«Valle de Louron»: Archivo personal
Viernes, 7 de julio
A las tres y diez de la tarde, con Marís al volante de Pilarín, la cámper, se pusieron en camino, con la lluvia acompañándoles a trechos hasta el cruce fronterizo por el túnel de Bielsa-Aragnouet y arreciando, intermitentemente, desde el valle del Aure al de Louron, donde remitió cuando accedían a la recepción del camping de Loudenvielle para registrarse y acampar en la parcela reservada por teléfono días antes.
Cerca de las ocho se dirigieron a casa de Lila, hermana de la veterinaria, con la que habían quedado para cenar. Lila es fisioterapeuta del complejo termal de Loudenvielle y reside en Arreau, una preciosa población del valle de Aure situada a media hora del camping.
Yolanda y Marís habían preparado en Huesca, para la ocasión, un enrollado de patata relleno de ensaladilla rusa que compartieron los cinco junto con la trenza de Almudévar aportada por Étienne y la veterinaria. El gâteau à la broche o pastel de espetón, típico de los Altos Pirineos franceses, que había comprado Lila para agasajar a sus invitados y que quedó sin tocar, se lo llevaron de regreso al camping para el desayuno del día siguiente.
Sábado, 8 de julio
A las ocho menos veinte de la mañana ya se encontraban en el corazón del valle de Louron, a orillas del lago Génos-Loudenvielle que, en palabras de Marís, “por esta parte da el pego porque nadie diría que es artificial. Parece que esté aquí, tan cristalino, desde la última glaciación”.
Yolanda y Étienne en un kayak biplaza y la veterinaria que se ocupa de la salud de los gatos del Barrio y Marís sobre un hidropedal, bordearon el lago y, finalmente, se detuvieron en su centro, con los músculos de brazos y piernas chirriándoles por el esfuerzo y los ojos anegados de las vistas espectaculares que circundan el agua.
Picos que se acercan o rebasan los tres mil metros, iglesias de arquitectura románica, restos de castillos que resisten el combate del tiempo, bosques, prados y pueblos, estímulos suficientes con los que redimir el agotamiento y navegar con brío hacia el embarcadero para desandar los trescientos metros que dista la ribera lacustre del camping y, tras una sauna y una garbure reparadoras, aprovechar la tarde luminosa recorriendo, junto con otros campistas, los senderos [FOTO] que discurren hasta las fortificaciones [FOTO] que rodean el lago.
Siglos atrás, esas imponentes estructuras que engalanan el paisaje se utilizaron, no solo como moradas de las familias feudales dueñas de las fértiles tierras de este lado de los Pirineos, sino como atalayas de vigilancia desde las que se transmitían señales que advertían a los habitantes del valle de la presencia de soldadesca enemiga.
Domingo, 9 de julio
Apremiados por el tiempo —la directora del camping les había recordado que debían dejar libre la parcela antes del mediodía— dedicaron la mañana a visitar las instalaciones termolúdicas de Loudenvielle, con sus baños romanos, japoneses y amerindios y el Espacio Tibetano de tratamientos corporales y faciales donde desarrolla su labor Lila.
Tras recoger la cámper y acercarse a los pueblos que, como Loudenvielle, se hallan a orillas del lago —Génos, Aranvielle—, abandonaron Francia enfilando hacia Bielsa, donde se detuvieron a comer una vichyssoise fría, lenguado relleno de marisco con salsa de setas y cremoso de nueces para, después de una breve sobremesa, retornar, con el cansancio no exento de complacencia asomado a los rostros, al lugar desde el que iniciaron el viaje.
“Tenemos que volver en otra ocasión y quedarnos más días, que este fin de semana, aunque ha sido intenso, me ha sabido a poco”, comentó Yolanda cuando llegaron a Huesca.



[…] Anotaciones de una corta escapada a los Altos Pirineos franceses […]
He disfrutado especialmente leyéndote hoy, porque viví unas vacaciones preciosas por la zona. Cuartel general en Bielsa y excursiones diarias para conocer los parajes cercanos. Incluso también un viajecillo que nos hizo atravesar ese túnel…
Un abrazo y feliz semana!
