«Château de Lourmarin»: Salva Barbera
En el pequeño paraíso de Lourmarin, en cuyos rincones danzan los sueños, se halla la casa que comprara Albert Camus (1913-1960) en 1958 con el cheque que acompañaba el galardón del Premio Nobel de Literatura concedido por la Academia Sueca el 16 de octubre de 1957.
Acostumbrado desde niño a prescindir de tanto y poco dado, ya adulto, a dispendios superfluos, Camus se prendó de la mágica esencia provenzal de Lourmarin y de aquella antigua granja dedicada a la cría de gusanos de seda situada en la calle de la Iglesia —hoy, calle de Albert Camus—, que él concibió como cálido hogar de Francine, su mujer, y sus gemelos Catherine y Jean, nacidos en Boulogne-Billancourt en 1945.
De aquella casa amorosamente reconstruida y amueblada, con su original terraza con columnas, sus persianas verdes y su imponente ciprés, salió el reposado escritor hacia París en el Facel-Vega de su amigo Michel Gallimard para encontrar la muerte en la carretera el 4 de enero de 1960.
Cómo lloró Lourmarin, su elíseo, la muerte de su Monsieur Terrasse, apelativo con el que se referían al escritor sus convecinos para proteger la intimidad de la familia Camus de los periodistas y curiosos que acudían a la localidad para importunar al nuevo Premio Nobel francés.
Sus amigos, los futbolistas de Lourmarin, con quienes tantos momentos había compartido, llevaron a hombros el féretro hasta el cementerio, donde una humilde lápida de piedra —cerca de la de su esposa, fallecida en 1979— señala su tumba. De allí, del rincón funerario que velan el laurel y el romero, quiso exhumarlo Sarkozy, en 2009, para enterrarlo en el parisino Panteón de Ilustres, encontrándose con la oposición de la familia, que se negó al traslado de los restos de Camus de aquel paisaje campestre donde tan feliz había sido en vida.
NOTA
Edición revisada de un artículo publicado en esta bitácora el día 5 de enero de 2015.
Hizo bien la familia en no dejar que sacaran sus restos de esa tumba, pues es preciosa.
El hijo y la hija de Camus ni tomaron en consideración la propuesta. Su padre ya había elegido el mejor lugar para vivir, justo era, pues, que su osamenta se mantuviera en aquel paraje que tanto le había cautivado.
Desconcía totalmente lo que relatas. Me ha gustado porque es un del que admiro su obra. Y los políticos, como siempre, haciendo «caja». Camus tiene gantizado el reconocimiento.
Un saludo.
Es un autor que me fascinó de adolescente y al que he aprendido a valorar mucho más conforme he releído sus obras años después. He curioseado en lo que se ha ido publicando sobre su vida privada y hasta su larga historia de amor con la actriz María Casares me parece el summum.
Salud.
Mi pensamiento va más ràpido que mis manos. Me como las palabras. Quiero decir «que es escritor del que admiro su obra»
Tranquila, que me pasa lo que a ti.
Sarkozy, Mr. Bling bling, quizás deseaba realmente honrar la memoria del escritor.. O quizás sólo deseaba una brillante ceremonia más que presidir, en este caso para alguien que era poco aficionado a las ceremonias y al brillo de la fama.
…y, encima, actuó como un auténtico bocas cuando, en una charla informal con periodistas, anunció, of the record, el traslado inminente a París de los restos de Camus. Lo daba por hecho antes de hablar con quienes debían dar su consentimiento.
Buueno… Quizá Sarkozy pensaba hacer lo que Franco en el Valle de los Caídos, pero olvidó que Francia no era una dictadura.
Simplemente no calibró que los gemelos Camus podrían declinar el ofrecimiento, como así hicieron.
Desconocía la historia que encerraba este pequeño paraíso, no sabía dónde ni cuándo encontró la muerte al gran Camus. Y por supuesto todo lo que siguió.
Recuerdo haber leído El extranjero y también La peste, y creo que alguno más que no recuerdo.
Desde hace tiempo estoy tratando de encontrar el párrafo (y la novela o cuento) en el que uno de sus personajes lee en el diario que «un tipo mató un árabe en Argelia», y no doy con eso. Tendré que hacer una investigación exhaustiva hasta encontrarlo. Si puedes orientarme, te lo agradeceré.
Abrazotes, y gracias por el envío de buenas ondas!
