click en el sobrecito es clave para que se visualice el nombre.
¡Qué bueno que nos lleves a conocer estos rincones de una manera tan cercana y llena de camaradería! Se agradece mucho.
No conocía la historia de este embalse, pero antes de mirar por internet en búsqueda de datos, ha sido mucho mejor leerte a ti en esta entrada que le dedicas.
Me intriga ver el mismo encuadre de la foto con una considerable bajada de agua.
Pero no me voy a embalar, como le sucedió a Jenabou, que seguro me esperan en otra parte del mundo; por esos lares, o por éstos. Aunque el Camino de Santiago no lo he hecho aún.
Gracias, Una mirada. Un auténtico placer, como siempre.
Un fuerte abrazo, ahora mismo chispea y hace calima ¿islas afortunadas, dicen?
Nélida.
Detrás de cada embalse hay pequeñas historias humanas que trascienden poco pero merecen ser conocidas. La fotografía que preside esta entrada es del 10 de agosto; las otras que hayas visto serán anteriores, de ahí que haya variaciones en el nivel de agua.
Desde Canarias, el Camino de Santiago ha de verse lejísimos, pero eso no es óbice para no plantearse hacerlo, aunque solo sean algunos tramos, que es lo que hacen muchas personas, que no lo recorren de una tacada sino que lo realizan, sin prisas, en meses diferentes y disfrutan de todas las maravillas que salpican los senderos.
Chispee o haga Sol, tus islas siempre serán Afortunadas. Ahora solo queda que los territorios peninsulares asuman la solidaridad con Canarias, y acepten a los jóvenes migrantes que se hacinan allí.
Un abrazo, apreciada Nélida.
Precioso el pantano y sus vistas. Una pena lo del puente de doña Urraca, que aguantó siete siglos, que se dice pronto. Los pueblos sumergidos bajo obras de este calado, como el pantano de Belesar, siempre dan pena y suelen pasar al olvido o al recuerdo fotográfico cuando asoman con la bajada de los niveles de agua. Pero en este caso que nos traes, fue fantástico el traslado, piedra a piedra de los edificios más significativos. Sin duda por la proximidad del Camino. Hablando del Camino, lo hice hace muchos años, a “golpe de calcetín”, recuerdo que terminamos agotados. Ahora hay quién lo hace por etapas mientras taxis locales, les llevan maletas o mochilas entre estancia y estancia en hoteles. Más selfie que espiritualidad, creo yo. Un abrazo.
Lo cierto es que el Camino es una buena perspectiva que unos, como tú, lo recorren a las bravas, sin más concesiones que las obligadas paradas de manduca, descanso y contemplación del entorno que se recorre, y, otras personas, se lo dividen en «tramos de temporada» y lo completan a lo largo de espacios vacacionales. En cualquier caso, realizar el Camino es ya una aventura iniciática de la que toda la gente se lleva, amén de ampollas en las pies, una experiencia de la que se guardan buenísimos recuerdos.
De todas maneras, hoy en día, obtener la Compostella sale barato: Es suficiente con acreditar que se han recorrido los últimos cien kilómetros.
Un abrazo y bien llegado seas de tus vacaciones
Gracias por tu bienvenida. Para mi suerte, en breve haré de nuevo la maleta, pues septiembre es un buen mes para viajar.
Pues nada, nada, a aprovechar ese asueto y a seguirles sacando jugo a las vacaciones.
Si bien se tendría que haber dado otra combinación de suertes, yo podría haber nacido por aquellas tierras (de no haber existido la Guerra Civil y la 2GM), pues dos de mis abuelos eran de Lugo y otros dos de Coruña ¿cómo se hubiesen cruzado mis padres por allí? Eso es algo que tendríamos que resolver con Marty McFly cuando viajemos al pasado y ver como en mi fotografía en la que tengo una camiseta de futbol se va transformando de una de San Lorenzo en una del Depor La Coruña.
Abrazos.
FRodo.
PD: te he enviado un mail
Tu argentinidad es fruto de otro Camino, el del Exilio, más tortuoso que el de Santiago, y esos abuelos de los que heredaste los genes no dejan de ser quienes se aventuraron hacia lo desconocido dejando atrás vidas y seres queridos. Quizás sí Doc te llevara a ese pretérito descubrirías tanto horror que le pedirías regresar a esa realidad que tienes, porque nunca cualquier tiempo pasado fue mejor y eres quien eres porque esos gallegos cruzaron el charco.
Más abrazos.
P.S.- Acabo de leer el mail. Todo un descubrimiento, que ignoraba, y del que voy a documentarme porque me parece curioso, tanto por la juventud de San Martín como por su ubicación en el valle de Tena, que es muy nombrado en esta bitácora.