Un placer que estas anotaciones te hayan transportado de nuevo al valle de Bielsa y sus espléndidas rutas que nada tienen que envidiar a las del otro lado de la frontera. Los paisajes pirenaicos se hacen permanentes en el recuerdo; se siente, aun en la lejanía del tiempo, su magia.
Más abrazos para ti.
A mi me encantan las excursiones de fin de semana, porque se viven con intensidad, pero es cierto que siempre se hacen cortas. He visitado la zona gracias a tus enlaces y fotos que permiten hacernos una idea «del dónde». Incluso del que comer, porque esa Trenza de Almudévar, casi me lleva a lamer la pantalla jajaja. Y todo explicado como si estuviéramos allí. Genial como siempre. Un abrazo.
A la trenza de Almudévar le ocurre lo que a los paisajes pirenaicos; una y otros son únicos. Y mira que de la trenza original han aparecido diferentes imitaciones; en Pamplona y en el mismo Aragón venden una que llaman «Trenza del Reyno» y hasta el Mercadona y el Eroski producen otra con sus marcas blancas, pero nada que ver con la auténtica y genuina trenza de Almudévar de la panadería Tolosana, donde la crearon hace cuatro décadas y no hay réplica que le haga sombra.
Cordialidades.
Buena excursión por la naturaleza y muy bien aprovechada. Mucho camping hemos hecho con tienda con los críos y después con una caravana, 15 años la tuvimos. La vendimos hace 4 porque salíamos más con la moto. Nos gusta esa vida al aire libre.
Buen lunes Una mirada.
Un abrazo.
El campismo es una forma natural de acercarse al medio y fundirse con él llevando contigo tu «propia casa», y cuánto disfruta y aprende la chiquillería, se acampe en la costa o en la montaña. Incluso una simple salida al campo en el día, con una buena ensalada y una tortilla o carne empanada, desplegada la mesa de camping y las sillas alrededor, con la sombrilla y la neverica y el río cerquica, ya es una buena y relajante experiencia.
Otro abrazo.
Por la parte española me han venido a la cabeza PIneta y Monte Perdido, unos buenos lugares para huir de la ola de calor. El túnel no lo he traspasado y la Trenza de Tolosana de los mejores dulces aragoneses.
Saludos.
JBernal
Ganas dan de instalarse en Pineta el resto del verano, bajo un arbolado junto al agua y disfrutar de noches fresquitas; hasta un buen bocado de trenza sabría mejor.
Salud.
Por el túnel de Bielsa, he pasado en dos o tres ocasiones, una de ellas para ver el Santuario de Lourdes, y recuerdo una curiosa anécdota, por la explanada iba fumando, de esto hará unos 30 años, y un gendarme en correcto francés, me dijo algo que no terminé de entender, por lo que señalándome el cigarro, me indicó que no se podía fumar. Yo le señalé el suelo donde había muchas colillas, se encogió de hombros y me siguió señalando que de fumar nada de nada.
Con respecto a la Trenza de Almudévar, en el obrador que tienen en el municipio de su nombre, de muy jovencito estuve en varias ocasiones a comprar pan, ya que conocía a los dueños, debido a que yo tenía unos primos que vivían allí, aunque la trenza, entonces todavía no la habían «inventado».
Igual es que seleccionaba quién podía fumar y quién no… En Lourdes solo he estado una vez y me fue suficiente; menudo negocio tienen montado… Nunca me han gustado esos tinglados; hace años, en Torreciudad, me echaron por llevar pantalón corto y camiseta de baloncesto de tirantes; un tipo trajeado, a grito pelado y delante de toda la gente, me dijo que en mi casa podía ir en ropa interior pero que en la casa de Dios tenía que vestir «con respeto». No tendría yo por aquel entonces ni quince años. Por supuesto, jamás he vuelto.
La trenza es relativamente reciente pero el obrador de Tolosana hace años que lleva buenísima fama por la calidad y buena factura de sus productos.