Es posible que ese personaje que lee esa noticia se halle en la novela El extranjero o en La peste. Si encuentro el párrafo en esos textos o en otros escritos, te lo mandaré por correo. Hace siete u ocho años, el escritor argelino Kamel Daoud publicó una novela que da la réplica a El extranjero de Camus precisamente porque en la novela del Nobel el árabe asesinado permanece en el anonimato,mientras que su asesino se lleva el protagonismo. Se titula Meursault, caso revisado, en ella, el hermano de la víctima revisa la historia desde el punto de vista del árabe sin nombre asesinado por Meursault en la playa argelina. Me gustó.
Un abrazo grande, Frodo. Desde la distancia, mis condolencias otra vez.
Ah, pero qué interesante lo que me respondes. No lo sabía y me dan muchas ganas de leer esa réplica.
Hay una canción no tan conocida de la banda británica The Cure, que se llama «Killing an arab», basada en la novela.
Abrazotes, y gracias nuevamente
Luego busco la canción para escucharla, que no la conozco. La novela de Kamal Daoud sirve de apostilla a la de Camus; no es una crítica al autor francés sino un intento de hacer visible a la víctima argelina.
Más abrazos.
Me alegra que sus descendientes no quisieran moverlo del lugar que tan feliz lo hizo mientras vivía. Incluso cuando un Presidente lo engalana de admiración y distinción, esa férrea idea de reposar sus restos donde él quería es inamovible.
El lugar es precioso.
Gracias por traernos estos pedacitos de historia, Una mirada.
Abrazos.
La decisión de la familia creó, en su momento, cierta polémica porque hubo quienes entendieron como un desprecio a los valores franceses (sic) rehusar el enterramiento en el Panteón, pero sus hijos, además de los motivos sentimentales y emotivos, también fueron consecuentes con el aprecio y respeto que la ciudadanía de Lourmarin demostró a su padre en vida y, en correspondencia, el beneficio que para ese pueblo suponía que Camus siguiera formando parte de la historia de la localidad. Desde luego, el lugar es una maravilla; el propio Camus decía que Lourmarin poseía una «desconcertante belleza» que nunca se cansaba de admirar.
Un placer poder compartir estas pequeñas historias.
Otro abrazo grande.
A juzgar por la foto, la casa es preciosa. La decisión de Camus debe respetarse y si decidió vivir allí, no hay político que pueda pretender lo contrario, pues su felicidad en vida lo ha de ser también en forma de respeto en su descanso eterno. Hicieron muy bien sus hijos en impedirlo. No conocía esta historia, aunque de Sarkozy cabía esperarse cualquier cosa. Respecto a Camus reconozco haber leído muy poco suyo, es como una eterna asignatura pendiente que debo «aprobar» más pronto que tarde. Un abrazo.
Sin pretenderlo, he dado pie a que se interpretara que la foto que preside el post es la de la casa de Camus, pero no, se trata de un castillo que hay en Lourmarin; la casa familiar es esta, también de bonita arquitectura. El pueblo es precioso y Camus valoraba la discreción y complicidad de sus habitantes que le permitía ser uno más, socializar, disfrutar de sus hijos y, a la vez, gozar de un entorno idílico para centrarse en la escritura. Lourmarin fue su elección; ahí estaba su casa, su familia, sus amigos ajenos al mundo de las letras, y el mejor honor para él ha sido permanecer, una vez muerto, donde quiso vivir. Sus hijos no hicieron sino preservar la memoria del padre allí donde él quiso instalar sus recuerdos.
Cordialidades.
Pues bien bonita la verdadera casa de Camus. He localizado Lourmarin en el mapa. De hecho, estuve en Aviñon hace unos años, que por lo que veo está muy cerca.
Lourmarin, que fue fortin romano en la antigüedad (Laurus) y tuvo relevancia en la Edad Media, esta entre los pueblos más bonitos de Francia. Lo cierto es que toda esa zona es magnífica.
Me has puesto ganas de visitar Lourmarin. Ese cementerio es tan honorífico para Albert Camus como le Panthéon. 😊
No te quedes con las ganas, Allegra, que no tienes tan lejos esa localidad. Y sí, ese pequeño cementerio es un hermoso y honorable lugar de reposo. Además de Camus, en él está enterrado otro escritor y humanista francés, Henri Bosco.