Tú sabes que yo adoro les Hautes-Pyrénées, amigo Mirada… lo mejor de Francia 😁
😄 😙 💗
Lo de ir con pantalón corto o mangas de camisa, nos pasó en el Vaticano, mi hija se tuvo que comprar una camisa de manga larga ya que no la dejaban entrar en manga corta.
Gracias a que esperando la fila para entrar se lo advirtieron y allí mismo había unas tiendas de souvenir que los artículos estrella eran camisas de manga larga y pantalones de la misma guisa, gracias a ello pudimos entrar.
Ya ves, Jubi, el exceso de carne expuesta, que parece despertar los instintos libidinosos, jeje. Eso sí, los Cristos van en taparrabos y no pasa nada.
Jajajaja, Allegra, no sé si son lo mejor de Francia pero están entre los más hermosos paisajes.
Salud.
Es una forma genial de pasar las vacaciones como me gustaría conocer ese lugar. Te mando un beso.
En verano, sobre todo, las zonas montañosas ayudan a pasar mejor los días excesivamente calurosos.
Salud.
Hubo un tiempo en el que íbamos a los Pirineos al menos una vez al año, pero nosotros no caminábamos tanto, y es evidente que me quedan muchos lugares por explorar por esas maravillosas montañas. Los lagos, aunque sean fruto de la intervención del hombre, siempre nos relajan.
Los Pirineos son para caminarlos y, aun cuando los trechos a recorrer no siempre son fáciles, el esfuerzo se compensa con la belleza del entorno.
Pues no me extraña que le haya sabido a poco, porque todo me ha parecido espectacular.
Qué disfrute. Me quedo con la escapada completa pero el plan del sábado lo duplicaría, como mínimo:-)
La comida, las fotos…..Gracias por los enlaces, se ve todo muy bonito y apetecible.
Un abrazo, apreciado.
Los fines de semana parecen dar para mucho pero terminan faltando horas para todo lo que se podría hacer y hay que decantarse por unas actividades en detrimento de otras que han de dejarse «para la siguiente vez».
Toda la zona pirenaica ofrece tantas posibilidades que no bien se recorre una parte ya se está deseando internarse en la siguiente.
Abrazos mil.
¿Pero todo eso existe o lo has soñado?
Jajaja, ojalá la mayoría de los sueños fueran como este.
Y ya sabes lo que decía Borges de los sueños en su Milonga del muerto…
Lo sé ahora, que he buscado el poema y lo he leído, porque en Borges estoy muy poco puesto.
Yo tampoco he leído mucho de Borges, pero hay algunos poemas suyos de esos que me vienen la memoria con cierta frecuencia. Curiosamente, ahora que he ido a buscar el enlace, me doy cuenta de que el tiempo ha desmentido algo que dije ahí.
No recordaba ese post tuyo; el paso del tiempo desdibuja tantas cosas…
Es natural que no te acuerdes, pues vemos muchas cosas todos los días y han pasado más de tres años. Para mí, fue un momento feliz que había deseado -y soñado- durante mucho tiempo, pero que después, y como siempre pasa en mi vida, me ha traído consecuencias nefastas. Lo curioso que he visto ahora es que parece que lo vaticinó Tawaki…
Con el tiempo, los deseos (y los suelos) varían.
🩵🩵
¡Gracias, Christine!
Cómo se nota que andan de vacaciones veraniegas por allí, todos viajando, todos con mucho calor, todos en movimiento.
Los podcast españoles que suelo escuchar también han tenido su receso y aquí, nosotros que (si bien esta semana es atípica porque estamos con temperaturas arriba de los 20 grados) en pleno invierno las semanas anteriores, con días muy cortos y encerrados en casa, bastante quietos, pero deseosos de primavera con tanta noticias alegres de aquel hemisferio.
Sigan disfrutando.
Abrazos, Una mirada…
Con el calor trepidante que ha hecho, apetece buscar la frescura de las zonas montañosas a nada que se tengan días de asueto. Por lo que cuentas, tampoco tu invierno está siendo muy típico y esos más de 20º que dices anuncian una primavera temprana y un verano tan asfixiante como el padecido por estas tierras.
Cordialidades, Frodo.